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-Y ahí estaba yo, rodeado de doce hombres con grandes armas, sabía que me iba a divertir pero nunca pensé que tanto. Hubieras visto sus caras cuando no tenían sus armas y en vez de ellas tenían pescados en sus manos- dijo Max mientras se reía a carcajadas cayéndose de la silla donde estaba sentado. Yo solo bufe divertido. ¿Cómo ese mocoso podía reírse tanto? Era divertido ver cómo caí al suelo, pero gracias a su mutación, volvía rápidamente a su silla riéndose más fuerte golpeando la mesa con su puño en cada carcajada.

-Tuviste que haber estado ahí, viejo, eso fue genial- dijo dejando de reír mientras fingía limpiarse las lágrimas para de aliviar su risa. Yo solo negué con una sonrisa. Este niño nunca entendía. Max me miró dejando de reír, viéndome fijamente. ¿Y ahora que le había pasado? ¿Acaso tenia algo en los labios? Se acercó lentamente invadiendo mi espacio personal, acercando su mano a mi boca. Lo miré levantando una ceja. ¿Qué planeaba ese mocoso? Él solo me sonrió mientras con su pulgar delineaba mis labios deteniéndose al llegar a la comisura de labios. Solo lo miré pero el no estaba prestándome atención. Estaba embobado en la comisura de mis labios con un leve sonrojo en sus mejillas.

-Tenías una basurita- dijo enseñándome la basurita retirando su mano de mi boca con una sonrisa que en marcaba el sonrojo de sus mejillas. Este niño era muy raro pero aún así no podía mentir que era muy hermoso cuando se sonrojaba. No pude evitarlo y agarre su mano haciéndolo sonrojar aún más. Le quedaba ese color carmesí en sus mejillas. Se veía hermoso de esa manera. Se acercó un poco más a mi, sin quitar su sonrojo, quedando uno enfrente al otro, lamiendo sus labios.

-Te extrañe, Logan- dijo depositando un casto beso en mis labios separándose de mi sin quitarse ese sonrojo de sus mejillas. Yo también lo había extrañado. Solo había pasado una semana y lo había extrañado. Le dedique una sonrisa tomando su mentón y destinándole un delicado beso. Extrañaba esos labios. Él solo rió entre el beso, siguiendo el ritmo del beso. Quería profundizar el beso, pero sabía que esto solo significaba ver su hermoso trasero al merecer mío. Yo no iba a permitir que otros vieran lo perfecto que era su trasero. Me separe de él, dejando un dulce beso mientras acariciaba su mejilla. Max seguía con una sonrisa boba en sus labios y un leve sonrojo en sus mejillas. Se veía tan adorable.

-¡Logan!- gritó Max con horror cambiando su expresión completamente. No tuve tiempo de ver cuando sentí su mano sobre mi pecho sacándonos de la cafetería. ¡¿Pero que demonios había pasado?! Levante mi vista, encontrándome con la cafetería en llamas. Todas las personas del interior estaban afuera. Unas en estado de shock y otras corriendo del lugar. Eso estuvo cerca. Sino hubiera sido por Max todos estaríamos esperando nuestro pase al cielo.

Max...

Voltee a verlo, encontrándome con sus ojos más grandes de lo normal reflejando miedo en ellos. Sin dudar, me acerque a el abrazándolo por la cintura que fue correspondido escondiendo su cara en mi pecho. Estaba temblando, más de lo normal y su mutación no era de gran ayuda. Lo abrace lo más fuerte que pude. Odiaba verlo así.

-Logan, los vi. Los vi, ellos hicieron esto- dijo sin levantar su vista mientras se aferraba más a mi. ¿Ellos? ¿De qué esta hablando?

-Max, ¿de qué hablas?- dije besando su cabello plateado. Max levanto su vista mientras lamía sus labios. Algo me estaba ocultando. Lo mire fijamente, el tomo aire y dio un gran suspiro abriendo sus labios.

-Centinelas. El gobierno implemento un nuevo programa para la captura de mutantes, en el cual, eran un enormes robots que se encargaban de exterminar a los mutantes. Logan, yo los vi. Yo vi sus diseños. Se supone que el programa fue dado de baja por violar los derechos humanos y esas cosas pero... Esa cosa era igualita a lo que había en esos jodidos diseños. Viejo, esa cosa nos vio y aventó esa rafaja de fuego para la cafetería. Yo solo hice lo que pude hace pero antes que lo viera desapareció- dijo preocupado bajando su vista. Sabía que el trabajaba en una asociación de mutantes que buscan la paz entre el ser humano. Sabía que lo enviaban a lugares peligrosos para rescatar mutantes y averiguar información. Sabía que Max conocía demasiadas cosas.... Pero nunca pensé que fuera de esa magnitud. Me había dejado perplejo. Si el había visto eso, solo significaba una cosa. Esto era guerra.

C. H. E. R. I. K: La entrevista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora