CAPITULO 9

9 0 0
                                    

CAPITULO 9

Ya era domingo por la tarde, estaba en el parque de mi barrio con Jonathan.

-Me han bloqueado en el whatsApp Lucas y Diana. -Le dije a Jonathan riendo.

Jonathan me miro, y se puso a reír.

-No te preocupes, que seguro que Carla y Sara no te dejaran sola en el instituto. -Me dijo para subirme la moral.

-No lo creo, porque son como perros, siempre siguen a Diana. -Dije con una cara de tristeza.

-Ya veras que todo ira bien. -Me animo mi mejor amigo.

-Porque también Carlos me odia, dice que lo trato mal, aunque nomas le pego cuando se cree superior a los demás, siempre se lo digo.

-Lo que tienes que hacer es mañana es ir a buscar a Carlos y pedirle perdón y solucionarlo entre tu y el, no soporto ver a mis mejores amigos matándose.

-Vale, lo are.

[****]

Llegó el día que mas odio de toda la semana el espantoso lunes.

Me vestí con unos pitillos oscuros un jersey de lana y unas plataformas. Prepare la mochila con un par de libros y unas libretas el estuche y la agenda.

Fui a la cocina a desayunar y prepararme algo para comer en el almuerzo.

Faltaban diez minutos para empezar las clases y como vivo al lado del instituto me va de perlas salir diez minutos antes.

Me despedí de mi madre y fui hacia el infierno, quería decir al instituto.

Me encendí un cigarro nomas salir por la puerta de casa y empecé a andar.

No quería verles la cara a Lucas y Diana y entre por la puerta delantera del instituto.

Me acabé de fumar el cigarro y lo tiré en el suelo para pagarlo y entre al instituto.

Me dirigí al piso dónde estaban las aulas de tercer y cuarto grado. Subí las escaleras para llegar a la aula de dibujo ya que me tocaba esa materia a primera hora.

Me senté en la tercera hilera de mesas al lado de la pared. Al sentarme vi que entraban por la puerta Diana, Sara y Carla. Parecian las divas de la clase, se me escapo una risa ligera y Diana me mirava con cara asesina.

Si las miradas mataran yo ya estaria muerta.

Se sentaron en la hilera de mesas detrás de mi. Justo detrás de mi estaba Diana, a su lado Carla y en la punta Sara.

Me davan pena la verdad, Sara y Carla eran unas chicas muy majas habeces un poco pesadas, pero son faciles de manipular, no lo digo por mi sino por Diana.

Si Diana tenia sed, una de las dos iba corriendo al baño o a la cafeteria a conseguirle algo de beber. Parecen sus esclavas.

Hoy iba a ser un día muy largo.

EN BUSCA DE RESPUESTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora