CAPITULO 20
Entre rejas
CLARK
El viernes por la mañana Bruce recibió una llamada de número oculto a su teléfono personal.
Dudó si debía atenderla, pero ese número sólo lo tenían unas pocas personas, y todas le importaban en mayor o menor medida.
- ¿Si? – contestó.
- Señor Wayne, soy Clark Kent, del Daily Planet.
La voz de Clark denotaba preocupación y nerviosismo. No estaba bromeando. Se hizo una pausa en la que Bruce sopesó sus opciones de respuesta.
- Usted dirá, señor Kent.
- Me han acusado de agresión. Estoy detenido en la comisaría once de Metropolis. Sólo tengo derecho a esta llamada.
- Diez segundos – escuchó Bruce decir a lo lejos. Una voz no conocida.
- Sí, ya cuelgo – dijo Clark al agente de policía que tenía a su lado – ¿Me has oído Bruce? – preguntó alterado.
- Te he oído. Yo me encargo.
- Se acabó el tiempo – se escuchó la voz del oficial antes de que la llamada se colgara.
Bruce buscó un número en su guía de contactos y lo marcó sin vacilar.
- Bruce ¡Qué alegría que al fin me llamaras!
- Harvey – le dijo al fiscal de Gotham – Ha llegado la hora de cobrarme ese favor que tanto te jactas en deberme.
***
24 horas antes
Clark se había levantado temprano. Había apilado toda las pacas de paja del granero y aunque tan sólo quedaban ya unas pocas vacas, gallinas y cerdos, a Clark seguía gustándole darles de comer y tan solo observar la sencilla vida de la granja pasar.
A las siete y media de la mañana escuchó a su madre haciendo el café en la cocina. ¡Al fin! – pensó dirigiéndose a la granja. Tenía que estar a las ocho y media en el Planet, y no podía entretenerse demasiado.
- ¡No puedo creérmelo! – Exclamó viendo a su madre tomarse su café - ¿Tienes una taza de Batman? – Preguntó incrédulo.
- Sí ¡Y está firmada! - La madre de Clark rió como una posesa orgullosa y le mostró a su hijo un garabato con unas letras sobre la taza de porcelana humeante – ¿Estás enfadado porque no tengo una de Superman?
- No digas tonterías mamá – Dijo Clark por lo bajo, imaginándose a Bruce firmando un autógrafo en la taza de su madre.
- Ya sabes Clark, en casa del herrero, cuchillo de palo.
- ¿Cuándo te la ha firmado?
- Bruce estuvo aquí durante tu ausencia. Me dijo que no querrías que me diera su dinero, pero a cambio, me ayudó en las cosas de la granja. Cambió un par de bombillas, arregló el techo del cobertizo ... Es un chico muy majo.
- Sí ... muy majo – dijo para sí dudándolo. – No me había dicho nada.
- Bueno, tú tampoco eres muy hablador – le dijo a su hijo sirviéndole una taza de café y unas tostadas.
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El Dios y el mortal. Superman y Batman
FanfictionATENCIÓN: Contenido homosexual adulto. Si no te gusta este género, respeta a los que disfrutan de él. *** SINOPSIS Todo cambió con aquel primer beso. La necesidad de estar juntos supera l...