Una agradable compañía

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-Mi amor, acá te he traído un chocolate. No sé cómo se pronuncia esto pero sé que es tu marca favorita.

-Gracias, mamá - Me vuelvo a colocar los audífonos.

-¿Está todo bien? Tenemos tiempo sin hablar. ¿Cómo estás?

-Bien, todo está bien - Sonrío forzudamente y espero a que diga algo, o se vaya ya.

- ¿Segura? Has estado extraña desde que llegaste. ¿Ha ocurrido algo en el colegio?

- Nada fuera de lo usual. Solo estoy un poco cansada, mamá. Quiero estar sola, disculpa.

- Está bien. Iré a hacer la cena - Sale del cuarto y cierra la puerta.

Agarro la libreta donde tengo anotadas las cosas que he visto en mis sueños. Y sin darme cuenta ya estaba dibujando al chico extraño. No soy muy amante del dibujo pero admito que no me salió tan mal. No dejo de pensar en el asunto. Es demasiado extraño. Todo comenzó con esa niña rara hablando cosas que no entiendo y luego aparece éste muchacho... Solo quiero tratar de darle sentido a todo esto. He soñado muchas cosas antes, pero nunca me había sucedido soñar dos cosas seguidas, así que no le encuentro relación. Esto es tan frustrante.

Ocho... nueve... diez... uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis...

-¡Cariño, ya está la cena! - Grita mi mamá desde la cocina. 

SIETE... OCHO... NUEVE... Aaaah, ¡ni siquiera dejan que me tranquilice!

Bajo a decirle a mi mamá que no tengo hambre. Pero ella intenta convencerme de que los acompañe a cenar. Insisto en que no, y subo a mi cuarto de nuevo. Escuchando una y otra vez la misma canción, me dormí.

Observo determinadamente mis puños. Están rojos y muy lastimados. Solo se me viene un pensamiento: ¿Por qué? Reviso mis manos, mis brazos, buscando qué más tengo de inusual. Entro en pánico, el corazón se me acelera y la vista se me nubla.

-Oye, niña... Hey... - Abro los ojos - ¿Está todo bien?

Tardo en reaccionar pero sí lo consigo.

-¿Chico extraño...? -murmullo confundida. Consigo sentarme en mi cama.

-Estás sudando... me estás preocupando.

-Solo tuve un sueño más -restriego los ojos con las manos-. Hola, por cierto.

-Hola, niña. ¿Cómo has estado? -se sienta a mi lado. Los dos nos encontramos recostados a la pared.

-Bien,supongo, y muy paranoica.

-¿Y paranoica por qué?

-Pues, porque ahora al salir de clases me ha parecido haberte visto -me río un poco-. Fue demasiado... real. Llámame loca, no importa, así pareció para mí.

-¿Me viste? ¿Dónde?

-Dije que me había parecido. No lo estoy afirmando. Aunque solo hay una cosa que no me puedo explicar: Por qué la persona a la que confundí contigo salió huyendo de mí? -suspiro- Creo que sí enloquecí. Veo cosas que no están.

-Yo no creo que estés loca -me acaricia la cabeza-. ¿Cómo te fue hoy? ¿Hablaste con esa tal...Mafer? ¿Seguiste mi consejo?

-Puesss... lo de ignorar sip, ¡¡y la llamé ignorante!!

-Oh, wow, ¡qué cruel y despiadada eres! Nótese el sarcasmo -se ríe malasangremente-. Hace más maldad un conejito.

-¿Bueno pero ya, no? Simplemente sus comentarios hacia mí me dan igual, solo que cuando llega me ladilla, no soporto su presencia, es muy fastidiosa.

-Qué cosas... Ojalá pudiera hacer algo al respecto.

-Eso fuese genial, de verdad. Pero ya qué, no se podrá. Oye, y tú ¿cómo estás? ¿Qué tal va lo tuyo?

-Aish... -echa su cabeza para atrás- No va tan mal, mira... Es decir, te he prestado atención. Ahora los malos recuerdos llegan y hago lo imposible por desviarlos. Y no está mal recordar siempre y cuando no me haga volver, ¿verdad?

-Exacto. Qué bien... Espero que los recuerdos ya no te afecten pronto -luego de un momento en silencio absoluto...

-Esto es agradable -sonríe pensando.

-¿Esto qué?

-Estar aquí, hablándote de mí, tu de ti. Escuchándonos...

Es un maldito sueño, pensé, no te emociones, no es un amigo real. Sólo sigue la corriente.

-Si... es genial.

-Lesly...

-¿Si?

-No pienses que estás loca, y no dejes que nadie te haga pensarlo. No lo estás, ¿ok? -me acaricia la mejilla-. Si una noche te sientes perdida, sólo espérame, así sea con los ojos cerrados. Yo vendré.

No se me ocurre nada para responder.

-Lesly...

-¿Si?

-¿Cantas? -su pregunta me sorprendió bastante.

-Canto feo -me río.

-¿Podrías cantar... para mí?

-¿Qué? No... qué vergüenza. Jamás.

-¿Cómo vas a hacer para enfrentar tus miedos, como Mafer, si no te enfrentas a este que es cantarme, a mí? Vamos, Lesly...

-Vaaaale, sólo porque esto no es real. Déjame pensar en una -luego de un momento- Listo. La primera que se me vino a la cabeza. Solo... no te burles.

-Haré el intento -sonríe.

''All of the ligths land on you

The rest of the world fades from view

And all of the love I see, please

Please say you feel it too...''

-Suena bonita, lástima que tu voz no ayuda mucho...

-¡Ay, estúpido! -lo golpeo. Se ríe.

-Pero en serio, suena que es bonita. ¿Cuál es?

-Es de Christina Perri, se llama The words. Es la que oigo para dormir. La dejo reproduciendo hasta que el celular se descarga. Lo sé, soy un desastre -se ríe, de nuevo.

-Lo que eres es de esas que sólo oyen canciones en inglés. ¿No sabes de Ricardo Arjona, De Vita, Alejandra Guzmán,Camila?

-¿Por qué crees que solo oigo gringas? Obvio que me encantan de ese tipo también.

-Eso es bueno, porque necesito oírte cantar más.

-No. Ya no cantaré más para ti. Te has burlado.

-Ay, boba. Suenas bastante bien, déjame decirte -no le respondo nada-. Pues... entonces... ya es tarde, debería irme.

-Pero... ¿Ya? ¿Por qué?

-Mañana tienes clases.

-¿Y eso qué? Estoy durmiendo, ¿no?

-Umm... -se queda pensando un momento- Lo siento, pero me voy, Lesly.

-Está bien -Agacho la cabeza resignada. sujeta mi mentón y besa mi frente.

-Hasta prono, niña -Se levanta, y antes de alejarse de la cama le sujeto la muñeca.

-¡Chico extraño! -se voltea a verme- Si me vieras en la calle, ¿escaparías de mí? -suspira.

-Escucha... si fuese por mí, más bien corro a abrazarte -sonríe triste-. Que tengas un buen día mañana.

Y se va... como cada noche. Se fue.

Trato de no dormirme pero fallo. Caí rendida.


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⏰ Última actualización: Apr 19, 2017 ⏰

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