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Martes 18 de octubre del 2016

Hoy te vi, como todos los días. 

Estabas sonriendo, como todos los días.

Pero había algo diferente... alguien. Ella era la causa de tu sonrisa. Había sido la razón por la que te había visto sonreír deslumbrantemente hoy. 

Yo nunca te hice feliz, nunca te hice sonreír como ella lo hacía ahora.

Nunca nos conocimos realmente.

Nunca me dejaste conocerte, y me duele cada maldito segundo que pasa saber que solo fui un espejismo para ti.

N.

Cartas sin enviarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora