Vuelta

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N/n
Lo que habían hecho hizo que su relación dé algunos pasos más, ahora demostraban mucho más su amor, pero como siempre; respetando ciertos lugares y ciertas personas.
La familia comenzaba a dispersarse, ¿qué pasaba? Comenzaban a irse. Era hora de regresar, las maletas preparadas, a saludar y devuelta al carro.

Jasper, Peridot y la pequeña fueron los últimos en irse. El camino, al principio fue algo divertido, risas, algún que otro juego, música, etc. Luego fue silencioso, Peridot y Mali terminaron dormidas profundamente en los asientos de atrás. Lo único que se escuchaba era el motor del automóvil, los pájaros en el exterior y la música clásica de la radio, algo que realmente Jasper disfrutaba. Así fue hasta llegar a su destino.

Una vez en el pueblo, decidieron que era hora de ir a casa y descansar. Jasper y Peridot bajaban las maletas mientras la niña, ayudando, abría la puerta para que pudieran entrar sin dificultad.
Una vez que las maletas se hallaban en una pila en la sala, decidieron dejarlas y desempacar al día siguiente.

—Iré a llevarme a Mali a la cama. Tú ve al cuarto, es el último en el pasillo.—Dicho esto Jasper decidió irse con la niña.

Por otro lado, Peridot obedeció y se dirigió al cuarto del muchacho. Estaba ordenado; algo poco común en los hombres.
No paso mucho tiempo cuando Jasper entró quitándose la ropa,
Peridot lo miraba de reojo mientras su novio quedaba en bóxer.

—Iré a dormir en el sofá, ¿sabes? Llámame si necesitas algo.

—No, espera. —Dijo abruptamente Peridot,— ¿por qué no duermes conmigo?

Jasper sonrió maliciosamente y un leve color rosa comenzaba a notarse en las mejillas de la rubia.

—Está bien, si tantas ganas tienes de tocarme—dijo atrevido el de ojos ámbar, metiéndose a la cama con rapidez.

Peridot se quitó un poco de su ropa, quedando en una blusa blanca y en bragas.

—¿Te molesta si duermo así?

—Ni un poco.—Soltó al instante el joven mientras la chica se acomodaba a su lado y él la abrazaba.

“Dicen que cuando te abraza la persona correcta todos tu miedos desaparecen” y así era, todos los miedos de Peridot parecían desaparecer, parecía que no habría de que preocuparse, parecía que no volvería a tener problemas, y menos junto a Jasper...

Pero no todo es color rosa.
La paz no iba a durar tanto como ella imaginaba.
¿Cómo iba a saber que dentro de poco tiempo iba a suplicar por su vida?

Un Amor Impredecible |•EDITANDO•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora