-Vete, no voy a hablar contigo -Escuché desde el otro lado de la pared. Ustedes se preguntaran, ¿de la pared? Sí, la del baño. Todos los días nos juntamos ahí con Tix, mi amiga del hospital- Me abandonaras y me dejaras con todos estos tarados.
-¡Claro que no! Volveré para mi sesiones.
-No, no lo haras. Me abandonaras. Iras a fiestas, con chicos Lind. No vas a volver.
-Tix, las dos sabemos que ya no queda gente cool para conocer en Lincolnshire -Dije saliendo del baño, abriendo la puerta del suyo, la vi sentada al lado del baño. Había vomitado de nuevo, ¿pero quién era yo para juzgarla? Me miró de nuevo, sonriendome esta vez mientras me alcanzaba una pulcera del hospital que decía "To Skinny, from Tix" y un corazón. Ella siempre me decía Skinny, con cariño.
Me dirigí hacia la puerta, esperando a que mi madre pasara por mi. Aunque antes de salir, fuí hasta donde estaba la maquina de golosinas. Y ahí apareció él. Tan guapo como siempre, el Dr. Nick. Es tan lindo que me dan ganas de comerme su cara, ¡literalmente! Sentía que mis palabras no salían, estaba hipnotizada por este hombre- Me recogeran en 20 minutos.
-Qué pena.
-¿Por qué?
-Porque no he tenido la oportunidad de tener sexo contigo.
Bueno, esta bien, eso no fue exactamente lo que pasó. Sólo me quede mirandole como una tremenda boba, estoy seguro que hasta se me caía la baba.
-Lind. Lind. ¿Estás ahí? Sólo quería decirte que no te metas en líos.
Y ahí estaba, su hermosa sonrisa, con sus perfectos dientes blancos. Me abrazó, sentí como mi corazón se paraba por un momento y olí su hermoso perfume. Podía quedarme así por años, pero una vocina de auto que provenía de afuera hizo que me fuera de mi lugar del cielo.
Salí por la puerta, bastante asustada para decir verdad. Quiero decir... ¿quién esta 4 meses en un hospital, cuando trató de suicidarse y salir así como así? Por lo menos yo no. Pero estaba lista para decir ese miedo a un lado, y vivir mi vida normalmente. O lo más normal que podía. Desgraciadamente, estaba a esta señora llamada mi madre, pero era más como un demonio. Tardó media hora más en irme a buscar, en lo que llovió. Conclusión: Estoy empapada, y mis cosas también. Maldita vieja gorda. Una vez en el auto, escuché un montón de disculpas y frases como "te extrañé mucho", "espero que estés mejor", "sólo quiero lo mejor para ti". Ugh, no veía la hora de llegar a mi casa.
Ibamos llegando al cemáforo, cuando se me dio por mirar en el espejo retrovisor y vi a 2 parejas en una moto, y en el medio un chico. Se ve que se estaban divirtiendo mucho, hacían travesuras, se rían y hasta jugaban carreras. Rojo. Paramos con el auto, a lo que las motos también, poniendose al lado nuestro. Una de las chicas que iba atrás en la moto, se giró para mirar hacía el auto y lo único que pude pronunciar en ese momento fue un gran "OH, NO." Traté de esconderme para que no me vea, pero no hubo caso. Me vio, maldición.
Se sacó su casco, mientras se acercaba hasta mi ventana, para darle uno pequeños golpes mientras llamaba a mi nombre. Me bajé del auto, rogándo que mi mamá no me avergonzara.
-¡Hola, Lind! ¿Como has estado? Te extrañé mucho -Dijo Chloe, abrazandome con fuerza a lo que todos sus amigos se dieron vuelta a verme. Por favor, no te avergüences- ¿Como estuvo Francia?
¿Francia? ¿Qué? Ah, mi mamá.
-Oh, estuvo muy bien, sí -Traté de hacer mi mejor esfuerzo por sonreír, aunque obviamente, no valió la pena. Mi mamá como siempre, empezó a llamarme para que me apure. ¿Es que esta mujer no podía esperar? Yo la esperé 30 minutos hasta hace poco- Oye Chloe, fue un gusto verte pero me tengo que ir.
-¿Qué? No. Escucha, tienes que venir al bar con mi pandilla. He estado empezando a salir con la antigua pandilla del sexto grado, ¿te acuerdas? La de Wellesley Park. Los chicos están bueno, ¿eh? ¡Y están todos solteros! Así que por favor, ven hoy al bar.
No estaba muy segura de si ir o no, pero es lo má probable. Chloe es mi mejor amiga desde que prácticamente tengo memoria, aunque en estos meses nos hayamos distanciado. Además, tenía que empezar a vivir mi vida de nuevo y esta era una buena forma ¿no?
-Iré.
-¡Genial! Te veo allí -Dijo volviendo hacia donde estaban sus nuevos amigos. Que debo decir, eran demasiado lindos, pero hubo uno que llamo mi atención. Lo miré, sí, lo miré igual que al Dr. Nick. Y me sonrío, oh Dios mío, ¡me sonrío de vuelta! Espero no haberme sonrojado. Oh Dios mío, seguro parezco un tomate.
Él era todo lo que quería, esperaba y más. Estoy ansiosa por ir al bar.
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My mad fat diary.
Teen FictionLindsay. 16 años. Gorda. Por los 90's, Lindsay era una chica recién salida de rehabilitación después de estar allí 4 meses por problemas mentales. La historia comienza el primer día al salir de allí, como su vida va cambiando para bien. Amigos, sal...