Capítulo 6

654 33 3
                                    

-Respira y vamos a comprar las cosas. Creo que también necesitamos pañales y biberones. –Yo asentí aun asustada y ella volvió a besarme. -¿Estás un poco más calmada?

-Estoy calmada... pero también estoy asustada por el niño.

-¿Y si te prometo que el niño va a estar bien con nosotras me crees? –Cerré los ojos y suspiré. -Pudo haber caído en manos de un loco o un pervertido o un asesino pero por alguna razón está con nosotros así que haremos todo lo posible porque él esté bien con nosotras ¿de acuerdo?

-Te amo.

-Y yo a ti.

-Ya no pareces tan pequeña.

-Nunca he sido pequeña Dul. -Sonreí.

-Para mí siempre serás mi pequeña, mi niña. –Ella sonrió y me dio un tierno beso en los labios. De esos que te hacen cerrar los ojos y suspirar. Ella se separó de mí sonriendo.

-Parecemos dos tontas enamoradas.

-Bueno buenooo, debes comprarles muchas cosas a nuestro pequeño Agus. Creo que necesita ¡juguetes! -Dije mirándolos emocionada y Agus comenzó a reír. Contagiándonos a ambas. Nos dirigimos al centro comercial y yo quería comprarle de todo. Anahí trataba de evitar que comprara toda la tienda pero si estaría uno o dos días con nosotras entonces serían los mejores días de su vida.

-Dulce ya le has comprado de todo.

-Pero es que ese carrito se ve genial anda déjame comprarlo. -Le puse carita de bebé y ella aceptó.

Dos horas después de estar en la tienda llegamos a casa... Mi casa. Anahí le había dado comida al niño en un parquecito y también le dio leche y yo solo observaba embobada el rol de Anahí como mamá. Al llegar a casa el niño estaba dormido. Anahí lo despertó para darle un baño. Yo estaba de un lado para otro buscando la bañerita que le había comprado y las cosas para bañarlo preparaba todo mientras Any le quitaba la ropa para bañarlo.

-¿Has hecho esto antes?

-Claro que no Dulce. –Yo sonreí.

-Pues lo haces muy bien. Lo alimentaste y ahora le darás un baño.

-De qué hablas si acaba de hacer popo y tú eres la que tendrás que cambiarlo.

-¡¿Qué?! –La mire sorprendida.

-Si Dulce... A mí me da nauseas cambiar a un bebé entonces te toca a ti.

-Pero... pero...

-Pero nada bebé... Comienza que yo te espero afuera, grita cuando ya esté listo y entre las dos le damos el baño. –La miré asustada. –Amor tú puedes, además cuando tengamos nuestros niños tendrás que cambiar todos los pañales. -Me besó en los labios -tú puedes bebé. –¿Cuándo tengamos nuestros niños? Eso me hizo sonreír. Entonces si quería una familia conmigo.

-A ver Agus ¿Te hiciste popo? -Lo miré sorprendida y él se comenzó a reír. -Ok, se bueno conmigo que esta es la primera vez que cambio un pañal... A ver... -Suelto los lados que tienen esa cinta adhesiva, ya tengo las toallitas húmedas para limpiarlo y todo listo. Cuando bajo el pañal comienzo a gritar y se lo pongo nuevamente, Agus acaba de orinarme toda la camisa. -¡Agus! Te dije que fueras bueno conmigo -Él comenzó a reír. Esperé unos minutos y lo cambié. Pensé en mostrarle a Anahí que yo también podía cuidar niños así que yo solita le di el baño y le puse la piyama. -¡Anahí! -Ella llegó al baño y me sonrió. -Lleva al niño a la cunita que le compramos mientras termino de recoger este pequeño desastre.

-De acuerdo. -Me miraba aun sonriéndome.

-¿Por qué me miras así?

-Porque estas lista para cuando tengamos bebes. -La sonrisa no se le borraba de su rostro.

Me enamoré de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora