Taehyung vio como el resto del grupo se iba. Desvió la mirada hacia los técnicos y se llevó las rodillas al pecho, encogiéndose en la silla de plástico que habían puesto ahí para ellos. Cerró los ojos agotado y apoyó la cabeza sobre sus piernas. Lo habían dejado solo. No le importaba y se los había dicho, porque sabía que ellos tenían que descansar, pero la verdad es que su corazón se había resentido un poco cuando se fueron y ni si quiera se ofrecieron a esperarlo.
Ya eran las dos de la mañana y también quería irse. Se sentía mal, además de cansado, sentía un gran malestar en el cuerpo, pero todavía no podía hacerlo. A él le faltaba una escena por grabar.
Oyó como el agua se sacudía y su estado de ánimo decayó más todavía. No tenía ganas de salir empapado:
- Taehyung –lo llamaron desde lo alto-. ¿Estás listo?
El susodicho asintió y se levantó de la silla. Al dar el primer paso, un fuerte mareo lo sacudió haciendo que se le nublara la vista unos segundos y justo cuando apoyó el pie perdió el equilibrio.
Unos fuertes brazos lo rodearon y pegaron su fría espalda a algo que le resultó muy cálido al instante. Alguien lo había salvado de una caída no muy agradable:
- TaeTae –la suave voz de su amigo detuvo su corazón.
- ¿Jimin? –lo miró confuso-. ¿Qué haces aquí?
- Esperarte para irnos a casa –le sonrió con dulzura.
- N-o tenías que hacerlo –se avergonzó por la cercanía en la que se encontraban sus rostros.
- Eres mi mejor amigo, Tae. No puedo dejarte aquí solo.
- Gracias, ChimChim –sonrió contento.
Estaba muy feliz de que Jimin se hubiese quedado a esperarlo a pesar de lo cansado que se encontraba:
- Vamos, Taehyung –volvieron a llamarlo.
- Voy –contestó separándose de él.
Suspiró con pesadez y se encaminó de nuevo hacia allí. Aquel mareo lo había dejado peor. Le dolía la cabeza lo suficiente como para explotarle y tenía que parpadear varias veces para poder enfocar las cosas. Las direcciones de los pies eran confusas y se dio cuenta de que eran notables cuando Jimin lo sujetó por el brazo:
- Tae, ¿estás bien? –cuestionó preocupado.
- Sí, no te preocupes –dijo sin importancia.
- Déjame v... -fue a llevar su mano a la frente contraria pero el castaño apartó su rostro.
- Estoy bien, en serio. Voy a terminar ya para irnos.
- Taehyung estás pálido y sudas, no puedes estar bien –frunció el ceño.
- Será por el cansancio, tengo sueño –dijo sin importancia alejándose de él antes de que le siguiera replicando.
- ¡Taehyung! –le dijo enfadado.
- Está bien, Jiminie. No te preocupes –le sonrió desde arriba.
Jimin observó con mala cara toda la escena. Taehyung asentía a cada instrucción de la escena y cómo debía ser el ángulo. Él no estaba bien, pretendía estarlo para que no se preocupara, pero lo conocía lo suficiente como para saberlo.