Anécdota N*24

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Cuando era chica, eso de unos 6, 7 años, estaba en mi casa con mi familia, para una reunión que se hacia más o menos casi todos los domingos en diferentes casas, de mi abuela, o de mis otros tíos abuelos, ese día domingo mi mamá salio con mi hermana mayor y mi tía a comprar a una feria no muy lejos de nuestra casa, como yo no quería ir, y mi primo tampoco, nos quedamos los dos solos... seee, para aclarar el es tres años mayor que yo, como yo lo estaba molestando me amenazó con que me iba a hacer cosquillas, pero no me la creí y lo seguí molestando, a lo que él me comenzó a perseguir por toda la casa, la cual no es para nada grande, en una de esa salí al patio y mi queridísimo primo me cerró la puerta, yo me quede un rato en el patio, pero me comencé a aburrir, y abrí la ventana de la cocina, lo que me costo mas que una mierda, y como soy tan hincha pelota, fui a molestar de nuevo a mi primo, y volvimos a lo de antes, él persiguiéndome y yo volví a salir como la weona que era, soy y seré, y él me volvió a cerrar la puerta cuando trataba de entrar, esta vez entré por la ventana del baño, y como el baño tiene un pestillo, uno a detrás del baño, y otro fuera, como nadie estaba en el baño, estaba cerrado con el pestillo de afuera, yo comencé a llamar a mi primo

– DARIIII, ÁBREME – Exacto, esa era yo tratando que me abran, estuve gritando una media hora hasta que se dignó a abrirme, pero cuando me abrió, comenzó nuevamente a hacerme cosquillas, yo lo empujé, y salí corriendo a la pieza de mi abuela, pero su cama tenía dos colchones, y tenia que tomar impulso para saltar y poder subirme, era una enana total </3 cuando pude saltar a la cama de mi abuela, mi primo estaba abriendo la puerta para comenzar nuevamente a hacerme cosquillas, mi primo se subió a la cama de mi abuela, y yo estaba tratando de bajarme por la parte de los pies de la cama, pero fue muy tarde, mi primo estaba atrás mío haciéndome cosquillas, yo solo atinaba a gritarle.

– DARIO PARA, ME VOY A MEAR, PARA DARIO. – Y cosas así, hasta que me meé, una vez mi hermoso primo me dejó ir, fui al baño corriendo, cuando me di cuenta que efectivamente me había meado, salí del baño y le dije a mi primo

– Me meé.– y.... como se podrán imaginar mi primo se comenzó a reír. Luego de eso no recuerdo más, no se si me pegaron por haberme meado o no, porque estaba recién bañada...

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