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- ¿De verdad?- preguntó ella, con las mejillas húmedas. Justin le secó las lágrimas con el pulgar.
- Claro que si.- sonrió, y _____ pensó que fue la sonrisa más hermosa que haya visto jamás.- ¿Cómo está tu tobillo?
- Mal. El doctor dijo que me tenía que operar hoy en la tarde.
Justin le apretó la mano levemente. Odiaba verla en esa situación, simplemente no se merecía nada por lo que estaba pasando. La puerta se abrió, y una mujer aproximadamente de su misma edad entró a la habitación con Johanna tomada de la mano.
- _____.- dijo ella.- lo lamento, desearía poder quedarme más tiempo pero me tengo que ir.
- Está bien, Hannah. Gracias por cuidar a Johanna.- sonrió _____.
En cuanto Hannah se fue, el doctor entró al cuarto. Sonrió al ver a _____.
- ¿Cómo te sientes, _____?
- Mal.
- Bueno, tranquila mira que ya estamos preparando todo para la operación.- miró a Justin y sonrió.- ¿Usted es su novio?
- No.- se apresuró a responder Justin, y de repente se sonrojó.- solo soy un amigo.
- Bien.- dijo _____ sonrojada al igual que él, tratando de cambiar de tema.- Justin, ¿Podrías llevar a Johanna a almorzar? De seguro tu tampoco has comido, después te pagaré.
- Claro. Y no te preocupes por el dinero, de eso me encargo yo.- besó su frente con una ternura que hasta al doctor le conmovió.- estaré aquí de vuelta para la operación. Te quiero.
_____ sintió que se le derretía el corazón por sus palabras.
- Y yo a ti.
En cuanto Justin se fue con Johanna tomada de la mano, el doctor interrogó a _____ con la mirada.
- ¿Estas segura de que es solo tu amigo?
_____ enrojeció. El doctor soltó una carcajada y siguió evaluándola con otras preguntas.
Justin salió del hospital y caminó con Johanna a un restaurante que había al frente. Ordenó el almuerzo para los dos, y se preocupó por que Johanna comiera bien.
- _____ siempre habla de ti.- dijo Johanna, concentrándose en pinchar con el tenedor una patata frita.
- ¿Ah, si?- dijo Justin, fingiendo desinterés.- ¿Y que dice de mi?
- Dice que tienes unos ojos muy lindos.
Justin no pudo evitar sonreír como imbécil. Se emocionó, e inconscientemente, se encontraba tocándose los ojos como idiota.
- ¿Te gusta mi hermana, verdad?- preguntó Johanna, con un aire inocente.
- Por supuesto que no.- negó él rápidamente.
¿Entonces porque se le notaba tan inseguro cuando decía esas palabras?
- No te noto muy seguro.- se río ella.
Justin también río. Era imposible no reírse con ella. Y entonces, pensó en _____. La imaginó a ella, sonriente, con las mejillas sonrojadas y bailando como solo ella lo sabia hacer en el centro del escenario. Sus ojos brillaron, y de repente las palabras salieron de su boca con una naturalidad que hasta el mismo le sorprendió.
- Tienes razón, Johanna. No tienes idea de cuanto me gusta _____.