Capítulo 1.

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Las caderas de Louis se meneaban de un lado a otro al ritmo de la música mientras unas grandes manos (a comparación de su cintura) clavaban los dedos en su pelvis. Parecía arder, quemar; parecía que todo su cuerpo estaba en llamas bajo aquellas grandes manos que lo sujetaban de forma hábil.

Su piel era dorada ante los focos coloridos y sus mejillas estaban ruborizadas; sus ojos brillaban fogosamente ante la escrutante e intimidadora mirada esmeralda.

Amaba la sensación de sentir como Harry enrollaba sus brazos en su cintura mientras se movían al ritmo de la música.

Su respiración se atrancó solo ante el pensamiento.

"Harry" Tartamudeó como pudo, atrapando la camisa blanca del de rizos en sus puños, atrayéndolo más a él.

"Dime, nene" Exhaló sin soltar las caderas del mayor, relamiendo la comisura de sus labios.

Literalmente, su mente se quedó en blanco. No sabía si era por el maravilloso apretón que Harry había ejercido al pronunciar su nombre o por la forma en la que había sacado la punta de su lengua para lamer la comisura de su labio. Mordió su labio y se apegó a él. ¿Qué se suponía que debía decir ahora? Había dicho su nombre sólo por el placer de poder hacerlo; le gustaba sentir como las letras de su nombre se escurrían por su lengua. Cabeceó.

"Tus dotes en el baile mejoraron" Dijo lo primero que pasó por su cabeza.

Una sonrisa engreída partió el rostro de Harry. Se inclinó y depositó un pequeño y casto beso en el hombro del castaño.

"Lo sé, amor, aunque casi todo fue tu culpa" Bromeó y Louis hizo un movimiento de caderas de arriba abajo que hizo que las palabras de Harry se atrancaran en su garganta. Enterró los dedos en sus caderas y cerró los ojos. Probablemente su cintura, cadera y espalda baja estarían mañana llenas de marcas. La marca de la yema de los dedos de Harry.

"¿Ah, sí?" Murmuró divertido ante su reacción.

Atenazó bien una de las manos de Harry a sus costados y se giró, dándole la espalda, pegando su espalda a sus pecho. Louis estaba consciente de que seguían igual de apretados que antes, sólo que ahora la pelvis de Harry chocaba contra la curva de su trasero.

"Así es" Susurró en su oído. Su voz estaba muy ronca. Louis se estremeció.

"No sabes cuánto me alegro" Dijo de igual forma, flexionando las rodillas poco a poco, dejándose caer hacia abajo, robándole el aliento a Harry. "Pero... Espero que sólo uses tus movimientos conmigo"

"Sabes que sí" Susurró y esperó a que Louis subiera de nuevo hacía arriba, para mirarlo a los ojos, de forma profunda. El ceño del ojiazul se arrugó en confusión.

"¿Por qué me miras de esa forma...?"

Sus bonitos azules destellaron cuando Harry clavó su mirada en él. Mordió su labio.

"Sólo... Te ves precioso esta noche"

Louis sintió su rostro enrojecer y agradeció que su cara apenas pudiese verse debido a las luces fluorescentes que ocupaban el lugar. Miró hacía arriba con ojos escrutadores, después volvió su mirada hacía el otro chico, que parecía acostumbrado a no recibir respuestas de cosas así.

"Gracias, Harry. Tú también estás guapo" Susurró y acarició su pecho con su dedo índice, sin dejar de mirarlo fijamente. Louis sonrió, apenas visible, las comisuras de sus labios tirando hacia arriba. "Pero no mucho, no te lo vayas a creer demasiado"

"¿Entonces no?" Dijo con un puchero, enredando sus largos brazos en el pequeño cuerpo de Louis, apegándolo a él.

"Sabes que bromeo. Luces genial, tonto" Susurró, sintiendo como su corazón golpeaba con fuerza. Cerró los ojos y mordió su labio, separándolo un poco. Tal vez estaban cruzando los límites de nuevo. "Creo... Creo que deberías bailar con alguien más. Vi a una chica mirarte antes. O... Sólo... No lo sé... Busca a alguien, voy a estar... Por ahí"

Always you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora