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Capítulo 13

—¿Y si me odian?

Ji Yong frunció el ceño.

—No lo harán. —Seung Hyun tomó su mano y la apretó. —Vamos a hacerlo bien esta vez, ¿bueno?

Le miró fijamente, entonces el menor sonrió y asintió respirando para darse tranquilidad. Ahora estaba más nervioso que la primera vez que había conocido la casa del pelinegro, y eso considerando que aquella vez iba como novio secretamente falso.

El mayor abrió la puerta intentando parecer relajado para no poner más nervioso de lo que estaba a su ahora novio. Entraron tranquilamente en silencio y se encaminaron a la sala. No alcanzaron a dar un paso más cuando la abuelita de Seung Hyun caminó hasta ellos rápidamente.

—¡Están aquí, al fin!

—Abuela, sólo fueron dos días.

—Pero pasen, pasen —ella casi los empujó adentro. Ji Yong no dijo nada, solamente caminó en silencio hasta la sala.

—¡Al fin están aquí! —La madre de Seung Hyun sonrió levemente. —Estaba preocupada de que algo fuera a salir mal.

—¿Qué iría a salir mal? —La abuelita dijo rodando los ojos. —Ahora, ¿quieren comer? Hay una carne deliciosa.

—Uhm... —el padre del pelinegro carraspeó y miró al menor unos momentos, luego bajó su mirada al piso. —Es bueno verlos. Creo que debería comenzar por pedirles unas buenas disculpas, aunque sé que no bastarán. Realmente no sabía que había sentimientos entre ustedes en todo aquello. Podrás disculparme, ¿no, Ji Yong?

El menor no sabía cómo reaccionar a todo aquello. Primero, la abuelita y la madre de Seung Hyun se dirigían a él como si nada hubiera ocurrido, como si no les hubiera mentido, como si no hubiera dejado al pelinegro en el altar solo. Y ahora, el papá de él pidiéndole disculpas, por un lado estaba bien que lo hiciera, pero él también se sentía mal por todo aquello. Respiró profundamente y luego les miró.

—Yo no tengo nada que perdonar —dijo suavemente y luego sonrió medio nervioso. —Yo sólo... perdón. Aún cuando ustedes fueron muy buenas personas conmigo, les he mentido y he fingido ser parte de su familia, lo siento muchísimo. Perdón por estropear todo lo bonito que podría haber pasado. La forma no fue la mejor, y lamento haber usado a Seung Hyun para quedarme en el país de manera ilegal, ha sido mi culpa. Pero por sobre todo, me siento mal con ustedes, porque realmente llegué a tenerles mucho cariño, no quería decepcionarlas.

—Ji Yong, no hay nada que perdonar tampoco —la abuelita le sonrió. —No es sólo tu culpa, hijo, también es de este chiquillo por no decir la verdad.

—Aun así-

—¿Lo amas?

La pregunta le llegó por sorpresa. Bajó su mirada, le daba algo vergüenza admitirlo delante de la familia de Seung.

—Sí...

—Entonces está bien.

—Hagamos una cosa —la madre del mayor interrumpió. —¿Qué tal si comenzamos de nuevo? Como si nada hubiera pasado, ¿qué dices?

—¡Eso! —La abuelita sonrió. —Olvidemos todo. Ahora salgan.

—¿Ah? —Ji Yong ladeó su cabeza sin entender.

—¿Qué quieres que hagamos, abuela? —Seung Hyun frunció el ceño.

—¿Es que eres tonto? —Ella les empujó hasta la puerta y los echó hacia afuera. —Comenzar otra vez.

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