Poco a poco consigo levantarme después de partirle el casco a mi antiguo maestro. El laser había hecho saltar chispas por el suelo, que desaparecieron enseguida.
-Ahsoka.
Esa voz me paralizo. Una voz que hacía tanto tiempo que no escuchaba. Que me ponía los pelos de punta y hacía que esos recuerdos que con tanto cariño había guardado saliesen de nuevo a la luz.
-Ahsoka, ayúdame!
-Anakin, yo...
-Ahsoka por favor, no podre aguantar mas así. Escúchame, necesito tu ayuda.
Le miro a los ojos, ya no los tenia amarillos eran azules, mis ojos empezaron a inundarse. En ese momento me vinieron a la mente todos los recuerdos de cuando aun era una padawan. Me acerco cuidadosamente y le ayudo a levantarse, pesaba por la armadura que llevaba puesta pero aun así lo logro sin problemas. Juntos conseguimos entrar en la nave. Ezrra parecía asustado.
-Que... que hace el aquí?
Supe que era extraño, luchaban por la libertad de los sith y yo llevaba uno vivo a la nave. Sin embargo mis sentimientos se interpusieron de nuevo entre la realidad y mis deseos personales.
-Necesita nuestra ayuda así que ven y ayúdame Ezrra.
Al principio se mostró molesto, sin embargo al verlo asintió y cedió a ayudarme.
-Si claro.
Conseguimos llevar a mi antiguo maestro al cuarto de Zeb y Ezrra. No había vuelto a decir nada, ni ha hablar, ni a moverse. Una parte de mi se asustó. No podía haberlo matado, él había hablado y me puse nerviosa intentando notar sus signos vitales, algo que me dijese que estaba vivo.
-Anakin, estas bien?
Anakin no contesto, parecía dormido. Ezrra y Zeb salieron de la habitación mientras yo me quede con Anakin. Cogí una silla y me senté. Observé su cuerpo, la última noticia que tenía de él era que había ardido y convertido en el más temido sith. Sin poder vivir sin ese oscuro traje, un traje que había habitado mis más oscuros sueños. Entre recuerdos llenos de carcajadas y pequeñas peleas conseguí conciliar el sueño encima del que fue mi maestro y mi padre.
Al despertar Anakin ya se había levantado y sustituido su oscuro traje de metal por unas ropas más cómodas. Mi primera impresión fue paralizante. El estaba allí, de nuevo respirando, de nuevo con esa mirada de ojos azules. Mis ojos se llenaron de lágrimas sin poder decir ni hacer nada.
-Hola sabionda.
-Anakin.
Corrí a abrazarlo. Sentirlo de nuevo sin ese frío traje, sin esa voz metálica, sin ese sentimiento de asesinar que siempre llevaba encima. Mis pensamientos pararon, todo dejó de avanzar, solo ese momento entre el y yo.
-Te he echado tanto de menos maestro.
El me sonrió y me acarició la cabeza, cerré los ojos sintiendo su gesto. Abrí los ojos al sentir su mano más fría que de costumbre.
- Que te ha pasado? Pensé que no podías vivir sin esa armadura negra.
Anakin me miró a los ojos. Su sonrisa se ensanchó.
- Me he quitado esa pesada cosa para reconstruir mi cuerpo aprendiz.
Lo miré asombrada, siempre había sido diestro con la fuerza, pero nunca pensé que pudiese llegar a tanto. Una parte de mi se alegro de poder verlo de nuevo así de joven, así de bien.
-No soy tan joven maestro.
-Lo se.
Ambos reímos aún abrazados. Estaba más frio que de costumbre pero seguía siendo él, volvía a ser la persona que conocí, que me enseño y que me protegió durante tanto tiempo.
-Ven quiero presentarte a alguien.
Cojo a Anakin del brazo y lo saco de la habitación. Llegamos a la cabina donde se encontraban Hera, Kanan, Ezrra, Zeb y Sabine. Todos se quedaron mirando a mi maestro.
-Chicos, quiero presentar les a mi maestro Anakin.
Kanan fue el primero en hablar, su voz estaba cargada de odio. Sus ojos no mostraban menos.
-Así que tu eras el lord sith que enfrentamos en Lothal.
Anakin suspiró y asintió, no se arrepentía, pero sabía que no estaba bien, no lo negaría.
-Si, era yo.
Ezrra salió de detrás de Kanan interesado en el hombre que había traído.
-Soy Ezrra y el es mi maestro Kanan.
Anakin le sonrió, siempre le gustaron los niños.
-Encantado Ezrra.
-Ahsoka nos hablo muy bien de ti maestro jedai, a ver si es verdad.
Kanan volvió a la carga, no dejaría las cosas así, no dejaría las cosas como si no hubiese pasado nada. Lo miré con una mueca.
-Vamos Kanan se mas amable.
El se puso a la defensiva, su enfado aumentó, y sus ojos mostraron furia.
-Casi nos mata y quieres que sea amable con el?
Yo intenté cubrirlo, ahora había cambiado.
-Si? Kanan tendrá alguna razón. Todos tenemos un lado oscuro.
El gruño y de mala gana me hizo caso.
-Esta bien. Lo intentare.
Le sonreí realmente agradecida, sabía que era un gran esfuerzo perdonar al hombre que casi los mataba por lo que no dije nada más.
-Gracias Kanan.
Hera al fin habló, la nave dio un tumbo y todos miraron por la ventana.
-Ya hemos llegado.
Hera aterrizo el Fantasma saliendo de la cabina y estirando los brazos. Miró a Anakin pero no dijo nada más.
-Bien por ahora entrenaremos aquí padawan.
Kanan cambió de conversación enseguida y Erza sonrió mirando a Anakin.
-Anakin vendrás con nosotros?
Ezrra era el mas emocionado de todos por lo de Anakin. Tener un antiguo jedi entre ellos hacía que sus esperanzas por convertirse en uno crecieran.
-Solo si tu maestro me lo permite.
Anakin miró a Kanan, este suspiró cerrando los ojos.
-Claro, de todas formas me convencerá.
-Bien!
Kanan se dirigió a la salida seguido por los otros dos jedi.
-Así no lo tendré que aguantar yo solo.
-Ehhh
Sonreí tranquila al ver que poco a poco él podría integrarse, podría salvar esos años lejos de él. Sin embargo algo raro se quedó en el aire. Una esencia de algo que nunca había sentido. Supuse que era por su vuelta, no todo cambiaría sin más. Sin embargo no lo olvidaría.

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Una Última Vez
أدب الهواةAnakin finge unirse a la rebelión junto a Ahsoka y la tripulación de el Fenix. Pero podra Ahsoka traer lo de vuelta al lado de la luz??