Era una noche helada. Las luces brillantes de la ciudad no dejaban ver las estrellas y el silencio se había extinguido gracias a los vehículos y gente que circulaban por las calles.
La luna se dejaba ver por encima de la movida ciudad, a través de las cortinas de la habitación del hotel. Viktor se encontraba desparramado sobre el colchón mientras su pecho subía y bajaba suavemente debido al sueño que estaba teniendo.
Mientras que, por otro lado, Yuuri miraba desde su cama la ciudad por la ventana, a través de las delgadas cortinas. Sus manos tomaron la almohada con fuerza, tratando de ignorar esa sensación de incomodidad en su pecho.
El peso leve de su anillo que descansaba en su dedo le hizo recordar todo lo que podría perder si no ganaba el GPF. Fue eso lo que hizo que sus nervios despertaran, negándole el dormir en el proceso.
De repente, la luz de la ciudad que se filtraba en la habitación se sentía demasiado brillante, haciendo que Yuuri cerrara los ojos con fuerza, tratando de bloquear la luz, sus pensamientos y sus nervios. Cuando eso no fue suficiente, se recostó, colocándose en posición fetal y presionando su rostro contra la almohada. La opresión en su pecho parecia deslizarse hacia sus pulmones haciendo su respiración irregular.
Se dio cuenta de que mañana, podría ganar todo lo que nunca se había dado cuenta que quería, o, todo podía alejarse de su alcance, para nunca más volverlo a atrapar.
¿Qué haría Viktor si perdiera? ¿Volvería a Rusia o se quedaría con él? Si no ganaba, Yuuri temía que el Viktor que había permanecido con él en estos últimos meses, desapareciera. Que volvieran a ser nada más que extraños. Donde Yuuri sólo podía idolatrarlo a distancia y Viktor ni siquiera sepa de su existencia. Nunca antes había tenido algo que perder en una competición aparte de su carrera de patinaje.
Con el corazón acelerado a lo que parecía una velocidad imposible, se quedó sin aliento mientras intentaba inútilmente por calmarse. Los pensamientos se volvían cada vez más y más abrumadores. Nunca se había sentido tan nervioso antes y estaba entrado en pánico.
-"No puedo perder"- murmuró agitado contra la almohada.-"Esta es mi única oportunidad para demostrarme a mí mismo y a Viktor, que no puedo perder por ninguno de los dos".
Mientras Yuuri se aferraba a su camisa, presionando su mano contra su pecho- tratando de hacer que el pánico desapareciera- no pudo oír el crujir de la cama a su lado debido a un peso que se levantaba del colchón. Para que luego, unas pisadas se acercaran en su dirección. Una suave y cálida mano se posó sobre su espalda con suavidad mientras la cama se sumergía ligeramente hacia un lado con un nuevo peso.
Los pensamientos abrumadores en la mente de Yuuri parecieron calmarse poco a poco ante el repentino contacto
-"Puede que no sea el mejor entrenador... pero Yuuri, no hay duda de que vas a ganar"- el tono de Viktor fue suave y cariñoso.- "He conocido a un gran número de patinadores en mi vida hasta ahora y aún así nunca he visto tal pasión en sus ojos como en los tuyos, tu amor por el patinaje es el mismo que el de todo un universo".
En el instante en que escuchó esas palabras, levantó el rostro de la almohada y unos brazos lo abrazaron por los hombros, presionándolo contra el pecho del albino. Su boca se abrió y sus mejillas tomaron un carmesí, mientras Viktor se aferraba a él como si tuviera miedo de soltarlo.
-"¡V-Viktor!"- exclamó, temblando ligeramente.
El cálido aliento del ruso le hacía cosquillas en su cuello. A pesar de sentir su rostro arder cada vez más, se había calmado, abrazándolo también. Los dos se mantuvieron así por un momento, en un silencio cómodo para ambos, hasta que Viktor lo fue recostando lentamente quedando ambos acostados uno junto al otro en la cama.
Viktor cerró los ojos, sacudiendo levemente su cabeza para hacer desaparecer su propio rubor que había pasado desapercibido gracias a la leve oscuridad de la habitación; aún abrazando a quien le había hecho recordar lo que era el vivir y amar de nuevo.
Mientras que Yuuri, con sus pensamientos ahora más tranquilos al sentir la calidez de la persona que más amaba, se acurrucó inconscientemente en el pecho del mayor sintiendo como el cansancio llegaba a él.
-"Gracias...Vitya"- Su voz se escuchó como un susurro cuando su respiración se suavizó.
No muy lejos de tener sueño, levantó un brazo y pasó los dedos de su mano con ternura por los cabellos azabache. Sus ojos azules miraban a Yuuri de tal manera que nadie más había tenido la suerte de presenciar antes. Continuó con esas caricias hasta que Yuuri cayó en un sueño profundo. Tiró de la manta cubriendolos a ambos y plantó un casto beso en la frente de Yuuri.
'No tienes que preocuparte por perderme, Yuuri'-pensó.
-"Porque no pienso alejarme de tu lado."
Y así, el par permaneció abrazado hasta la mañana. Donde ambos se levantaron con una sonrisa confiada y más segura que la noche anterior.
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.Me disculpo enormemente, no sé qué paso, pero aparte de seguirse mezclando este drabble con otro, mi perfil de wattpad aparecía como que nunca había publicado ninguna historia (Casi me infarto al ver esto). Así que disculpen si ya van como 4 veces que les aparece como que he actualizado
Enserio, lo siento ;-;. En fin, el drabble ya está arreglado (creo y espero), así que ahora si se puede leer!
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Pequeños momentos
FanfictionPorque son esos pequeños momentos los que importan, esos que nadie más puede ver, solo ellos dos. [Serie de drabbles, cortos y con algo de azúcar (?]