viendo desde los ojos de steven

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Un encuentro caótico

Esta es una de esas noches en la que reina la humedad en el cielo, pues las densas nubes han obstruido el viaje de la tierna luz proveniente de las estrellas para abrir paso al segador destello, que los rayos causan en una tormenta,

acabo de salir del trabajo y espero el autobús en la misma parada de todos días, la tormenta ha empeorado el tráfico y he tenido que esperar más de lo normal, hace frió, y la silla metálica no es muy cómoda, la bombilla amarilla que ilumina la parada es muy tétrica , pero me es grato escuchar el sonido de las gotas golpeando la ciudad mientras intento ver través de la densa niebla que cubre las calles, distingo la figura de una persona en la distancia, se acerca con rapidez, logro ver con mayor claridad , me doy cuenta que es una chica que corre en medio de la lluvia, la observo disimuladamente hasta que a unos pocos metros de la parada de autobús ella resbala y cae de una forma brusca sobre el  cemento de la calle.

me levanto rápidamente y voy en su ayuda, cuando llego a su lado está sentada en el suelo, lleva una camisa negra que tiene dibujada la cara de un gato, su cabello que despide un rojo radiante, refleja la luz de la bombilla, está completamente mojado y cubre gran parte de su rostro.

-¿te encuentras bien?

Le pregunto gritando para que mi voz no se pierda entre las gotas

Cuando ella ha despejado sus ojos de los rojos cabellos alza su mirada para encontrarse con mi mano extendida dispuesta para ayudarla a levantarse.

-si, gracias.

Me responde mientras el agua recorre nuestras manos que se unen, siento una sensación muy extraña al tacto, aunque ella se encuentra completamente mojada, siento su gran calor corporal. Aunque hay muy poca luz y no logro ver su rostro a detalle, no hay necesidad de observarla mucho para darse cuenta que su belleza es deslumbrante, cautivadora, digna de los dioses, me deja perplejo y pienso en hacerle un alago, pero lo único que le digo es:

-te has dado un gran golpe.

ESTÚPIDO, me digo a mi mismo mentalmente.

- sí, solo quería llegar rápido a casa.

Me responde ella con una voz angelical que inspira ternura y paz. Ella va a dar un paso, pero se desploma sobre su pierna izquierda, yo la tomo con rapidez de su brazo para que no caiga de nuevo y le digo:

-no te encuentras bien

-no. Me responde ella, escucho su voz entrecortada como si quisiera llorar

-cómo te llamas? Le pregunto

-Brigitte, y tu? Me responde ella

-me llamo Steven. Le respondo rápidamente

-gracias por ayudarme Steven, ya no hay caballeros como tú en estos días .

- no hay problema, pero dime ¿dónde te has lastimado?

-es mi tobillo, se me ha doblado al caer y me duele cuando lo apoyo.

Miro sus pies y me doy cuenta que está descalza, quisiera preguntarle, pero me da vergüenza

-: es una pena, ya no podrás correr a casa

- tendré que llamar un taxi

- no creo que un taxi venga en medio de esa terrible tormenta

- maldita sea, tienes razón

-si quieres puedo acompañarte hasta tu casa

- no, no te molestes

-no seas modesta, además no llegaras muy lejos con ese tobillo

- de verdad eres muy amable, vivo a unas calles de aquí

- dame tu brazo

Me pongo a su lado, ella reposa su brazo sobre mi cuello para apoyarse al caminar. Su cuerpo expide un aroma exquisito, que encaja completamente con su belleza, disimulo para que no se de cuenta lo mucho que me agrada la cercanía de nuestros cuerpos.

-es por esa calle. Me dice Brigitte mientras me señala una calle un poco más estrecha y oscura.

- vamos, le digo emprendiendo la suave marcha.

Un encuentro caótico con brigitte greyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora