III

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Anoche no pude dormir bien, después de pedirle permiso a mi mamá para que me dejara ir a la fiesta de hoy, salí directo al instituto, no podía dejar de pensar en Adam, en sus palabras, en la forma en que se movían sus labios. Me he estado fijando mucho en cada detalle, la forma en que se manda el pelo hacia atrás con la mano, aún teniéndolo perfecto, como se muerde el labio inferior cuando no entiende algo, como entrecierra los ojos cuando sonríe, realmente era el chico más guapo que había visto.

-Mírate esas ojeras, ¡estás hecha una miseria niña! - Me dijo Sophie entrando al salón y sacándome de mis pensamientos - lo sé... anoche no pude dormir muy bien- respondí como si tuviera pena, pero realmente era cansancio - Más te vale dormir cuando las clases se acaben, porque a la fiesta tienes que ir, no me puedes dejar - dijo haciendo pucheros para luego reírse - no te preocupes Sophie, ahí estaré - respondí riéndome mientras sacábamos nuestros apuntes ya que el profesor había entrado.

Aún faltaban cuatro clases más, a la hora de la comida solo decidí tomar un café pero ni eso me despertó, al finalizar entramos a Geometría con Charlotte, ella también era parte del grupo, nos sentamos juntas a esperar a que llegara el profesor, - Chloe dime qué vas a ir a la fiesta de esta noche - dijo suplicándome con las manos - Claro que iré, sino Sophie me mata- dije y ambas nos empezamos a reír al unísono, Charlotte miro confundida detrás mío - ¿qué pasa? Dije volteándome y encontrándome con el señor Maxwell haciéndome algún tipo de sonrisa coqueta, diría yo, solo sonreí y me volteé de nuevo, -le gustas, es obvio- mencionó Charlotte al ver que me quedé distraída- ¿¡Que!? No, obvio no, los profesores pueden sonreír y no significa nada - trate de excusarme - si, pero no todos sonríen de forma picara, además no está nada mal, es uno de los profesores más guapos del instituto - En eso no mentía Charlotte, realmente era muy guapo, pero no era mi estilo - Más bien pongamos atención - dije con una pequeña risa a la cual ella correspondió.

El resto de las clases pasaron con normalidad, lo único raro es que no vi a Adam en todo el día, al parecer no vino y de alguna u otra forma me sentía más cómoda al saber que si no vino al instituto, no iría a la fiesta, no sabría cómo verlo después de lo de ayer.

Ya me dirigía camino a casa, iba con Sophie a un paso demasiado lento, ella se quejaba de que yo caminaba muy rápido, pero ¿no les fastidia que caminen con lentitud? A mí si, así que siempre lo tuve de costumbre. Sophie hoy está muy contenta, pude notar que anduvo con una sonrisa todo el día en su rostro, por lo cual me sentía muy feliz, las personas buenas necesitan momentos de felicidad aunque sea por un rato.

-Te veré esta noche Chloe, no me falles, me dijo Sophie ya al llegar a su casa - ¡Te lo prometo! - Le grite y ya que vivíamos a 2 casas me fui esa cuadra corriendo, al llegar a mi casa no encontré a mi mamá, subí a mi cuarto y encontré una nota diciendo que llegaría a eso de las 7:00 pm, me tire en mi cama, empecé a ver una película hasta que me quede dormida, desperté a las 6:15 y mi celular empezó a sonar, -¡Wao!- fue lo que salió de mis labios al ver 15 llamadas perdidas, 8 de mi mamá, 4 de Sophie y 3 de... ¿de Adam? ¿Como es que Adam consiguió mi número? Regresé llamadas, la primera fue mi mamá y me llamaba para ver si había almorzado y llegado bien del instituto, después a Sophie que me llamó para recordarme la fiesta y por último llame a Adam el cual me dijo que se preocupó porque no le contestaba y era para saber si iría a la fiesta, ese chico está causando cosas en mi que no las entiendo. Le pregunté cómo había conseguido mi número y como era de esperármelo Sophie se lo había dado.

8:00 pm, mi mamá ya había llegado, me ayudó a maquillarme y ya estaba lista para la fiesta, le dije que fuera a dormir tranquila que yo me quedaría en la casa de Sophie, bajé a la cocina
y me serví un vaso de jugo, al rato llegó un mensaje...

Adam: Estoy al frente de tu casa, sal y llegamos juntos a la fiesta, no te pongas más guapa, creo que ya no es posible. 😏

No podía creer lo que estaba leyendo, Adam Wesley a logrado alterarme de una forma tan impresionante y en tan poco tiempo, es muy guapo, pero muy misterioso. Decidí no tomarme el jugo y salí a toda prisa encontrándomelo a punto de tocar, -Que tardanza, pensé que ya te habías ido y sin mi, eres una mala persona - mencionó haciendo un par de pucheros - ¿Disculpa? Hasta donde yo tengo entendido el mensaje me lo enviaste hace menos de dos minutos y nunca quedamos en irnos juntos - dije con risa de por medio - ¡grosera! Me hieres - correspondió a la risa.

Salimos de mi casa y en lo que nos demoramos en caminar la cuadra, no mencionó ni una sola palabra, solo miraba al suelo y de vez en cuando lo descubría viéndome, hasta que decidí romper el silencio tan incomodo que habitaba en nosotros, - ¿Por qué no fuiste hoy al instituto? - dije frenando para acomodarme el zapato - Tuve que hacer muchas vueltas, además quise dormir bastante para estar activo esta noche como se debe, - Mencionó poniendo su brazo por encima de mi hombro a lo cual yo me quedé mirándolo sorprendida pero sin decir ni una sola palabra más hasta llegar a la casa de Sophie.

La fiesta estaba muy bien, la mayoría de la gente estaba bailando, mientras yo me encontraba respondiendo mensajes, ¿De quien? De Adam, no entiendo por qué no me hablaba cara a cara, estaba con un grupo de chicos y tan pronto los vio se fue y solo me escribe por WhatsApp.

12:00 pm, decidí salir a tomar un poco de aire, en mi camino solo encontraba muchachos besándose, otros metiendo drogas, otros borrachos, otros ya manoseándose - Al menos tengan privacidad- me dije para mi misma. Al encontrar un muro de piedras decidí sentarme, no fue tanto problema como le sucede a Sophie, ella es muy pequeña, mide 1.57 mientras que yo 1.70. El cielo estaba realmente hermoso, se encontraban demasiadas estrellas y una preciosa luna llena.

-Así que aún dejan salir a las niñas lindas y que se portan bien a media noche y que un príncipe las encuentre- escuché decir a mis espaldas, me volteé y encuentro a Adam - ¿no se te hace muy infantil lo que me estás diciendo?- mencione con un poco de burla - Creí que eras de esas chicas que les gusta lo romántico y que les hablen bonito - habló como si estuviese decepcionado - De pronto tienes que esforzarte para ver si me gustan las cosas románticas o no, además ¿eres tú mi "príncipe"? -Le pregunté con burla - Más bien vámonos ¿si?- dijo con una sonrisa a lo cual asentí dudosa, no sabia a que se refería con "vámonos" ¿y si es un asesino en serie? Nah, solo son ideas mías.

Después de una larga caminata, en verdad larga, ya que era la 1:30 am nos encontrábamos en un parque, solo estábamos el y yo, iluminados por la luna y por unos cuantos faroles, nos dirigimos hacia unos columpios, realmente no tenía miedo, a pesar de estar tan solo y con alguien que aún no conozco a fondo, se sentía bien, empezamos a hablar de puras bobadas, temas sin sentido y cosas chistosas.

Me sorprendió ver este lado de Adam, no pensé que fuera así, a parte que se ve el típico chico malo pero no lo era. Tiene una sonrisa realmente hermosa y ojalá la mostrara todo el tiempo.

Aunque todo estuviese yendo perfecto había algo que aún no cuadraba en mí respecto a Adam y decidí preguntarle -¿Por qué ahora si me tratas tan bien y me dices cosas lindas cuando al inicio fuiste todo grosero?
-Chloe, las personas no deben saber nunca como eres realmente, porque si lo hacen te lastiman, siempre te lastiman.
-¿Y entonces si realmente eres así? Por qué si te estás mostrando conmigo?
- Tu eres distinta, tú tienes una nobleza y una inocencia tan perfecta, que no puedo creerlo, necesito encontrar algún defecto en ti, pero simplemente no lo veo.
- Yo no soy perfecta... yo solo soy una chica corriente, una marginal de 16 años- dije levantando mis hombros y soltando una pequeña risa.
- Ante mis ojos eres lo más bello que he visto, estás en mis pensamientos las 24 horas del día desde que te conocí.

No respondí nada a ese comentario, simplemente le cogí la mano y le di un beso en la mejilla, ya era hora de irnos, sino Sophie se preocuparía por no encontrarme.

El camino de regreso fue silencioso pero nada incómodo, caminábamos cogidos de la mano y solo sentí como en algunos momentos el la apretaba, como para ver si realmente estábamos así, juntos, la apretaba como si tuviera miedo a que se la soltara y realmente me encantaba esa sensación.

Faltando unos cuantos pasos para llegar a la casa de Sophie me soltó, me dio un beso en la mejilla y empezó a alejarse poco a poco de mi, no entendí nada realmente, solo se me hizo extraño e hice caso omiso y entre en busca de mi amiga.

¡No confundas amor con sexo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora