CHEATED ─ YOONMIN

seis;

El día anterior Jimin lo había tomado desprevenido. No le gustaba para nada que lo haya confrontado de esa manera, pero sabía que tenía sus razones, por más que no aceptara la realidad que le mostraba. Pero no quería verlo enojado, y menos en su situación. Sabía que no era correcto engañar a nadie, pero que se lo hicieran a sus amigos le desagradaba inmensamente.

Jimin​ era un buen chico, con solo ver su rostro sonriente daba una buena impresión, y más luego de conocerlo. Yoongi sabía que era muy bueno como para que lo tratasen mal, y no dejaría que lo hicieran. Por eso estaba fuera de su cuarto, decido a contarle todo lo que había visto.

Tocó la puerta y esperó a que Jimin le abriera. Este le echó una mirada de arriba a abajo, sin ninguna expresión en su rostro.

—¿Vienes con tus “pruebas”? —dijo haciendo comillas con sus pequeñas manos. Si hubiera sido en otro momento la imagen sería muy graciosa, sobre todo por como hablaba y sus gestos. Seguramente ambos reirían por ello, pero desgraciadamente no era así.

—Déjame entrar, te contaré todo lo que ví, y espero que entiendas porqué soy como soy con él.

🌠

Yoongi le contó absolutamente todo lo que había visto. No podía dejar de ver el rostro de su compañero, miraba al techo sin ningúna expresión.

—¿Entiendes? Por eso no quiero que estés con él. No quiero que te lastime. Tal vez fue un error suyo, un gran error, pero ocurrió y las cosas nunca terminan bien si hay engaños de por medio. Te lo digo por experiencia propia... Jimin, ¿estás bien?

—No lo sé. No sé qué hacer, ni qué decir, no sé si creerte, o no hacerlo y tal vez seguir siendo "engañado". Quiero agradecerte por decírmelo, pero a la vez siento que me puedes estar mintiendo y querría golpearte.

Los ojos de Jimin amenazaban con soltar lágrimas, sabía que si comenzaban a salir no pararían por un rato, y no quería que su hyung estuviera ahí en ese momento. Yoongi se paró de la silla en la que estaba sentado y caminó a él, pero Jimin sacudió su brazo para que saliera de su habitación. Yoongi caminó lentamente a la puerta.

—Si hablas con él tal vez las cosas se aclaren. Sólo no dejes que jueguen contigo.

Yoongi salió de la habitación y cerró la puerta, apoyando su espalda en ella. Segundos después puedo escuchar un muy leve sollozo. Sintió que debía irse rápido antes de que irrumpiera en el cuarto nuevamente.