I Can't Decide [Bill Cipher | Tomás]

4. Todo a cambiado. [Part.1]

Hey 7u7.

Como ya sabrán, esta historia es más SVTFOE, pronto vendrá el GF.

Así que este cap se parecerá un poco al de la serie en donde Tomás sale por segunda vez.

Para ser específicos: el sr. Candle se preocupa.

Aquí está su cap 7u7.

—¡no, Marco! ¡no pongas ese...!— ya era demasiado tarde, los tres estábamos completamente llenos de vomito de unicornio.

Si, vómito.

¡Hola, terrícolas! Mi nombre es Mia Díaz, una ex-guerrera del reino de Changing Creek. Mis padres eran unos locos homicidas y me enviaron aquí, a la tierra 1 donde mi misión principal era acabar con la familia Díaz original. Después de un par de días haciéndome pasar por una adolescente de intercambio, noté que había algo raro con esta familia. Lo raro era, que ellos eran solo una familia normal. Se amaban, y cuidaban, algo que nunca había presenciado con mis ojos. me adapté, y poco a poco me fui olvidando de mi plan inicial. Pase unos tres años con ellos, hasta que llegó otra chica a la casa de la familia Díaz. "Star Butterfly" una princesa mágica de otra dimensión, esa princesa que había odiado tanto como a mi reverse, Marco Díaz.

Y, ¿Quién lo diría? ahora estaba viviendo en un sueño, con una mejor amiga un tanto peculiar y un casi gemelo experto en karate que nos sobre protege.

Si, esta es mi rara e inquietante vida.

—Les dije que dejarán de jugar con ese bebé unicornio— nos reprimía Marco mientras se quitaba la chaqueta y la tiraba a la basura.

—Era tan tierno— el puchero de la rubia me hizo gracia. Ella siempre hacía esos gestos cuando trataba de salirse con la suya.

El castaño solo sonrió y puso los ojos en blanco. Me tiré en su cama, con un brazo cubriendo mis ojos. Desde hace unos días no me sentía realmente bien, desde la noche de la luna roja me sentía incompleta, sentía un hueco en el pecho y algunas veces me hacía sonámbula en la noche, y terminaba en el mismo lugar; el balcón del cuarto de Marco.

Ya me había disculpado infinitas veces con el, pero mi hermano solo se veía preocupado, no molesto. Como ahora mismo, mi estómago tenía un hueco y me sentía mareada, también podía sentir la mirada preocupada de el castaño sobre mí.

—¿Qué me ves, Díaz?— dije en voz baja, pero asegurándome de que el pudiera escuchar. Todavía tenía mi brazo en mis ojos, mientras el susurraba algo.

—Te notamos enferma, Mia— hablo Star con tono de preocupación. Descubrí mis ojos, sintiendo la luz cegándome.

—¿Yo? ¿Enferma? ¿¡Acaso bromean!? ¡Me siento de lo mejor! — Una tos no me permitió seguir hablando.

—Deberíamos ir al doctor...

—¡Ni loca! ¡Vamos, es solo un resfriado! Debemos apurarnos para llegar a la escuela.

Asintieron no muy convencidos, mientras yo rodaba los ojos. Son unos exagerados.

Ya cuando habíamos tomado nuestras cosas, salimos al instituto a paso lento, mientras hablábamos de cosas sin sentido. Marco se paró de un momento a otro, con los ojos como platos.

—¿Pasa algo, Díaz?— pregunte al ver su cara de susto.

—¡Lo olvidé por completo!¡Hoy es el día en que el psicólogo de la escuela nos indica nuestra carrera!

Ah, lo había olvidado por completo. Hoy, la escuela traía a un psicólogo que nos decía a donde pertenecía nuestro futuro. No le tomé tanta importancia, pero al parecer Marco si estaba totalmente interesado en saberlo.