Peligroso (Ross Lynch y Tu)

Capítulo 3:

-¿No crees que es un poco peligroso que estés allí?- me dijo Sarah mirándome preocupada-

-Si, pero no dejare que se salgan con la suya, mataron a Frank- le dije mientras me corría el cabello hacia un lado-

-¿Y como lo harás?- me pregunto la rubia-

-Ellos creen que soy una tal Kendall

-¿Y si llega esa tal Kendall?

-Bueno, no lo pensé, pero se me ocurrirá algo, tu no te preocupes

-Como quieres que no me preocupe cuando tu quieres hacer una locura- se paro bruscamente del sofá-

-Tranquila

Ella suspiro profundamente y cerro sus ojos

-Más vale que no te hagan nada porque juro que los castro uno por uno

En ese momento me puse a reír, Sarah estaba loca.

-¿Que te parece si hoy vamos a una fiesta?- me dijo mirando su teléfono celular-

-¿Eres bipolar o que?- la mire con una sonrisa y las segas levantadas-

-¿Porque lo dices?- me miro confundida-

-Hace un momento estabas furiosa y ahora quieres ir a una fiesta

-Hey! Sabes que amo las fiestas

-Lo se, lo se

Yo suspire.

No sabia que estaba lista para salir y menos una fiesta.

*****

-Vamos _____, se nos hace tarde- me grita Sarah desde abajo-

Yo la ignoro y sigo arreglandome el cabello.

Cuando finamente estoy lista, agarro mi bolso y salgo de la habitación.

-Al fin bajas, ya vamonos- me dice saliendo de la casa-

-Adiós hija, diviertete- me grita mi madre desde la cocina-

Yo salí y cerre la puerta.

Sarah estaba esperando impaciente afuera de mi auto.

-Ya voy- le dijo riendo por lo bajo-

-Sabes que odio llegar tarde, y más en una fiesta- me dice moviendo su pie izquierdo-

Yo camino hacia la puerta del piloto, la abro y subo; luego tiro mi bolso hacia los asientos de atrás y le abro la puerta a Sarah.

Ella entra y hace lo mismo que yo.

-¿Sabes donde es?- me pregunta mientras baja su ventanilla-

-¿Es en la casa de Hanna?- le pregunto luego de encender el auto-

-Si

Comienzo a conducir hacia la casa de Hanna.

Cuando llegamos había bastantes autos, casi todos eran muy lujosos y algunos deportivos.

Las dos bajamos y agarramos nuestros bolsos.

Caminamos hacia la entrada, se podía escuchar la música a todo lo que da.

Golpeamos y una castaña de ojos azules nos atendió.

-Chicas!- dijo abrazandonos a las dos-

-Hanna- dijo Sarah con una sonrisa- ¿Ya estas borracha?- dijo con un tono divertido-

-Aun no, pero la fiesta se esta poniendo genial- sonrió y levanto su brazo izquierdo- pasen

Ambas pasamos y Hanna cerro la puerta.