5) Epilogo

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Siete años después...


—Mamá ¿Has visto a Dylan?

— Hijo, Aiden se lo llevo a pasear con Francesca.

—Oh, no me aviso y yo aquí buscándolos como locos.

— Jajá hijo tranquilo, están con su padre... Yo ...quería hablar contigo, por eso le pedí que se los llevara.

—Mamá, dime que no es nada malo.

Me sonríe con ternura y acaricia mi cabello. Niega con la cabeza.

—Solo tengo que decirte que te extrañe tanto los últimos diecisiete años que te apartaron de mi lado, decirte que te amo, decirte que eres el orgullo de tus padres y que siempre quise nietos en el hogar y gracias a ti y Aiden los tengo... Solo decirte gracias, porque no me criticaste y supiste comprender que nunca te abandone como te quería hacer creer Alice.

Han pasado siete años desde ese día, ese día que nunca olvidare, en el que Aiden se dio cuenta que yo no era su hermano y que precisamente no necesitamos de una prueba para confirmar que era verdad. Mi cabello en realidad es negro y no rojo, no soy hijo de Alice ni de Martin, mis verdaderos padres son Rodolfo e Isabella. Mis facciones físicas no eran parecidas en nada con los de mis falsos progenitores, todo lo que usaron en mi fue magia negra. Elly hizo hechizos para ocultar mi olor, para que cuando me vieran notaran que me parecía a mis padres y Aiden.

Esto nos lo dijo Alice horas después de que Elly falleciera y todo el trabajo en mi desapareciera por completo. Ahora ella está muerta y Martin la acompaña, se mataron un año después dejando una carta donde decían que preferirían mil veces morirse a que ser torturados en la cárcel bañada de plata, también escribieron que querían a Aiden porque si era su verdadero hijo y que si en un momento, él pudiera llegar a perdonarlos por ocultarlo de su mate.

No lo hizo en aquel momento, lo hizo hace un año atrás. Despertó llorando, había soñado con sus padres quienes le pedían perdón y que fuera feliz no importa si fuese a mi lado, porque sí, ellos nunca me quisieron, por eso me maltrataban. Me abrazo tan fuerte que en voz alta les dijo que los perdonaba y que hablaría aunque fuese mentira bien a nuestros hijos de ellos.

Pasaron dos años en que nos dimos cuenta que cada uno tenía su manada y que si éramos mates tendríamos que juntarlas para poder ser feliz, cuando la manada Lado Blanco se enteró de esto se pusieron en contra, pero cuando escucharon los motivos comprendieron y aceptaron. Lo mismo pasó con mi manada Luna Oscura y como  ninguno quería llamarse por el nombre del otro, tuvimos que crear un nuevo nombre para la nueva manada dejando atrás los dolores, alegrías y tristezas de las antiguas manadas.

Lado Oscuro se llama ahora nuestra manada saben porque... No, no lo saben.

Lado porque todos teníamos un lado el cual elegir y seguir, y Oscuro porque todos aquí tuvimos un pasado doloroso y triste. No solo lo tuve yo si no también el Tío Ashton y el Tío Mateo. Al final los dos resultaron mates, Alice también uso magia para opacar el sentimiento por ambos, ellos adoptaron a un licántropo bebe que su madre murió y su padre era un alcohólico con mala vida. Están muy felices juntos con su hijo Luca.

Aiden y yo también somos padres hace tres años tras pero son nuestros hijos de nuestra sangre, gracias a la inseminación artificial un hijo de cada uno, solo nosotros sabemos quien es hijo de quién pero eso no importa son hermanos y se quieren tal cual son. Aún recuerdo cuando tuvimos nuestra primera pelea por una chica, que se me tiro encima a besarme y justo llega mi lindo novio y nos ve.

- Theodore cuanto tiempo sin verte- no te conozco.

- Oh hola, disculpa pero me tengo que ir.

Lado OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora