Capitulo 5

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Sonó mi celular, me sobresalté con el sonido.
Busqué mi celular a tientas y atendí.

- ¿Hola? - dije con voz cansada.
- ¿Como se te ocurre irte sin mi? - la voz de Alex se escuchaba del otro lado de la linea.
- Perdona amiga, te vi disfrutando de la fiesta entonces no te avisé - respondí.
- Me hubieras dicho que te vas, me preocupé.
Colgó.

Faltaban dos horas para que tuviera que abandonar mi sueño, pasé todo el fin de semana recuperandome de la resaca. Alex esperó hasta hoy para llamarme, despertandome durante mis horas de sueño, hubiera preferido que me recriminara en el fin de semana pero seguro que ella habia tenido más resaca que yo.

Puse el despertador para no quedarme dormida durante esas dos horas restantes.

Finalmente, sonó el despertador. Me desperté y me vestí, hice todas mis necesidades y me fui a la parada del autobus.
Llegué al colegio y me dirigí hacia el salón de clases, vi a Alex sentada pintandose la uñas mientras mascaba chicle.

- ¿Que onda amiga? - le dije a Alex mientras dejaba mis cosas a un costado.
- Todo perfecto, que buena que estuvo la fiesta.
- Pues si, no se - dije mientras jugaba con un mechon de mi pelo.
- ¿Conociste a alguien?
- No... pues si, al hermano de Tiffany.

Alex enarcó una ceja.

- ¿Te gusta?
- No, apenas lo conozco.

Alex soltó unas risitas.

Sonó el timbre, los demás entraron al salón.
Entró el director, acompañado de una chica.
- ¡Buenos días! Ella es Morgan, va a estudiar con nosotros.
La saludamos cordialmente.
- ¿Emma? - me llamó la profesora.
- ¿Si? - respondí.
- Morgan y tu van a ser nuevas compañeras de pupitre.
Alex y yo nos miramos.
Asentí.
- Alex, tu te vas a sentar con Kalissa - dijo señalando su asiento.
Alex asintió y se dirigió al banco de Kalissa.
Morgan se sentó a mi lado. La miré pero no le dirigí la palabra, ahora la veo mejor.
Morgan tiene el pelo por arriba de los hombros de color negro, con mechones celestes por el lado izquierdo y violetas por el derecho.
Terminó la clase y salimos del salón.

- ¡Alex! - la llamé.
- Che, Emma ¿No te parece rara esa chica nueva?
- No se, no la conozco del todo.
Kalissa se acercó a nosotras.
- ¡Hola chicas! ¿Que tal la nueva estudiante?
- No está tan mal.
Alex hizo un gesto de asco.
Kalissa tiene el pelo castaño oscuro con ojos marrones y tez trigueña, era casi de mi misma estatura.
- Voy al baño, ya regreso.

Me dirigí al baño, al entrar vi a Morgan mirandose al espejo.

- Hola - saludé.
- Hola - respondió.
- ¿Qué te parece la escuela? - pregunté tratando de ser amigable.
- Bien - respondió en tono cortante.
- ¿Por qué te cambiaste de escuela?
- Repetí los últimos dos años, no me aceptaban en ninguna escuela para volver a cursarlos.
Asentí con la cabeza.
- Disculpame, tengo que irme - Morgan abrió la puerta del baño y salió.

Me miré al espejo, todavía tenía el maquillaje de la otra noche. Enjuagué mi rostro y salí.

Era hora de irme a casa, no había visto a Tiffany en todo el día, salí afuera del colegio y vi a Josh.

- Hola Josh - lo saludé.
Tenía la mirada fría y perdida.
- Hola.
- ¿Que ocurre?
- Tiffany... no volvió a casa.
- ¿Que? ¿Desapareció?
- No sabemos que habrá pasado.
- Josh, no se que decirte... lo siento, ¿vas a ir en su busqueda?
- Como hermano mayor se supone que debo cuidarlo.
- No es tu culpa - lo abracé.
Lo miré y sus ojos mostraban confusión y preocupación.
- Mis amigas y yo vamos a ayudarte a buscarla.
- Gracias Emma, sos una buena amiga.
Le sonreí.

¿Habran secuestrado a Tiffany? Aunque ella y yo no fueramos tan amigas me preocupaba.
Caminaba en dirección a mi casa, cuando de pronto siento unos pasos detrás mio.
Me di vuelta repentinamente pero no había nadie.
Seguí caminando pero esta vez con más prisa.
De repente, un perro salió corriendo hacía mi.
Comenzó a ladrarme y comencé a correr.
El cielo se tornó con unas nubes grises y un estrepito sonó en mis oidos, comenzó a llover.
- ¡Ay!
Había mordido mi pierna.
Me caí, y los cuadernos se me cayeron a un charco de agua.
- Mierda - suspiré.

Pude llegar a ver una silueta de una persona, que se escondía tras un muro.
No tenía miedo, no eran tan común en mi.
¿Quién era?
Estaba demasiado mojada como para pensar en eso, estaba a una cuadra de mi casa asi que me levanté y caminé en dirección a ella.

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