-No quiero a alguien como tú en mi vida.
-¿Alguien como yo? ¿Qué sabes tú de mí? ¿Acaso sabes cuánto lloré yo por ti? ¿Sabes cuánto tiempo estuve sola? No, claro que no, no lo sabes porque te fuiste y no estuviste allí, prometiste que no dejarías que nos separaran y ¿qué hiciste? Desaparecer... Y sí, he estado con modelitos como les dices pero ninguna jamás ha llegado ni cerca de ser algo más en mi vida y ¿sabes por qué? Porque ninguna de ellas eres tú. -Me levanté de la mesa molesta y con lágrimas en los ojos. La chica llegó a nuestra mesa y sin mirarla me disculpé diciendo que tenía una reunión y salí de allí.
Subí en mi auto negro, baje la capota, necesitaba aire y también necesitaba llorar. Conduje sin rumbo fijo cantando y llorando. Pablo me había llamado unas 7 veces pero no quería verlo, no quería hablar con nadie. Y para colmo mañana era el gran desfile y tenía que verme espectacular... Ser la figura deseable y prepotente, Dueña de todo, tendría que colocarme un antifaz imaginario y no dejar que nadie note lo que siento, esta angustia y este dolor. Me dolieron sus palabras... Me dolieron mucho, porque si hoy soy como soy es por ella. Y no creo ser nada de otro mundo... Una chica que no se ha vuelto a enamorar, que ama a un imposible y cuyo novio es un completo amor. Nada de otro mundo. Golpeé el volante de mi auto y me estacione en la avenida, no podía conducir en ese estado. Apoye mi cabeza contra el volante para calmarme un poco y dejar de llorar.
-¿Dulce? -Abrí mis ojos y había una chica a mi lado. Se me hacia familiar pero no la reconocía.
-Soy Roxana, ¿no me recuerdas?
-Roxana... -¿Quién rayos es Roxana? Aaaah claro Roxana... – Sí ahora te recuerdo eres la prometida de Rubí.
-¿Qué te ocurre? -Suspiré.
-No soy la mejor compañía hoy Roxana... Me siento un asco.
-¿Qué te ocurre? Ven baja del auto y hablemos. -Cuando miré me había estacionado cerca de una placita sin darme cuenta.
-No tengo muchas ganas de hablar... Me siento mal.
-Baja del auto y compraremos un jugo y algo para que comas, ¿te parece bien? -Me sonrió y entonces supe por qué Rubí se había enamorado de ella, es un sol. Sonreí no muy convencida pero necesitaba distraerme. Sequé mis lágrimas y la seguí. Compramos unos frappes de fresa y nos sentamos en una de las mesas. El aire fresco inundaba mis pulmones y cerré mis ojos mientras mordía una galleta.
-¿Es por Anahí que estas así? -Casi escupo el frappe y ella comenzó a reírse. -Lo siento... Debí esperar a que tragaras. No me mires con esa cara, que no soy tonta. En la casa de los Vant te desmayaste cuando la viste y luego la mirabas como si no fuese real. Estoy segura de que ni Pablo ni su familia lo notaron pero yo sí. Estabas muriéndote... Temblando... -Yo la miraba más que sorprendida. –Ahora responde mi pregunta. –Me miró decidida y no tuve otra opción que confiar en ella, además no es como si tuviera mil personas con quien desahogarme.
-Sí, es por Anahí... -Expulse el aire de mis pulmones y volví a tomar una bocanada de aire. -Acabamos de tener una pequeña discusión y me afectó todo lo que dijo.
-Ella te ama. –Rodé mis ojos en una mueca.
-Sí seguro... -Dije sarcásticamente.
-Es mi mejor amiga, ¿lo recuerdas? –Abrí grandemente los ojos recordando que eso era lo que ella hacia allí, solo vino a acompañar a Roxana. -Pero ya no pongas esa cara. Ya sabía mucho de ti desde antes de conocerte. Y cuando vi como la mirabas y el estado de shock de Anahí más tu nombre se unieron las piezas en mi cabeza... Aunque fue una super coincidencia y un gran enredo mira que venirse a encontrar allí en la casa de tu novio.
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Me enamoré de ti
Romance-Entonces... ¿La verdad es que te gusto? -La verdad es que estoy enamorada de ti... De tu sonrisa, de tus bellos ojos, de tu pelo, de tu piel, del sonido de tu risa que aun no escucho, del olor de tu cuerpo que aun no percibo, de tus silencios, de t...