Comienzo

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Eran las 7 de la mañana y me encontraba en la parada a la espera de un autobús que me llevara a la escuela, en realidad era tarde pero no me preocupaba demasiado, pues sabía que la noche en vela del día anterior había sido completamente pesada para mi; después de unos minutos de espera pasó el autobús, se encontraba abarrotado por lo cual deje salir un gran suspiro, subí a este y estaba por ponerme los audífonos para poder disfrutar de la música, cuando me dedicaba a desenredar los audífonos, uno de los pasajeros al pasar a sus anchas estiró por accidente los audífonos, derribando de mis manos el celular, un poco disgustado voltee hacia el chico pelinegro, quien sólo volteó y se disculpó sin detenerse en su marcha, sin más, siguió haciéndose paso entre las personas para dirigirse hacia atrás del autobús, decidí restarle importancia y que por este día no oiría música, guardé mis audífonos y a como pude, entre la multitud, trate de levantar mi celular.

El camino fue más largo de lo normal, pues por lo sucedido no estaba muy de humor para poder oír música y me volviese a suceder lo mismo; llegue a la escuela y al pasar por el aula de música oí una hermosa voz que declamaba una hermosa letra, esa persona rapeaba de forma que me hizo recordar a alguien, que en su tiempo, fue especial para mi, tuve curiosidad de ver aquel que fuese dueño de esa voz, que hacia que cada palabra perforará la piel de quien lo escuchara, pero cuando estaba por acercarme a la puerta del aula de música recibí un golpe en la cabeza.

-¿Que demonios te pasa? - giro sobre mis talones molesto para enfrentar a la persona quien me propicio el golpe, pero al ver de quien trataba le regrese el golpe en la espalda como saludo - Demonios Nam, ya iba a matarte

-¿Y eso? - rió y paso su brazo por mis hombros - Deja de fruncir el entrecejo, fue una broma - este chico, Namjoon fue mi ex novio durante la secundaria y parte de la preparatoria, aquella persona que en su tiempo fue especial para mi, y que hace un momento la persona a quien quería observar, me hizo recordar las letras que en su tiempo él me dedicaba.

-¿Eh? - pregunte un poco distraído mientras Nam ponía uno de sus dedos en mi frente - Deja allí - agite mis brazos como si su dedo tratase de una mosca - Mi día no ha comenzado muy bien - le dije resignado y con un poco de cansancio - Desperté tarde para venir a clases y en el autobús un idiota me tumbo el celular y ni siquiera se detuvo para disculparse directamente - dije esto mientras quitaba el brazo que tenia sobre mi.

-Vaya, si que siempre has tenido mala suerte - río y tomamos nuestro camino a clases.

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Terminaron las clases y me encontraba ansioso pues nos hicieron mención que cada uno de los estudiantes tenían que ser participes de un grupo extracurricular para poner en practica nuestro talento, por lo cual me siento preocupado porque es un requisito el ser participe de uno, justamente lo dicen cuando solo falta un año para que termine mis estudios, aunque pensándolo bien, ninguno de los grupos consiste en si a ayudarnos a crecer como futuros cantantes, músicos o bailarines.

Al dirigirme al aula de música que en la mañana quería acercarme, vi al chico que derribo mi celular cuando venía en el autobús, quedé algo sorprendido pues se veía molesto, él se encontraba discutiendo con alguien a quien no podía ver, pues se encontraba dentro del aula, antes de que pudiese percatarme que iba a acercarme a un lugar en el cual no debía, el chico volteo y antes de que pudiese irme para disimular que no vi nada, me sonrió con tanta naturalidad, además de guiñarme el ojo y haciendo el gesto de forma en la que me dijera que eso era un secreto; mi reacción fue completamente estúpida, pues me quedé estupefacto y embobado ante esa cara tan inocente, y puedo jurar que si hubiese tenido un espejo frente a mi, me hubiese avergonzado completamente pues se que mi rostro se había tornado de un rojo vivo, lo único que pude hacer ante eso, simplemente fue girar sobre mis talones y salir casi corriendo, rogando a que la tierra me enterrara vivo deseando a que el no haya visto mi expresión; llegue a los primeros baños que se encontraban en el pasillo y tire mi mochila al lado de uno de los lava manos, me mire en el espejo y pude notar mis mejillas completamente coloradas, pase mis manos por mi rostro y sentía como mi rostro ardía.

-¿Que dem...? - dije abriendo la llave para luego ponerme agua en mi rostro, veo el agua cayendo de la llave, perdiendo me en mis pensamientos, pues no puede ser que este chico me haga sentir de esta forma, y menos si fue el idiota que ni se disculpo al tirarme mi celular de esa forma - Demonios, él no puede... - de pronto alguien me saco de mis pensamientos haciendo que viera hacia la puerta de la entrada a los baños

-¿De que tanto hablas pink boy? - era el mismo chico que vi hace unos momentos, trague en seco cuando este se dirigió a mi, aunque ahora no tenia esa sonrisa que me hizo perderme en mis pensamientos, y ahora me hacia sentir confuso por la forma en la que me llamo.

- Me... ¿Me hablas a mi? - dije torpemente mientras cerraba la llave del agua y me secaba el rostro con papel, el chico que estaba en la puerta me estaba poniendo de los nervios.

-Somos los únicos aquí, además - se acerco y me observaba de forma cautelosa - Tu eres el único chico extraño con ese color de cabello - esto ultimo lo dijo de forma de burla, haciendo querer irme sobre el para que se retractara, sin embargo es cierto, que chico tendría su cabello rosa.

-Soy SeokJin, no "pink boy" - me presente con confianza pues cuando se acerco hacia mi, pude ver que no me intimidaba en lo absoluto, pues soy mas alto que él - Puedes llamarme Jin - estire mi mano hacia él un poco avergonzado.

-Como sea - se giro - Soy Yoongi - no sabia si estaba molesto o algo, así que opte por bajar mi mano pero este me interrumpió al volverse a su posición y estrechar mi mano - Un gusto Seokjin, nos vemos frente al aula de hace unos momentos, en 10 minutos - Yoongi me guiño el ojo y se giro para ir por el rumbo por el que había llegado; me quede sorprendido ante la invitación y la forma en la que cambio su actitud, lo único que pude hacer fue asentir cuando este ya  había desapareció ante mi.

-¿Que acaba de pasar? - me deje caer al suelo por todo lo que pasaba ante mi cabeza, con desesperación pase mis manos sobre mi cabello para así tomar la decisión y salir del baño.

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Bueno chicas, a lo mejor y mi redacción esta mal o el final deja mucho que pensar, realmente quería seguir escribiendo pero hay que ir de poco a poco, en una semana subiré otro capítulo, a lo mejor y lo subo antes o no se jajajaja

Nos leemos ;)

ROMA al revés, es la misma ruinaWhere stories live. Discover now