miscalculation ||Yoonmin||

02

El Lada negro siempre confiable estaba ahí donde YoonGi lo había dejado, en su mente iba maldiciendo al mocoso que cargaba a cuestas, lo odiaba.

Lanzó al niño cual costal en el asiento trasero provocando un quejido en el mocoso.

—Señor hada, con cuidado que soy delicado— YoonGi chasqueó la lengua mandando internamente a la mierda todo.

—Cállate quieres— pudo haber halado el gatillo, debió haber halado el gatillo, el arma tenía silenciador, tal vez los guardias no se daban cuenta, pero de todos modos no hubiese sido capaz de abrir la caja con la mano del chico sin manchar todo, además había un 50% de probabilidades de fallar, contando con que fuese verdad el hecho de que la caja abría con la mano del chico.

Todo esto lo pensaba mientras conducía por la ruta que había marcado con rotulador rojo, para cuando efectuara su espectacular golpe y saliera de la mansión Park como si nada.

Pero lo único que había sacado de la mansión Park era un niño, ahora que lo pensaba ¿cuantos años debería de tener el mocoso? se veía de unos trece o catorce, incluso se atrevía a ponerle doce, por su cuerpo pequeño.

—Oiga señor hada— lo llamó desde el asiento de atrás, señor hada... ese apodo le estaba colmando la paciencia, YoonGi no contestó, y siguió con la vista fija en el camino hasta llegar al lugar en donde guardaba el Lada negro que estaba conduciendo —le advierto que yo no puedo correr, no muy rápido al menos— dice el niño con esa sonrisa maliciosa pero inocente, que hizo a YoonGi resoplar, de verdad había sido la peor estupidez de su vida, y sí que había cometido estupideces.

Al dejar el auto del delito en su lugar seguro, el mayor dobló una rodilla para que el otro subiera a su espalda, el menor era muy ligero, su cuerpo era más delgado de lo que se veía  bajo esa bata blanca, y ahora se preguntaba ¿por qué estaba vistiendo algo como eso? no le dio mucha importancia, ya que era más relevante llegar al departamento sin ser visto, por lo que rápidamente calculó una ruta, y se puso en marcha, entrar a su casa fue un pelín más complicado con el niño en su espalda, pero claro que no fue imposible.

  —Vas a quedarte en el sofá, callado, sin tratar de hacer nada, esta vez no dudaré en meterte un tiro— dijo YoonGi recogiendo lo que había en el sofá para él niño, mañana tenía que trabajar, seguramente estaría la policía cerca del lugar haciendo preguntas cuando se dieran cuenta de que el niño no estaba en su cuarto, tenía que planear un testimonio cuando vinieran a la puerta de la tienda, y pensar que todo sería tan diferente si no fuera por ese estúpido mocoso, una risilla suave interrumpió sus reclamos internos.

— ¿Eso es todo? ¿nada de cocheras sucias, mordazas y amarras? me decepciona señor hada—  y ahí estaba otra vez el apodo que le colmaba la paciencia y lo hacía querer estrangular al mocoso.

— Y deja esa mierda de señor hada— YoonGi se acercó al niño quien le sostuvo la mirada con las comisuras de sus labios elevadas en una sonrisa.

— Claro señor hada — YoonGi respiró profundamente apretando los puños tratando de contenerse, y señaló el sofá yendo a su habitación por una sábana para el niño, él era un delincuente, pero no una mala persona, no del todo.

Una vez en su cama, con la alarma puesta dio un par de vueltas en la cama antes de quedarse dormido, a YoonGi  nunca se le cruzó por la mente que al día siguiente el niño Park estaría en su cama acurrucado contra su pecho, casi se le escapa un grito cuando lo vio.

—¡Qué demonios mocoso!—  exclamó YoonGi despertando al chico que se tomó la molestia de estirarse y frotarse los ojos.

— ¿No le dije que soy delicado señor hada? no podía dormir en ese horrible sofá—  negó con la cabeza acomodándose más en las sábanas, YoonGi no podía creer cuan descarado era el mocoso.

[...]

Algo estaba mal, llevaba varias horas en el trabajo, y no había visto ninguna patrulla, ningún detective  interrogando a nadie, ¿iban a hacer de cuenta que el niño no existía? ¿el niño realmente era parte de esa familia? ahora que lo pensaba era muy extraño, él tampoco sabía del chico, nunca lo vio cuando estuvo dentro de la casa ni en las investigaciones que realizó, el niño sólo apareció ahí.

¿Quién era él? ¿Por qué no lo buscaban como locos? ¿Realmente era un Park quien estaba en su casa en este momento haciendo Dios sabe qué? ¿Y si era un plan para atraparlo? nadie se iba a llevar su dinero, ni un miserable centavo, su dinero era más importante que todo.

Se comenzó  a preocupar y a desesperar, ¿Qué había hecho? y no podía salir del trabajo hasta las nueve y más de la noche, aunque su dinero no estaba en su casa , porque él no era estúpido, para nada estúpido, sin embargo tenía unas cuantas cosas que podían comprometerlo, trataba de no mostrarse nervioso o pensativo cuando entraban clientes.

YoonGi prácticamente gritó cuando llegó la hora de irse a casa, trató de conducir lo más responsablemente posible en esta situación, con el corazón en la boca, con mil ideas en su cabeza dando vueltas.

Sin embargo cuando abrió la puerta todo estaba en orden, tal y como él lo había dejado, los mismos platos sucios, la luz de la cocina encendida, avanzó hasta la habitación en donde se encontró al mocoso sentado en la cama con las sábanas encima, ya no traía la bata blanca, traía una camiseta suya, y un golpe en sus labios que estaban entre rojos y morados ¿ya tenía eso ayer? ¿qué había pasado? 

  — Oh, señor hada, ya llegó—  dijo el niño sonriendole aunque no tan amplio como antes, se veía más pálido.

  — ¿Quién diablos eres?—  dijo YoonGi acercándose al niño sentandose en la cama con su voz hostil.

— Soy Park Jimin, el Park que toda la familia quiere ocultar—  dice el chico acomodando sus lentes— porque es más fácil hacer desaparecer algo que nadie ha visto.

YoonGi no sabía a qué se refería, pero sonaba a problemas.

Hola, lamento esta cosa horrible, pero espero que les guste, estoy haciendo mi máximo esfuerzo por escribir casi decentemente, ya casi estoy en mis exámenes.

muchas gracias por sus votos y comentarios, me hacen querer seguir con la historia.

los quiero.