Habían pasado cuatros días, ya entendía los mensajes de la biblia.
El pergamino dorado brillo, brillaba cada mañana y cada noche. Se dirigió a el y leyó :
"Querido Dante :
Ya sabes interpretar los mensajes de la Biblia, ahora dirígete a la Gran Cortina y desciende hasta el Circulo Cuatro, llegando recibirás lo que debes hacer,
Buen trabajo"
- Me llego la hora, bueno acá vamos.
Abrió la puerta, esta vez con una túnica celeste ; la única ropa que existía eran túnicas de colores; y camino por lo que vendría ser Circulo Uno hasta que llego a la Gran Cortina y vio los ocho círculos. ¿Cuál era el Círculo Cuatro?
Salto al vacío y comenzó a bajar despacio, en verdad se lanzo a cualquier circulo haber si llegaba al C 4. Después de unos minutos bajo a un gran círculo, ¿Este es el Circulo Cuatro?
- Hola
- Hola, que tal ¿Eres nuevo?
- Si - respondió Dante.
- Bienvenido, bienvenido al Circulo Cinco.
- ¿Circulo Cinco?
- SI -contesto su interlocutor- ¿Vienes al Circulo Cinco o te has confundió?
- Si soy del Circulo Cuatro, ¿Como llego allà?
- Suele pasar amigo, mire de arriba de izquierda a derecha es del 2 al 8, vuelve a subir y dirígete a tu circulo, que te vaya bien.
- Bien, muchas gracias.
Volvió subir y bajo al Número Cuatro.
No era tan similar al Circulo Capital, era distinto, una Iglesia muy grande al centro y alrededor de ellos algunos cuartos, habían también otras edificaciones grandes. Al costado de él habían diversos pergaminos con nombres, busco el suyo.
"Querido Dante:
Ahora están acá, en el Circulo Cuatro, la gente acá no conoce mucho de la Iglesia y ni de la Biblia. Es ese tu trabajo, tu predicaras en la fila 1, 2 y 3. Avanzaras de poco a poco y con tu objetivo.
Buen trabajo."
Decidió explorar primero el Ambiente, eran filas grandes muy grandes y al parecer todos tenían una misión especial, todo por querer ascender. Vio las filas que les tocaba: 1, 2 y 3. A todos ellos le tenia que enseñar su trabajo, a simple vista estresaba ver lo mismo y le estresaría mas todo su trabajo.
Se dirigió al centro del Circulo donde se hallaba la Iglesia, entro al interior y se persigno, lo hizo por que al ver al resto de las personas quienes ingresaban se persignaban . Estaba muy decorada, a gusto de la vista, los muebles eran muy buenos.
Salió de la Iglesia y siguió explorando, vio las edificaciones todas distintas.
"Bueno es hora del trabajo supongo"
- ¿Es usted un predicador ?
- Sí, soy el predicador
Paso adentro, el cuarto era igual que el suyo, tal vez un poco más grande y alto. Aunque hay no había un espacio en su pared para el pergamino dorado, deducio que todos los cuartos eran iguales que al que había entrado,
- Soy Dante y desde ahora predicare aquí, en el Circulo Cuatro.
- Que bueno hermano Dante, me llamo Juank y recibiré la palabra.
- Comencemos...
....
- Gracias hermano Dante, vaya en paz.
- Que Dios le bendiga.
"Es increíble que haga esto, bueno todo sea por conocer si existe en verdad el Paraíso"
Y así siguió, visitando cada habitación y predicando. Todo esto iba ser una rutina y no solo ese día si no todo las semanas, meses, años tal vez nunca saldría.
- Es increíble que por tan semejante trabajo no te pagasen, eh ¿y a donde voy a comprar acá? No hay nada acá, como extraño la comida, mínimo mis músicas. Vaya que cansancio.
Había por hay una banca, reposo un instante y observo a sus costados predicadores también que se tomaban un ligero descanso. Después de media hora siguió con su trabajo.
El cielo oscureció (no había noche) y era hora de regresar a su habitación. Se dirigió al punto, tomo su pergamino, pero no sabía como volar así que se detuvo para ver como los demás ascendían. Eran tan simples, solos pararse firme y alzar la mirada.
- ¿Tan simple? , esperaba algo más sostificado jaja.
He hizo lo mismo. Y vio como en el transcurso los demás ascendían también al Circulo Mayor.
Buenas noches San Pedro...
- Buenas noches hijo.
"Vaya como me escucho ja"
Cinco días después...