Capítulo 11- No me dejes, no te vayas.

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Ana

Avanzamos por entre la gente camino a la entrada de la fiesta, dónde se supone que está mi cuñadito Jesús.

Desde que salimos de los aparcamientos Dani me tiene cogida de la mano y conforme vamos caminando, con el dedo pulgar, me va acariciando esta con suavidad y ternura.

Hay veces que me pongo a pensar que no me quiere, que soy un estorbo para él y para su carrera musical, que soy poca cosa, poca persona para una tan grande y bella como es él, pero luego pasan cosas como las de hoy, pasan esas cosas que le dan un vuelco completo a mis pensamientos y cambio totalmente de opinión, y es que por mucho que diga la gente que hay que vivir la vida, que son dos días... lo que hay que vivir de verdad son los pequeños momentos con tu familia, amigos, compañeros o pareja. Esos pequeños momentos son los que marcan la diferencia y los que recordaras siempre, pase lo que pase y pese a quien le pese. Porque son esos momentos los que te hicieron felices y al recordarlos te sacaran millones de sonrisas.

Ya casi estamos en la puerta de la gran nave donde se celebra la fiesta y de entre la gente vemos una cabeza morena con un tupé bien peinado, vestido algo similar a Dani y con una rubia pollo, de raíz más negra que el tizón, justo a su lado acompañándolo.

-No se la ha podido dejar en casa ¿no?- Le digo a Dani y justo cuando va a hablar le interrumpo.- La ha tenido que traer para tocar un poco los huevos.

-No te cabrees Ana.- Me dice él muy relajado.

-Que no me cabree dice JA, Dani que yo sepa así no se recupera a la persona que quieres.- Me estoy empezando a sulfurar.

-Pues ya pero que quieres que le haga si él es así, además, parece que quieres que te recupere a ti en vez de a Celia y también parece que estás celosa de Bárbara, deja al mundo vivir ¿no?- ¿Y a este que le ha dado ahora?

Esta fue la gota que colmó el vaso.

-¿Qué deje al mundo vivir? ¿Qué tengo celos de Bárbara? ¿Pero qué me estas contando tío?- Estoy indignada, no, muy indignada.

-Pues eso, que te preocupas más por lo que hace Jesús que por nosotros, que estas todo el santo del día con que dónde está Jesús, que si ha roto ya con Bárbara, que si esto, que si lo otro y a mí me tienes ya harto.

-¡Yo sí que estoy harta de tus niñerías y tus gilipolleces Dani! ¿Cómo puedes pensar eso? Madre mía... si yo me preocupo por él y por su relación con Celia es porque son mis amigos y quiero que sean felices y se lleven bien. Otra de las razones es que si le doy un consejo es para que por lo menos se caliente la cabeza con él, no para que pase olímpicamente de mí y la última razón es que no me cae bien esa tal Bárbara y no quiero que mi mejor amigo esté con ella, encima, queriendo a otra, que es mi mejor amiga. ¿Te queda claro ya o te hago un croquis cariño?- Tras mi discurso triunfal me voy hacia Jesús y la estúpida de su novia, dejando a Dani paralizado en el sitio y sin ningún argumento.

Con lo bien que iba la noche y fíjate.

Ya está aquí, ya llegó, la porculera de turno a la ciudad.

No me llames así eehh.

Cállate.

Llego, por fin, a la altura de Jesús y Bárbara.

-¡Hola chicos! ¿Qué tal estáis?- Les pregunto intentando aparentar que estoy animada.

-Muy bien compi de clase.- Me dice la pelo-poni que tengo delante.

-¿Qué te pasa? Vienes muy animada ¿no?- Me dice Jesús.

-¿No puedo estarlo o qué?- Le contesto sonando más borde de lo que quería.

La Chica De La Gasolinera II ⛽ {GMLRS}© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora