Arriesgate Conmigo

Cap. 1

Sabes que todo saldrá bien, no te preocupes –dice mi madre en el otro asiento, mientras yo veo por la ventana del auto- es tu primera vez aquí, pero sé que pronto le agradarás a muchos –suelto una pequeña risa y me volteo hacia el frente, donde puedo ver la entrada de mi nueva universidad-

Saben, creo que me estoy arrepintiendo –me rio nerviosa- es demasiado grande, y hay demasiados chicos –no miento, se puede observar el montón de chicos y chicas que se encuentran en el campus, me imagino que adentro debe de haber más-

Wow, sí que hay bastantes chicos –dice mi padre mientras coloca el auto en un espacio que quedo en el parqueo- Haze –dice mientras se voltea para verme- quiero que sepas, que tu madre y yo te extrañaremos mucho, si ocupas algo nos puedes llamar –dice y asiento- mi pequeña niña –dice y se desabrocha el cinturón para poder abrazarme y yo le devuelvo el gesto riendo-

No se preocupen, me estaré contactando con ustedes seguido para que estén tranquilos –digo mientras me separo de papá y luego los miro a ambos- también los voy a extrañar mucho –hago pucheros y noto que mamá tiene cristalizados los ojos y le salen unas lágrimas- no tienes por qué llorar mamá –rio tomándole la mano que tiene en mi hombro-

Cada vez creces más y más Haze –sonríe un poco- pero bueno, tu escogiste este lugar, no podemos negártelo, siempre ha sido un sueño tuyo –ambas sonreímos amplio y papá interrumpe- creo que debes bajar ya, Haze –asiento, abro la puerta del copiloto y salgo, miro a mi alrededor y veo que hay chicos de otros niveles más altos que yo mirándome raro y decido ignorarlos- papá, ¿me ayudas a sacar las maletas? –Sonrío amplio- claro que si cariño –corre hacia la parte trasera del auto y baja mis maletas-

¿Puedo acompañarte hasta tu habitación? –escucho que dice mamá y rio asintiendo- por lo menos quiero saber dónde es que mi hija está durmiendo y haciendo sus tareas –ruedo los ojos y le doy una maleta- bueno, pero tienes que llevar una –reímos y la toma, papá cierra el auto y comenzamos a caminar hacia las habitaciones-

Hay muchos rubios y rubias que no son amigables, o bueno, eso es lo que pienso yo con solo ver sus miradas extrañas. Típico de la nueva chica: la rara, a la que todos miran, el nuevo tema de conversación del grupo, entre otras muchas cosas. Hoy es el primer día de clases, pero para mí, es el primer día de clases, nueva universidad, nuevas miradas, nuevos enemigos y talvez nuevos amigos, veo que hay otros chicos que me miran y me saludan sonriendo, creo que esos son los agradables, no todos los rubios son mala onda, pero también hay otras personas diferentes que se ven agradables... y otras no. Cada paso que nos adentramos más aquí, voy acumulando miradas y pronto se convertirán en unas buenas y otras malas, pero cuando llegamos a mi habitación, la puerta estaba cerrada, eso significa que sería la primera en abrir la puerta de mi habitación.

Aquí tienes, Hazel –dice papá dándome las llaves de mi habitación- ábrela tú –sonríe, introduzco la llave, la volteo y la puerta se abre, haciendo que sonría amplio y empujo la puerta para entrar- wow, es grande –dice mamá después de entrar-

¿Es posible que una habitación así, exista? –Digo sorprendida y mis padres ríen- todo está perfecto, el espacio, la cama, la vista, pero, el único defecto, es que debo compartirla –hago pucheros mientras me siento en la cama izquierda, que está frente a la puerta- escogeré esta –digo y papá coloca mis maletas encima de esta- mientras que mi compañera no sea una de esas rubias de afuera –ruedo los ojos y luego reímos-

Bueno, creo que es hora de que nos vayamos –dice papá mientras que ve que mamá está concentrada viendo mi habitación- amor –se le acerca y le coloca una mano en el hombro- debemos irnos ya –mamá se voltea y asiente, se acerca a mí, me levanto y la abrazo- cuídate mucho hermosa, no dejes que nadie te haga daño, ¿de acuerdo? –asiento y ella sonríe un poco- aunque fuera una de las rubias de afuera –hace que ría y ella también lo hace- nos vemos pronto Haze –me abraza de nuevo y yo le beso la mejilla- te voy a extrañar mamá –digo y mamá se separa de mí viéndome con los ojos cristalizados de nuevo- los extrañaré a ambos –digo entre risas mirándolos a ambos- mamá ya no llores, por favor –los tres reímos y mamá se limpia los ojos mientras se dirige a la puerta, se voltean para verme- muchas gracias por traerme –digo y muevo mi mano como despedida, luego de unos minutos se van y siento un vacío en mi interior, pero lo único que hago es reír-

Comienzo a meter ropa en los cajones que están del otro lado de mi cama, hasta que escucho que la puerta se abre y veo a una rubia entrar, no la vi en ninguno de los grupos de rubios que estaban afuera, así que no sé si será agradable, o no.

Esos que iban saliendo, ¿eran tus padres? –me pregunta la rubia mientras ríe- lo más probable es que sí –digo asintiendo y ella se sienta en la otra cama dejando sus maletas encima- mi madre estaba igual que la tuya, no paraba de llorar, creía que estaba dejando a su bebé sola, de nuevo –ríe y esta vez me rio yo también- ¿ya estuviste en esta universidad? –la miro curiosa y veo que saca unos cuantos vestidos hermosos y sonrío- sí, desde siempre he estado acá, pero mamá siempre que me trae a principio de año, no para de llorar –ríe y vuelvo a mi cama por un poco de ropa que me faltaba y la tomo- esta es tu primera vez aquí, ¿cierto?, no te vi antes –dejo los accesorios en mi cajita y la meto en un cajón- sí, soy nueva aquí –la miro asintiendo y veo que se levanta- oh pues déjame y me presento –sonríe amplio- yo soy Mia, y este año seré tu compañera de habitación y de clase también, lo más probable –asiente- ¿cuál es tu nombre? –La miro sonriendo, creo que es de las rubias agradables- me llamo Hazel –asiento y ella sonríe amplio- ¿en serio? Yo amo ese nombre, es hermoso –rio- el tuyo también me gusta mucho, Mia –asiente- lo sé, soy de las pocas personas que aman su propio nombre –dice y ambas reímos-

Continuamos hablando sobre ambas, mientras guardábamos lo que nos faltaba, yo termine antes, así que me senté en la cama observándola mientras me contaba sobre ella y guardaba esos hermosos zapatos que tiene, me dijo que tiene una hermanita pequeña llamada Sabrina de 4 años, Mia tiene 19 años, igual que yo, le encanta vestir siempre a la moda, igual que a mí, sus padres son separados, pero se lleva mejor con su mamá y por eso es que al terminar el año siempre se va a casa de ella, tienen un cachorrito llamado Simón, también tiene un hámster que su hermana cuida con su mamá mientras no está, tiene familia de parte de su papá pero no los ha conocido ya que no los considera como su familia

Tú no eres de aquí, ¿cierto Hazel? –Me pregunta mientras se quita sus zapatos, para luego colocar sus pies sobre su cama- no, en realidad yo soy de Inglaterra –sonrío de lado y ella pone una cara un poco confundida- pero si eres de Inglaterra, ¿por qué viniste hasta Nueva York? –"buena pregunta" pensé- porque siempre he querido estudiar aquí en Nueva York –rio un poco- y tú ¿eres de aquí? –Le pregunto y ella vuelve a sonreír- no, yo soy de Atlanta –dice- ah, sí? Y entonces ¿por qué viniste hasta Nueva York? –le digo copiando sus palabras- porque siempre he querido estudiar aquí en Nueva York –dice y ambas reímos- touché –digo y sigo riendo- quieres que te enseñe la universidad? –Dice mientras se levanta de su cama y se acomoda el cabello- claro, ¿por qué no? –sonrío y me levanto también. Oficialmente, declaro a Mía, como una de las rubias agradables.