TENTACIÓN

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  Estímulo que induce a obrar mal, impulso repentino que excita a hacer una cosa.  

  Chester jamás hubiese pensado que su vida podía volverse más complicada. Nunca se hubiese imaginado que algún día Mike Shinoda terminaría siendo su hermanastro, después de lo que había pasado con él. Bueno, técnicamente no había pasado absolutamente nada con él, pero en cuanto sentimientos habían cambiado un 100%. Chester se quedó allí parado sin saber que hacer o decir. Sus padres los miraban expectantes pero notablemente ninguno de los dos tenía idea de que entre ellos se conocían antes.

Mike seguía sorprendido mirando al hombre frente a sus ojos. De todas las personas en el mundo justo Chester Bennington tenía que ser su hermanastro. Si ya le era casi imposible vivir ignorándolo tan sólo en el colegio, ¿ahora como haría teniendo que verlo día y noche en su casa? Teniendo que dormir a tan sólo unos metros de él.

"Mike, di algo" dijo Ken dándole un codazo en las cosillas a su hijo. Mike salió de su estado de trance y se aclaró la garganta. "Sí, perdón, hola" dijo sin mirar a Chester a los ojos. Lily miró el nerviosismo entre ambos y le pareció extraño, "¿Se conocían?" preguntó. Como Chester no respondió, Mike decidió hablar, "Algo así, vamos juntos a la escuela". Ken frunció el ceño y luego sus facciones se relajaron cuando dijo, "Ah, ¿este es el Chester del que me hablabas?"

La cara de Mike se tiñó de distintos tonos rojos, 'Gracias' pensó sarcásticamente controlándose de no pegarle una patada a su padre por ese comentario. "¿Cómo es eso?" preguntó Lily entretenida, conteniéndose de no reír de la cara de Mike. Chester sintió que el estómago le dio un vuelco cuando escuchó que Mike le había hablado sobre él al padre. "Sí, Mike me contó que estaba recibiendo ayuda en química y que gracias a Chester ya no corría riesgo de reprobar la materia, ¿no es cierto?"

Mike miró a su padre, rogándole con la vista que por favor se calle pero él no entendió el mensaje de su hijo. Quería desaparecer en el lugar, lo único que le faltaba era pasar más vergüenza frente a Chester. En cambio el rubio no podía esconder la sonrisa de su rostro, no sólo por el hecho de que Mike hablaba de él sino porque sabía que era verdad debido a la cara sonrojada de Mike, que en su opinión, le quedaba más que adorable.

"Sí" susurró Mike mirando a su alrededor como tratando de buscar una excusa para cambiar de tema. "¡Que bueno, Chester!" dijo Lily sonriéndole a su hijo. Chester quería comentar, pero al ver la incomodidad de Mike prefirió tratar de terminar con el tema lo antes posible. "Sí, ¿sabes a quien más le va bien en química? Rob. Quiere enviar una solicitud a Harvard" comentó Chester. 

"¿Harvard? Wow, eso es impresionante" comentó Ken y la familia comenzó a hablar de los planes de Rob. Mike agradeció mentalmente a Chester por evitar que siga pasando vergüenza.

Durante el almuerzo, Chester y Mike prácticamente no hicieron ningún comentario al menos que alguien le preguntara algo. Lily y Ken estaban hablando a gusto sobre temas de la boda ignorando por completo la tensión entre sus hijos. Mike no dejaba de mirar a Chester cada minuto, cada movimiento que hacia Chester acomodándose en su asiento llamaba la atención de Mike y simplemente tenía que mirarlo. Justo cuando creía que Chester no podía volverse más hermoso, más perfecto, aparece en su casa con un rubio que le quedaba tan bien que prácticamente nadie notaría que no era natural.

Chester notaba la mirada de Mike a cada rato y no podía evitar sentirse feliz de tener esos dos ojos posados sobre él. Cuando sentía que Mike se estaba distrayendo con otra cosa, se movía en el lugar para llamar su atención una y otra vez y siempre funcionaba. Era como que Mike quería vigilar cada uno de sus movimientos y Chester amaba eso.

LA EXCEPCIÓN A LA REGLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora