CAPITULO 3

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Ezrra había aceptado su nueva vida como padawan de un lord sith. Yo seguía mi entrenamiento en los ratos libres de mi maestro. Por fin había encontrado mi lugar. Por fin estaba feliz junto con mi maestro. Los rebeldes no habían vuelto a atacar y no intentaban comunicarse con Ezrra. En ese momento la puerta de mi cuarto se abrió y me encontré enfrente de Hera. Esta rápidamente cerro la puerta y me apunto con un blaster.

-Que vas ha hacer Hera?

-Donde esta Ezrra?

-Ezrra os ha olvidado, ahora sirve a mi maestro.

-Ezrra jamas nos olvidaría.

-Que equivocada estas. Ahora os odia. Le abandonasteis, no disteis señales de vida y tampoco intentasteis rescatarlo.

Hera se aparto de mi dando me libertad para cogerla desprevenida. Le doy un golpe en la cabeza y la sujeto para que no se caiga al suelo. Seguidamente la arrastro por los pasillos hasta llegar al entrenamiento de Anakin y Ezrra.

-Maestro.

Ezrra se volvió y al ver a Hera se quedo paro.

-Que hace ella aquí?

-Vienen por Ezrra.

-Por...mi?

-Eso es lo que a dicho.

Ezrra agacho la cabeza y Anakin lo miro.

-Encierrala.

-Si maestro.

Salí de allí. La lleve a las celdas y la tumbe en una camilla pues aunque la odiaba fue como mi familia. Justo cuando la dejaba se despertó bruscamente tirandome al suelo y cerrando la puerta de la celda.

-Ahsoka!!

Se agacho y me ayuda a levantarme.

-Por que me ayudas?

-Porque aunque no lo creas sigues siendo parte de mi familia.

Me quede callada mientras intentaba abrir la puerta.

-Por favor ayuda me a rescatar a Ezrra.

-No puedo hacer nada, el es mi maestro.

-El es un lord sith.

-Puede cambiar, solo dejame mas tiempo.

-Que?

-Puede cambiar, yo estoy intentando traerlo de vuelta.

-Nunca estuviste con el todo este tiempo.

-No.

-Sabia que podíamos confiar en ti.

-Que?

-Kanan decía que hacía mal en confiar en ti, pero se equivocaba.

-Confiabas en mi?

-Claro. Ahora ayudame con Ezrra, si sigue así seguirá los pasos de Anakin.

-Esta bien, te ayudare.

Juntas conseguimos abrir la puerta y salir de las mazmorras.

Una Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora