Capitulo V

28 7 1
                                    

- ¡Vamos a un bar! - Exclamó Mili.
- Me parece una excelente idea- Dijo otro de los chicos que estaba con nosotros.
Así uno a uno aprobaron la propuesta de Mili, así que no me quedó más que aceptar a pesar de que no me sentía a gusto con mi vestuario.

No le había prestado mucha atención a los chicos, hasta que uno de ellos, logró captar toda mi atención, era un muchacho de tez blanca y cabello negro, con una hermosa sonrisa ¡Oh Dios, sí que daba gusto verla!

En un momento determinado de la noche, el se acercó hacía mí.

- Oye, deja ese celular, la noche está hermosa - dijo entre risas - Mi nombre es Emilio ¿Y el tuyo es...?

Me pareció un poco impulsivo, pero igual accedí a platicar con el.

- Me llamo Andra. Es un gusto Emilio, y si... Efectivamente es una hermosa noche, aunque si mi alergia al cambio climático no falla, pronto llegará una pequeña lluvia.

- Woow - dijo Emilio - Veamos, si está noche termina con una lluvia, te regalo un trago

Al cabo de diez minutos, comenzó una gran tormenta eléctrica, prefería estar abajo de mi cama escondida a estar en la calle con tremenda lluvia, los rayos rodeaban el cielo de lado a lado, hubiese sido hermoso si no les tendría tanto miedo.

- Bueno Emilio, me parece que me debes un trago.

- El asintió y fue por un trago con menta.

Mi celular sonaba, pero decidí no responder a los mensajes, prefería conocer un poco más a este chico de hermosa sonrisa, podriamos tener una hermosa amistad.

- Andra, aquí tienes tu trago, entonces Cuéntame ¿Qué edad tienes?

- Pues tengo 21 años. No pareces mucho mayor ¿Tú que edad tienes?

- Tengo 23, no es tanta la diferencia.

La charla continúo, me contó su amor por los deportes, yo había sido una chica fitness asi que entendí su adoración por verse bien.

En toda la conversación no pude dejar de mirar sus labios, tenía una sonrisa cautivadora y no era lo único positivo en el, también tenía una personalidad firme, un Estado físico excelente y para su edad había madurado lo suficiente.

Ya casi era hora de irnos, Mili ya se había retirado hace bastante con su novio, se fue con la escusa de que se sentía mal, Emilio se ofreció a llevarme a casa, acepte. Una vez que llegamos, intercambiamos números, al despedirse quedamos a punto de darnos un beso, pero no... No era todo tan fácil, me di vuelta y entre a casa saludandolo una vez más pero con la mano, el alcohol había hecho un poco de efecto, prendí un cigarrillo y al terminarlo me acosté.

Pensé.. ¿Me enviará mensajes Emilio?

Una Nueva Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora