Básico

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     Levantarme de la cama jamás había sido tan trabajoso.

     Literalmente, llevo aproximadamente unas dos horas desde que me desperté, tirado en la cama con la vista clavada en el techo. No hay señales de que Thomas esté siquiera vivo. ¿Debería preocuparme? Quizás no, es un chico, y lo más probable es que duerma como un oso.

     Llevo todo este rato tratando de organizar mis pensamientos, más sin embargo cada que lo intento, sólo logro que se desordenen mucho más, y termino en un ciclo interminable, irónicamente. Pensar en cómo carajos haré para permanecer 5 meses con este muchacho, me provoca dolor de cabeza y mucha hambre. 

     Y es apenas el primer día.

     Cuando me decido mirar al reloj que está junto a la cama, me llevo la sorpresa de que ya son las 11:00 am, y el holgazán sigue durmiendo. Considero la opción de dejarle dormir unos 5 meses, hasta que se vaya. No es mala idea.

     Me levanto con la flojera de un hombre de 80 años de la cama. Me dirijo al baño, me cepillo los dientes, enjuago mi boca, me doy un baño rápido y salgo. Me tomaré el día con calma, al fin y al cabo, son 5 meses. Me pongo una camisa blanca y un mono negro, además de ponerme unas cholas. 

     Salgo de mi habitación, y el departamento está en completo silencio. Cuánta paz, y cuánta luz hay dentro. Hacia mucho tiempo que no veía este lugar así. Es reconfortante.

     La puerta de la habitación de al lado esta cerrada. Así que el muchacho sigue durmiendo, pero es hora de levantarse. Abro con cuidado la puerta, y me encuentro con un Thomas totalmente desparramado en la cama, con tan solo unos bóxer y un olor que es, literalmente, de culo. Todo un espectá-culo.

     Se me ocurre una excelente idea, así que voy rápidamente a la cocina, tomo un vaso, y lo lleno con agua fría del grifo. Vuelvo a la habitación, y con cuidado me pongo junto a la cabeza de Thomas, acercándome a su oreja.

     -¡LEVÁNTATE PEDAZO DE HOLGAZÁN MALNACIDO! -Grito lo más fuerte posible.

     -AAAAAAAAAAAAAAAH -Grita, levantando la cabeza y mirando a ambos lados, asustado, mientras trata de acomodarse en la cama.

     Aprovecho el momento para verter el agua fría por todo su cuerpo.

     -AAAAAAAH, ESTÁS DEMENTE, ¿QUÉ HACES, PEDAZO DE LOCO? -Me grita, mientras se levanta con dificultad de la cama (No sin antes caer al suelo una o dos veces), y se dirige al baño.

     Jamás me había reído tanto a carcajadas.

     -Entenderás que aquí, como mínimo, a las 9:00 am estás despierto, muchacho. -Consigo decir luego de tomar aire.

     -VETE A LA MIERDA -Me grita desde dentro del baño.

     -Aprenderás a moderar tú vocabulario también, muchacho. -Le digo entre risas.

     <<Debo conseguir uno de esos collares que dan descargas eléctricas>> Pienso maliciosamente, mientras suelto una última carcajada.

     -Hay cereal para desayunar, muchacho. -Le digo antes de salir del cuarto.

     Paso media hora comiéndome un cereal con leche, mientras espero que el chico salga. Cuando al fin lo hace, tiene el cabello mojado, y lleva una camisa de cuadros rojos, un pantalón negro y unos converse azules. Me dirige una mirada de odio antes de servirse el cereal y la leche en un bowl.

     -Buenos días, muchacho. -Le sonrío.

     Gruñe.

     -No sabía que iba a cuidar a un perro, me habían notificado que era un chico. Quizás deba notificar del error y esperar que te cambien. -Le digo.

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