-Respira y vamos a comprar las cosas. Creo que también necesitamos pañales y biberones. –Yo asentí aun asustada y ella volvió a besarme. -¿Estás un poco más calmada?
-Estoy calmada... pero también estoy asustada por el niño.
-¿Y si te prometo que el niño va a estar bien con nosotras me crees? –Cerré los ojos y suspiré. -Pudo haber caído en manos de un loco o un pervertido o un asesino pero por alguna razón está con nosotros así que haremos todo lo posible porque él esté bien con nosotras ¿de acuerdo?
-Te amo.
-Y yo a ti.
-Ya no pareces tan pequeña.
-Nunca he sido pequeña Dul. -Sonreí.
-Para mí siempre serás mi pequeña, mi niña. –Ella sonrió y me dio un tierno beso en los labios. De esos que te hacen cerrar los ojos y suspirar. Ella se separó de mí sonriendo.
-Parecemos dos tontas enamoradas.
-Bueno buenooo, debes comprarles muchas cosas a nuestro pequeño Agus. Creo que necesita ¡juguetes! -Dije mirándolos emocionada y Agus comenzó a reír. Contagiándonos a ambas. Nos dirigimos al centro comercial y yo quería comprarle de todo. Anahí trataba de evitar que comprara toda la tienda pero si estaría uno o dos días con nosotras entonces serían los mejores días de su vida.
-Dulce ya le has comprado de todo.
-Pero es que ese carrito se ve genial anda déjame comprarlo. -Le puse carita de bebé y ella aceptó.
Dos horas después de estar en la tienda llegamos a casa... Mi casa. Anahí le había dado comida al niño en un parquecito y también le dio leche y yo solo observaba embobada el rol de Anahí como mamá. Al llegar a casa el niño estaba dormido. Anahí lo despertó para darle un baño. Yo estaba de un lado para otro buscando la bañerita que le había comprado y las cosas para bañarlo preparaba todo mientras Any le quitaba la ropa para bañarlo.
-¿Has hecho esto antes?
-Claro que no Dulce. –Yo sonreí.
-Pues lo haces muy bien. Lo alimentaste y ahora le darás un baño.
-De qué hablas si acaba de hacer popo y tú eres la que tendrás que cambiarlo.
-¡¿Qué?! –La mire sorprendida.
-Si Dulce... A mí me da nauseas cambiar a un bebé entonces te toca a ti.
-Pero... pero...
-Pero nada bebé... Comienza que yo te espero afuera, grita cuando ya esté listo y entre las dos le damos el baño. –La miré asustada. –Amor tú puedes, además cuando tengamos nuestros niños tendrás que cambiar todos los pañales. -Me besó en los labios -tú puedes bebé. –¿Cuándo tengamos nuestros niños? Eso me hizo sonreír. Entonces si quería una familia conmigo.
-A ver Agus ¿Te hiciste popo? -Lo miré sorprendida y él se comenzó a reír. -Ok, se bueno conmigo que esta es la primera vez que cambio un pañal... A ver... -Suelto los lados que tienen esa cinta adhesiva, ya tengo las toallitas húmedas para limpiarlo y todo listo. Cuando bajo el pañal comienzo a gritar y se lo pongo nuevamente, Agus acaba de orinarme toda la camisa. -¡Agus! Te dije que fueras bueno conmigo -Él comenzó a reír. Esperé unos minutos y lo cambié. Pensé en mostrarle a Anahí que yo también podía cuidar niños así que yo solita le di el baño y le puse la piyama. -¡Anahí! -Ella llegó al baño y me sonrió. -Lleva al niño a la cunita que le compramos mientras termino de recoger este pequeño desastre.
-De acuerdo. -Me miraba aun sonriéndome.
-¿Por qué me miras así?
-Porque estas lista para cuando tengamos bebes. -La sonrisa no se le borraba de su rostro.
ESTÁS LEYENDO
Me enamoré de ti
Romance-Entonces... ¿La verdad es que te gusto? -La verdad es que estoy enamorada de ti... De tu sonrisa, de tus bellos ojos, de tu pelo, de tu piel, del sonido de tu risa que aun no escucho, del olor de tu cuerpo que aun no percibo, de tus silencios, de t...