Placer

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Este capitulo contiene lemon leve a comparación de los demás que he escrito. Okno xd

N/n
Los días pasaron, llegó el día en el que se estrenaría la película. Era de noche, los niños morían de emoción. Adelantaron su merienda tragando de a bocados las galletas de la abuela Grace. Hacía algo de frío y los niños abrigados salieron, el padre de Jasper intentaba controlar a cada niño pero no fue fácil.
Una vez que todos subieran a la camioneta de James, Peridot sonrió un poco haciendo un movimiento de mano.

–¿Estas segura de que no quieres venir?

–Estaré bien, vayan.

–Muy bien. Nos vemos.–Dijo sonriendo y caminando hacia la camioneta.

–¡Traten de no usar protección! Quiero otra sobrina, o bueno, sobrino.–Dijo James esbozando una sonrisa mientras miraba por la ventana a la rubia. Seguido de esto los niños comenzaron a preguntar que era "protección" y un codazo fue directamente al brazo de James, seguido de un “Ahora arreglate, pero sin quitarles la inocencia”.

Peridot rió un poco y una vez que el automóvil negro desapareció, entró a la casa. Había mucho silencio, todos se habían ido y pensar que ella y Jasper estaban solos en la casa por dos horas le hacía dar unas ligeras cosquillas en el estómago.

Jasper estaba en su habitación, sin camiseta y en un short negro. Quizás afuera hacia frío, pero adentro no, era un lugar cálido y como él suele tener mucho calor decidió deshacerse de algunas prendas.
Por otro lado, Peridot buscó una excusa para ir con Jasper. Se dirigió a su habitación, abrió su maleta y vio una caja de preservativos. ¿Como había llegado eso ahí? Ella no había planeado nada, intentó hacer memoria con un sonrojo en sus mejillas. Luego recordó; Perla. Era tan obvio, ella se las había arreglado de alguna manera para meter la caja ahí. Rió por lo bajo, tomó dos preservativos luego de dudar un poco y salió descalza hacia el cuarto de Jasper.
¿Excusa? Mostrarle a él lo que había echo Perla.

Una vez enfrente de la puerta dudó un instante, ¿Y si él lo tomaba mal y pensaba que era una depravada?. No, Jasper no era así. Suspiró pesadamente y en el momento en el que apoyó su mano en la puerta esta se abrió y dejo ver el torso desnudo y bien trabajado de él.
Con un sonrojo en las mejillas y dos paquetes de preservativos entre las manos miraba a Jasper.

–¿Peri?.–Dijo él sonriendo un poco.

–Yo... Yo... Venía... A... Perla Preservativos... Mostrarte...–Titubeaba la rubia, la cuál aún se encontraba sonrojada. Una pequeña risa salió de los labios de Jasper, la tomó de la mano sintiendo los pequeños paquetes, la jaló hacia adentro y le abrió la mano.

–¿Que?...

Peridot reaccionó.

–P-Perla los puso en mi maleta, y venía... A... Usarte digo a contarte.

–Justo necesitaba unos. Podríamos aprovechar y usarlos, ¿No crees?

Peridot volvió a sonrojarse.

–N-No... B-Bueno sí.

Jasper cargó con cuidado a la rubia, y la dejó con la misma delicadeza sobre la cama. Debía ser respetuoso, aunque no quería, debía. Un instinto en él quería hacerla suya, pero no le faltaría el respeto a la persona que ama.

Un beso en el cuello, algunas mordidas, unas grandes manos debajo de la camiseta de la rubia, y unos ligeros rasguños en la espalda de Jasper.
La habitación se llenaba de suspiros de parte de la ojiverde, puso sus piernas en la cintura de Jasper, y lo pegó a ella, rápidamente encontrándose con una erección. Un ligero gemido salió de sus labios, luego, en un abrir y cerrar de ojos Jasper le había quitado la camiseta y los pantalones. Estaba en ropa interior, frente a aquel muchacho, totalmente sonrojada.
Las manos de Jasper acariciaron hasta el alma de Peridot, le encantaba sentir entre sus anchas manos el roce suave de la piel de la menor, se veía algo pálida, era tentadora y encontró en su camino de besos algunos lunares; para él era perfecto.

Se levantó y se quitó los pantalones mientras Peridot observaba de vez en cuando la erección entre las piernas del rubio. Cuando este se bajó los bóxers Peridot trago un poco de saliva; cuando Perla le había mencionado en varias ocasiones sobre el miembro de Jasper, pensaba que solo jugaba de su tamaño, es decir; era Perla una pervertida de pies a cabeza.

El muchacho abrió un paquete de preservativo con cuidado, se lo puso y volvió a recostarse sobre Peridot pero sin dejar caer todo su peso sobre la menor. Le quito la ropa interior y volvió a besarle desde el cuello hasta las clavículas.

–J-Jazz...–Dijo entre suspiros la rubia

–¿Hmm?...–Dijo Jasper aún besándola, estaba totalmente hipnotizado, besarla y sobre todo el cuello, ese comenzaría a ser su hobbie.

–Sé gentil... Hace mucho tiempo no lo hago...

–¿Hace cuánto?

–Hace... Varios años.

–¿¡Qué!?...–Soltó un leve suspiro– Bueno, no te preocupes. Seré cuidadoso.

Peridot asintió, ya se sentía un poco más confiada.

–Gracias..

–¿Lista?.–Dijo Jasper poniéndose en posición para comenzar a hacerla suya de una vez.

–Lista.–Afirmó Peridot y en segundos comenzó a sentir como él entraba en ella.

Un largo suspiro de parte de los dos al sentir sus almas y cuerpos unirse inundó la habitación.
En segundos, gemidos de parte de Peridot se escuchaban en la habitación, luego en toda la casa. Esto le daba un indicio a Jasper de que lo estaba haciendo bien. Se podía oír la cama rechinar, una vez que ambos tomaron un poco más de ritmo. Peridot se aferró a la espalda de Jasper, dejando marcas de rasguños, que indicaban solo una cosa; Placer.

Un Amor Impredecible |•EDITANDO•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora