Capitulo 7 (JESS)

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 Moví la masiva pila de basura de final de año del casillero así puedo alcanzar mi sudadera rosada de capucha antes de que se deslice fuera de mi hombro. Con el peso balanceadoy la dolorosa presión fuera de mis brazos, contemplo por millonésima vezel loco trato en el que me metí ayer.

Difícilmente puedo creer en que todo eso haya pasado. Ya que no hevisto o escuchado de Gray Porter una sola vez hoy, estoy empezando asospechar que cambió de opinión.

La única exigencia del Señor Foley había sido no haraganear oquejarse por no tener paga. Me probaré para él. El trabajo era mi meta, noel efectivo. Verá que tan feliz estoy. Después que cerramos el trato, elSeñor Foley me había llevado a un tour por las instalaciones.

Gray no se unió porque él ya había tenido el tour el día anterior.

Parecía que él había mantenido su boca cerrada como prometió,acerca de mí, sobre el trato y aparentemente, todo. Hasta ahora no he sido el objetivo de ningún inusual comentario malicioso en los pasillos. A pesarde la programación de los finales, todos me han estado tratando igual,ignorándome o evadiéndome, como es usual.

Sin contar a mi familia, por supuesto.

Ellos han estado todos tan sonrientes conmigo como con una niñapequeña que finalmente ha usado el baño para niñas grandes, mamáincluso eligió ignorar el hecho de haberle gritado anoche como una idiota.Esta mañana, cuando no me fui temprano, me hizo unos huevos hervidosy, ¡se disculpó conmigo por invadir mi privacidad!

Eso es tan retorcido como yo contratando a un novio por el verano.

Me estoy dejando esperar que Grey no se me haya acercado porqueno quiere empezar nuestra relación hasta que la escuela haya terminado elviernes. Quizás piense que será más fácil con menos testigos para suvergüenza. No lo culpo. Sólo lo estaré ignorando también, hasta el primerdía de trabajo. Una vez que estemos forzados a compartir la pequeñaoficina de pasantes que el Señor Foley nos dio, las cosas fluirán bien. Grayhizo bastante obvio que necesitaba el dinero. Para conseguirlo, él va atener que presentarse, finalmente.

Como si lo hubiera conjurado con mis pensamientos, Gray Porterestá repentinamente parado enfrente de mí. Mirando. Otra vez.

En lugar de chocar directo hacia él con mi boca abierta, patiné poruna muy poco grácil parada y sostuve apretadamente mi equipo deciencias, mi vaso precipitado y el mechero de Bunsen. Los libros, papeles yotras cosas de menor valor cayeron a sus pies.

—¿En serio? —dije, manteniendo mi tono sarcástico para cubrir micorazón acelerado—. ¿No pudiste darme algún tipo de advertencia?

Esta vez, ni siquiera intente salvar mi sudadera de caer porque habíacometido el peor error de todos al mirar su cara. Sin tener otra opción,intente mantenerme firme y orientarme. Obviamente, soy alérgica a lascosas hermosas, verdes, y brillantes. Como sus estúpidos ojos.

—Se llama prestar atención —dijo él, copiando mi sarcasmo—.Pensé que me verías. Buena esa de salvar las cosas rompibles. —Se rió ybajo para alcanzar mis cosas.

Todavía no he sido capaz de moverme. ¿Cómo está sola personapodía sacudir mi control tan fácilmente? Me sonríe y lanza un guiño. Porsupuesto mis piernas se vuelven de goma.

—¿Es este un hábito tuyo? —pregunta.

—¿Qué?

—¿Dejar caer cosas cada vez que me ves? Es algo lindo. Halagador—agrega, enderezándose fácilmente sosteniendo todas mis cosas en sus enormes brazos.

Me he recuperado lo suficiente para poner los ojos en blanco. —¿Quizás el hábito está conectado a la urgencia de revolver mis cosas cadavez que tú me ves?

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