Le he fallado Koro-sensei

I

Cuando el único familiar que tienes no te apoya, o simplemente no te acepta cual eres uno se vuelve inestable, fácil de manipular, pues esto me pasa a mi.

Mi padre murió frente a mis ojos ayer en la tarde cuando llegué de la estación de trenes, el me iba a recoger, pasamos un buen tiempo platicando y luego varios tipos nos rodearon, al parecer mi padre les debía algo, yo no pude hacer nada, me tomaron de rehén, vi como lo golpeaban fuertemente, pero cuando empezaron a sacar navajas me asuste empecé a patalear pero solo me gané una patada en el torso y una puñalada en el estomago.
Cuando ellos se fueron trate de acercarme al cuerpo de mi padre, fui arrastrándome, cuando llegué el estaba en sus últimos momentos, me acerque y me susurro algo, el había quedado irreconocible, me levante del suelo con Algo de dificultad y fui a mi casa, donde me vende y tome una pastilla para el dolor me dormí para esperar el otro día donde tendría que ir a clases.

-Sensei, para que sirve la venganza- preguntó a mi profesor

-Fufufu Nagisa•kun la venganza no es buena siempre lleva al mal, por eso vas a hacer un reporte sobre ella para mañana- y se fue a velocidad march 20 a no se donde.

Pero me he cuestionado en este día, ¿Si es para mal? Porque suena tan tentativa.

-Nagisa•kun, Heyyy Nagisa•kun- me llama mi amigo Isogai.

-Hola Isogai•kun- lo salude.

-Te estaba hablando desde hace un buen rato, Nakamura•san me dijo si querías ir a comer Ramen con nosotros- sonrió mientras posaba sus brazos en la nuca.

-Cla--- un dolor punzante se instalo cerca de mi estómago, era la herida, todavía no cicatrizaba.

-Nagisa•kun, te pasa algo- vi la preocupación instalada en sus ojos.

-Nada solo recordé que tenia algo que hacer- reí nerviosamente, no quería que se diera cuenta que me dolía, y al parecer funcionó.

-Bueno, entonces nos vemos- al haberlo perdido de vista fui directo a la enfermería jale unas vendas y corrí a los baños.

No quería que me vieran e hicieran preguntas innecesarias, odiaba que hicieran eso.

Cuando habría la puerta del baño me encontré con Shiro.

-Oh~ Nagisa•kun, y lo has pensado- yo sabia a que se refería, no lo había pensado pero quería venganza a los que mataron a mi padre.

Lo siento sensei, se que la venganza es mala, pero espero no decepcionarlo...

-Si, honestamente me da miedo, pero creo que este es un momento oportuno, acepto, quiero ser mas fuerte- dicho esto nos fuimos a fuera del aula.

Mire al cielo, nubes lo cubrían, una ligera llovizna caía

-Vamos Nagisa•kun- ambos pasamos por todo el bosque hasta llegar a una camioneta blindada camuflajeada.

Nos subimos y fuimos hasta una base a las afueras de la ciudad, tenia pinta de abandonada, muy buena fachada.

Cuando entramos me asombre, era enorme!, por alguna razón memorice por donde íbamos.
Llegamos a un cuarto con un reloj en la puerta.

-Nagisa•kun se bienvenido al cuarto del tiempo, aquí dentro un año equivale un día afuera, te servirá para entrenar lo que te vamos a dar, suerte Nagisa•kun- unos tipos me jalaron y metieron dentro.

Un científico o lo que sea que era me inyecto algo en la nuca, era insoportable.

Oí que explicaba algo mas no le entendía, lo ultimo que vi fue oscuridad.