¿Irracionalidad?

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Cuando salimos de la tienda, Gina comía de su Dorito's y yo del mío (sí, me compró uno) Y al caminar directo a mi casa, vi algo peculiar en los ojos de un niño que iba pasando junto a nosotras: tenía los ojos rojos e hinchados. No sabía si era porque había llorado o porque estaba drogado... no lo sé, pero me preocupé porque era muy pequeño (como de doce años) y andaba solo.

-Gina - me incliné más cerca a ella hablándole bajo -, ¿hacemos algo por ese niño?

-¿Por qué, pues? - respondió ella extrañada.

-Mira sus ojos. Siento que hay que ayudarle.

-¿Qué tienen sus ojos?

-Tienen un aspecto horrible y no anda con alguien, vamos Gina, ¿no te alarmó esa mirada?

-Yo la he visto normal - se echó de hombros. Entonces volteé y llamé al niño que ya había pasado de largo. Él volteó normalmente y me miró a los ojos.

-¿Qué tiene de malo? - preguntó Gina.

-Sus ojos - respondí -. No tienen un aspecto normal. Dulzura - me dirigí al pequeño -, ¿te encuentras bien?

-Sí... - respondió extrañado.

-¿Seguro? Puedes decirme. ¿Has estado llorando?

-¿Llorando? No... - se ríe tiernamente.

-¿Entonces que tienen tus ojos?

-Nada, creo.

-Chely, te estás exagerando, por Dios. Ese niño no tiene nada - interviene Gina.

-¿Cómo que no tiene nada? Mira ese rojo sufrimiento.

-¿Cuál rojo? Los tiene como tu y como yo. 

-Pero, no entiendo, yo los veo como si hubiese pasado toda la noche llorando.

-Estás loca - se limita a responder ella.

-Um, bueno, disculpa la falsa alarma entonces dulzura. Puedes seguir tu camino - le digo al niño y él lo hace.

Seguimos caminando pero por alguna razón ya no estoy con la tranquilidad de hace unos minutos. Lo prometo, esos ojos me dejaron traumada. Estoy segurísima que no eran normales.

-Hemos llegado a mi casa. ¿Nos vemos mañana? - dice Gina.

-Claro. No se te olvide el lápiz de nuevo.

-Vale - me abraza -. Olvida lo que pasó hace un momento, ¿si? - me besa la frente.

-Ya lo he olvidado - miento y sonrío.

-Bien. ¡Nos vemos!

-Chau.

De camino a casa sola, aún pensaba en eso, ¿me estoy volviendo loca? Vale, trataré de no seguir dando vueltas al asunto y enfocarme en llegar con una cara feliz a la casa.



Noches sin dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora