Un Amor Impredecible |•EDITANDO•|

Propuesta

N/n
Era Jueves por la tarde; 7:00 p.m para ser exactos, el sol estaba bajando, y Peridot estaba ordenando un poco de ropa dentro de una maleta. Estaba algo cansada, se quitó los lentes y se frotó los ojos. Escuchó un ruido de la puerta, supuso que era Perla emocionada por el viaje.
Volteó aun sin los lentes puestos y vio a alguien, inmediatamente se dio cuenta de que no era Perla. Era un figura masculina.

–¿Jasper?.-Dijo se puso los lentes y vio a Jack

–¿Así es su nombre? ¿Jasper? Por favor no pudiste haber caído tan bajo.–

–Contigo caí bajo.–Dijo rogando que el desgraciado no le haga nada

–Escucha perra, ¡ya te dije que no eres nadie para hablarme así!.–El hombre, si así es digno de llamar, levantó su mano, la cerró y golpeó con fuerza a Peridot.

Un gemido de dolor salió de los labios de la joven, Jack sonrió y miró la maleta.

–Veo que decidiste largarte. Bien, podré hostigarte en otra parte.–

–Y-Ya vas a ver... Cuando J-Jasper se enteré...–

–Oh, no va a enterarse de nada, y si veo que le dijiste juro que no te voy a dejar con vida. Ni a ti ni a tu noviecito.–

Luego de esto Jack se retiró dejando atrás a Peridot entre lágrimas. Ahora si estaba asustada, no le iba a mencionar a Jasper lo que había sucedido, no podía, no quería que él salga lastimado...

Hace unas horas se había acostado, intentaba dormir pero no podía, su mejilla donde había recibido el golpe dolía, no podía hacer nada. Quizás un poco de maquillaje la ayudaría pero no del todo. Cuando se quizo dar cuenta eran las 3:50 a.m, su alarma sonó y ella simplemente se levantó, sus pies chocaron contra el frío mármol del suelo, un escalofrío subió por su columna y suspiró. Hubiera rechazado el viaje de Jasper, pero además de no querer fallarles sentía que lo necesitaba, quería despejarse y quizás unas mini vacaciones le ayudarían.
Caminó hasta el pequeño mueble de ropa, se puso un short, una musculosa verde y una camisa. Se puso su calzado, tomo su maleta y bajo para luego salir del departamento. Suspiró y se sentó sobre su maleta para esperar al carro de Jasper, el cual no tardó en llegar. El joven subió la maleta de la chica mientras la misma subía, estando con Jasper se sentía más segura, así que simplemente soltó un largo suspiro justo cuando el joven de ojos ámbar subió.

–¿Como estás?.-dijo mientras sonreía y se acercaba un poco a Peridot

–Bien... Pero... –Dijo mirándolo. –Ahí está Mali.–

–No te preocupes, ella duerme.–Dijo robando un beso de los labios de la de ojos verdes el cual antes de terminar fue correspondido.

Cuando Jasper se separó pudo notar un moretón en el pómulo izquierdo en el rostro de Peridot

–¿¡Que te sucedió!? .–Dijo horrorizado

–Me caí en el baño.–Dijo cortante la rubia

–Es la excusa mas vieja que se usa cuando... Te... Dan un golpe... ¿¡Eso fue!? ¿¡Te golpeó!?.–

–Jasper, no levantes la voz. Ella despertará y pues... Me dijo que no te lo diga.–La pequeña joven bajó la mirada

–Peri...–Dijo con dulzura el joven.–Lo siento. No debí dejarte sola con ese loco suelto. Cuando regresemos de este viaje tu vas a venir a vivir con nosotros. No aceptó un no como respuesta, no voy a permitir que estés sola con él por ahí.–

–Jasper... Esto podría ponerte en peligro. Y ustedes están haciendo demasiado por mi.–Peridot levantó la mirada encontrándose con esos lindos ojos que le proporcionaban seguridad.

–Prefiero correr peligro por ti. Además no me va a poder hacer nada, soy muy fuerte.–Dijo bromeando tratando de romper la tensión del momento y lo logró ya que Peridot rió un poco.

–Esta bien. Muchas gracias.–Peridot se acercó mucho mas a Jasper y lo besó.

–¡Lo sabía! ¡Ustedes se aman!.–Dijo una voz chillona. Era Mali, había despertado hace unos minutos. Suficiente para ver el beso.

Ambos jóvenes se separaron y miraron a Mali sorprendidos

–¡Mali! ¿En que momento despertaste?.–Dijeron a la par

–¿Se van a casar? ¿Voy a tener un hermanito?.–Dijo sonriendo Mali. Jasper comenzó a conducir mientras la pequeña niña preguntaba cosas como las anteriores. Ellos solo respondían con risitas divertidas. Así estuvieron hasta que la niña se durmió.