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Los ojos de Justin iluminaban mientras miraba a _____ con un brillo especial. Justin estaba en el departamento de _____ mientras ella tenía a Johanna sentada en sus piernas y le cepillaba el pelo con suavidad. Su cabello era largo, y mientras _____ le armaba una trenza improvisada Justin se dio cuenta de que tenía el mismo color castaño oscuro que el de su hermana.
- _____.- dijo Johanna, mientras le alcanzaba un libro que traía en las manos.- léeme El Principito.
- Vale, pero después te vas a la cama, ¿Si?
Johanna asintió, con una mirada inocente que a Justin le conmovió. Él se mantuvo en silencio mientras escuchaba a _____ leer. La dulce melodía de su voz resonaba en sus oídos mientras observaba el seductor movimiento que asían sus labios al hablar. Con la punta de la lengua asomándose sobre sus dientes, _____ se relamió los labios al pasar de página para continuar leyendo y en lo único que Justin pudo pensar fue en besarla.
No podía evitar comérsela con los ojos.
Su cuerpo le rogaba ser tocado. Aun Justin recordaba como la había visto por primera vez. Una vez, su prima se había interesado por el ballet y cuando invitó a Justin a una de sus actuaciones, la vio a ella. Desde la primera vez que la vio arriba en el escenario, supo que era especial. Aquella noche Justin no se podía sacar de la cabeza a la exuberante bailarina que fue la protagonista de sus sueños más húmedos. Siempre se despertaba nervioso y excitado, y su mano no podía hacer nada al respecto con darle el placer que sólo _____ le podía brindar. Tiempo después, su prima se retiró del ballet, pero Justin siguió yendo al teatro solamente para verla bailar a ella y sólo a ella.
Cuando Johanna se quedó dormida en los brazos de _____ y la fue a dejar a su cuarto, ella volvió y se sirvió una taza de café. Justin observó el sensual movimiento que hicieron sus labios cuando chupó la cuchara y pensó que moriría ahí mismo.
- Y bueno, Justin, ¿Qué haces?- preguntó ella, interesada por saber más de él.
- Estudio medicina, ¿Y tú?
- Sólo bailo.
- ¿Sólo bailas?
- Sólo bailo.- repitió.- tal vez más adelante esté interesada por estudiar, pero eso será cuando tenga el dinero suficiente ahorrado.
- ¿Desde hace cuanto bailas?
- Desde los ocho años. Mamá me inscribió a una academia de ballet y supo desde ese entonces que bailar era lo mío.
Justin no lo dudaba. Ver a _____ bailar era lo más hermoso que podía presenciar.
- Créeme que bailas estupendo, _____. Yo mismo te he visto bailar.- dijo él con sinceridad.
_____ le regaló una sonrisa que derritió su corazón.
- Gracias, hago lo que me gusta hacer. Todo el dinero que gano bailando lo invierto en Johanna y espero que algún día ella pueda tener una vida normal, como papá y mamá siempre quisieron.
Los ojos de _____ tomaron un brillo especial mientras la oía hablar sobre Johanna. El amor que sentía por su hermana era indiscutible.
Y Justin se dio cuenta que la deseaba aún más