Better - YK / YS

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Algo golpeó su costilla. ¿Qué era? Miró al costado de donde provenía el golpe y encontró un zapato bastante conocido.

-Perturbas mi descanso.

Yoongi murmuró aquello sin pensar, dejando que su perezoso tono fuera escuchado y para Hoseok no fue nada extraña esa frase.

-Vamos, flojo. Levántate y hagamos algo.

Mientras hablaba, dejó una mochila directo en el césped, en el cual Yoongi se hallaba recostado, mirando las nubes.

-¿Qué haremos? Tiene que ser mejor que tener un descanso.

Aunque Yoongi parecía advertir, ya se estaba incorporando, peinando su cabello negro con los dedos, aunque se notaba aplastado en la zona que tuvo presionando contra sus brazos que servían como almohada. Hoseok lo notó y sonrió, pero no dijo nada, le gustaba verlo así, despeinado, como acabado de despertar.

-Dibujaremos.

Diciendo eso, Hoseok le entregó un cuaderno a Yoongi, pues llevaba las cosas de ambos en la mochila.

-Esta vez dibujaremos lo mismo, algo de lo que veamos por aquí.

Con eso se refería a cualquier cosa que se encontrara en los alrededores de ese campo abierto, no tan grande, donde iban a pasar un rato en sus vacaciones.

-Bien.

Pero, a decir verdad, Hoseok tenía la esperanza, que quizás era más una fantasía, de que dibujaran lo mismo.

Con sus lápices listos, comenzaron a trazar. Mientras el papel de Hoseok se llenaba de líneas y figuras geométricas más o menos regulares, el de Yoongi tenía piezas revueltas y redondeadas.

Al cabo de un rato, Yoongi había parado y volvía a dedicarse a contemplar el cielo. En sus pupilas se reflejaban las nubes de esa tarde de verano de sus diez años. ¿Cuántas tardes como esa había pasado junto a Hoseok? Demasiadas. Desde aquel día en el jardín de niños se hicieron inseparables, aún más cercanos de lo que ya eran. Todo había consolidado en una gran amistad.

En cambio, Hoseok tardó un poco más. Antes de que terminara, Yoongi quiso mirar su dibujo, así que estiró su cuello para mirar, logrando ver líneas que simulaban ventanas.

-¿Qué dibujaste?

-¿Quieres verlo ya? Esto es tardado, Yoongi. ¿Cómo es que terminaste ya?

Basándose en su pensamiento irracional de que seguro ambos dibujarían lo mismo, Hoseok se preguntaba cómo lo había hecho Yoongi. ¿Y en qué se basaba ese pensamiento? En que a ambos les gustaba dibujar, salir y ver los alrededores para inspirarse, en que comenzaban a visualizar sueños que, desde esa distancia, desde la inocencia que quedaba en sus infancias, parecían ser el mismo.

-Quiero ver qué es. Yo dibujé un árbol-. Mostró el niño de la piel más pálida, un árbol pequeño, rodeado por lo que parecía ser la sombra de un árbol mucho más grande.

-¿Árbol?

Hoseok enarcó las cejas mientras miraba aquella composición en el papel. Era muy bonito, pero le parecían dos árboles, no uno.

-Sí, ese de allá-. El árbol que señaló Yoongi era uno verde y lleno de vida gracias al verano, pero pequeño y rodeado de una cerca que lo distinguía por recibir mantenimiento del estado. -Mira, es pequeño porque no lo dejan crecer, pero ese árbol podría crecer grande, tan grande como quisiera.

De verdad que a Yoongi le emocionaba hablar de árboles, o tal vez le emocionaba hablar de pintura y dibujos, pero si le preguntaran, él diría que la razón de que hablara mucho en ese momento era Hoseok, siempre había creído tener más energía para alimentar a su voz cuando estaba cerca de Hobi, pues, por lo regular, junto a otros chicos era de lo más callado y reservado.

-Te enseñaré algo que de verdad es grande... tan grande como los hombres han querido.

Fue el turno de Hoseok para mostrar su dibujo, entonces dejó ver la réplica de un edificio que se alzaba a lo lejos, pero ahora pintada a lápiz.

-¿Es el edificio de ahí?- Yoongi señaló a la dirección adecuada, pero no dejaba de apreciar las líneas trazadas por Hoseok, tan limpias y casi perfectas, casi rectas, sobrias, elegantes, tan lindas que sintió que su árbol era inferior, pero no lo diría.

-Ese mismo. Lo puedes reconocer porque también eres bueno para esto-. Hoseok que bien conocía las inseguridades de su amigo, quiso mostrarle su apoyo, enmascarando las ganas que tenía por coincidir con él en sus creaciones.