Después de ya no saber mas que hacer, uno de los chicos saca un cubo rubik de su mochila. Lo tome para pasar el rato, lo cual me llevo mas de 30 minutos armar una sola cara.
Emocionada por mi patético triunfo contra el cubo, le saco una foto para alardearlo en las redes sociales.
De repente me quedo con las manos vacías... la profesora de literatura me había sacado el cubo, seguido de palabras que retumbaban mi cabeza:
-Le dije mas de una vez que deje de jugar y se ponga a hacer las anotaciones. Muestreme su hoja.
Al ver la hoja en blanco su cara se enfurece aun mas.
-¿Y así piensa aprobar mi materia, Martinez? En la facultad, no le dirán cuando debe anotar, bla bla bla bla...
Llego un momento en que mis oídos dejaron de escuchar, el día no se prestaba para hacer anotaciones ni mucho menos para sermones.
No me quedo otra que obedecer ante el llamado de la ley. Ahora estará feliz su majestad, estoy a sus pies haciendo anotaciones que no sirven ni para limpiarse el trasero después de haber ido al baño.
Termino la hora infernal y me dirigí rápidamente hacia la estación de trenes, y aunque halla intentado no haberme mojado mas fue inevitable. ¿Pero que mas me podría pasar en mi maravillosa mañana?
Ya en la estación esperando el tren, escucho una voz conocida pero no tan amigable. Era Marga con su grupo de admiradores, que eran mas idiotas que ella misma, trate que no me viera pero fue imposible, seguidamente se dirigió hacia mi junto a su manada de bolonios. Lo único que pienso fervientemente es: TRAGAME TIERRA!
Marga tiene una pinta de persona encantadora a primera vista, pero cuando conoces lo que realmente es y sus verdaderas intenciones con las personas, es realmente aterrador. Es como la dueña del circo, maltrata a sus animales para dar un buen espectáculo y aun así, la siguen adorando.
Intercambie dos palabras con ella, mostrando poco interés en su conversación, sin mas que decir se fue seguida de sus monos.
El tren llega y se va conmigo dentro.
Lo que suceda después es un misterio...
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Presa de mi sentir
RomanceSe supone que el amor es algo maravilloso, que a todos nos llega en su momento y que aceptamos con los brazos abiertos. Pero algunos otros aceptamos sin más remedio esta gran carga que conlleva sentimientos ajenos, celos absurdos, controles innecesa...
