CAPITULO 8

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Capitulo 8:  UN RAYO DE ESPERANZA EN MI INFIERNO PERSONAL

Blam! blam! blam! Hasta que hora piensas seguir durmiendo, perra??!!-fueron los gritos y patadas en la puerta los que despertaron al un azabache que estaba durmiendo en el frió suelo acurrucado y cubriéndose con una manta vieja y rotosa.

-ya voy...no tienen porque ser tan escandaloso-lo último lo dijo casi entre dientes mientras se levantaba pues conocía el mal genio de ese tipo y no tenía ganas de recibir un golpe al estómago puesto que en la cara estaba prohibido golpearlos pues su "trabajo" dependía de su apariencia.

el chico se levantó y fue al baño a cambiarse con ropa de "trabajo", que consistían en unos short negros con una blusa blanca bien armada a su cuerpo de mangas cortas y que tenía un estampado de estrellas negras, también se puso unas 8 pulseras plásticas pero de diferentes colores en la mano izquierda y unas tobillera plomas con unos zapatos converse azul oscuro, toda esa ropa había podido sacársela a los clientes adinerados pero claramente solo a los que venían con frecuencia puesto que si le pedía ropa a cualquier otro lo más seguro es que se quejara y recibiera alguno golpes como castigo. Todos esos detalles se los había enseñado su anterior sempai cuando recién ingreso a negocio de la prostitución.

luego de arreglarse un poco el cabello salió del baño dando un gran suspiro pues hoy sería un día duro pues tenía que cubrir a dos de sus compañeros en el trabajo y mantener entretenidos a los clientes que les tocaban a sakurai y a furihata si no quería que se molesten más con ellos y los llegasen a lastimar pero antes que nada se dirigió a la cocina y con cautela y cerciorándose que no haya nadie que lo viese agarro 3 manzanas y una botella de agua para llevárselas a sus amigos que estaban encerrados en sus habitaciones o si a esos cuartuchos de 4 metros cuadrados con la poca pintura que ya no se podía distinguir su color original que se caía a pedazos al igual que el techo que tenía un sin número de goteras se les podía llamar así.

El azabache miro a ambos lados del pasillo para ver si no había nadie vigilando antes de acercarse a las puertas que gracias a dios las habitaciones de los dos castaños eran juntas así que no se tenía que arriesgar mucho.
-"furi-chan, saku-chan.soy yo, takao"-susurro en las puertas y luego escucho como 2 personas se acercaron a ellas
-"que hace aquí, takao-kun. Si te descubren te vas a meter en grandes problemas"-susurro furihata desde el otro lado de su puerta
-"lo siento, takao-san, todo es mi culpa, lo siento en verdad lo siento"-susurro sakurai desde su puerta
-"no hay problem, todos nos ayudamos en las buenas y en las malas y aún más en las malas. Pero será mejor que me apuremos, si no quieren que me pesquen. Así que tengan, les traje comida y algo de beber-dijo takao pasándoles una manzana a cada uno por los hueco que las ratas le habían hecho a las puertas.
-"la botella de agua tendrán que compartirla en 3 partes ya que también tengo que ir con sempai"-susurro pasándole la botella a furihata y luego se la paso a sakurai dejando agua suficiente para que su sempai pueda beber.
-"muchísimas gracias takao-kun"-agradeció furihata comenzando a llorar, pues ellos no estaban en el mejor estado emocional que digamos.
-"en serio estoy muy agradecido con usted takao-san, no sé qué sería de nosotros sin usted"-susurro sakurai también empezando a llorar
-"waa... me siento muy alagado pero si se ponen llorar nos descubrirán y además ustedes son demasiado lindos para llorar"-susurro el azabache y una vez que los castaños pararon de sollozar, se despidió y fue hacia el lugar donde tenían a su sempai
-al parecer no hay nadie vigilando-dijo para sí mismo
-eso crees?- dijo una voz ronca atrás de él y luego volteo para ver a un hombre cabellos naranjas y de apariencia atemorizante
- L-leo...- tartamudeo el azabache sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar
- por lo visto la pequeña perra quiere ser castigada-dijo el hombre comenzando a acercase al azabache que dio un paso Asia atrás para toparse con la pared.

TRAS LA HUELLA DEL ZORRO BLANCO [PAUSADA POR EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora