Uno

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Un día como cualquiera, sí, como cualquiera. Me levanto escuchando los gritos de la pequeña Ollivia, veo la hora y son las dos de la mañana. Seguro mi madre ha llegado pasada de copas y ha despertado a Ollivia con su desastre. Me levanto intentando no hacer ruido alguno y voy a ver la cama de Ollivia. La tomo entre mis brazos, abrazándola y meciéndola para lograr que su lloriqueo no inquiete a mi madre. Con Ollivia en mis brazos me siento en mi cama, tratando de velar su sueño nuevamente.

—Tranquila, un día nos iremos de este infierno que se llama "casa". —Le susurro—

Tres años después...

Despierto de golpe, recordando esos momentos. Siento unos pequeños brazos rodeando mi pierna, levanto la sábana y veo a Ollivia durmiendo tranquilamente. Muevo suavemente mi pierna para despertarla.

—¡Dani! Al fin despiertas. Mami anoche me jaló él cabello por que estaba muy asustada del hombre que entró a casa con un cuchillo, me dijo que era una cobarde que lloraba sólo con escuchar el más pequeño sonido. Traté de despertarte pero estabas muy dormido—Dijo con sus ojitos marrones llorosos—

Suspiro, no imagino las cosas horribles que le dijo a Ollivia.

—Tranquila, a la próxima intenta no llorar, mami se dará cuenta y sabes como es ella—Acaricié su cabello negro—

—Eso intento, Dani. Siempre me escucha y termina golpeándome.

—¿Sabes? Ya no hablemos de eso. Debemos arreglarnos para que vayas a la escuela, mami no tiene que vernos, así que saldremos por la puerta de atrás...

Me interrumpe

—¿Como siempre?—Dice con su típica tristeza, una niña de 5 años no debería de ser como es Ollivia—

—Como siempre, anda, vamos a darnos una ducha.

Cargo a mi pequeña hermana tratando de hacer el mínimo ruido para ir al baño y darnos una ducha como personas normales, aunque la palabra normal no es la palabra perfecta para describir esto.

Lleno la pequeña bañera con agua fría, para que Ollivia pueda meterse y yo poder darle un baño.

Después de darle un baño a Ollivia, le coloco su ropa y hago lo mismo, me visto con la ropa limpia que me queda.

Saltamos el pequeño espacio que hay de la habitación hasta la entrada de la cocina, que por mala suerte está mi madre.

—¡Par de imbéciles! Ni piensen salir por qué los mataré, see los juro.

No puedo creer que a estas horas de la mañana siga borracha, esta mujer no tiene suficiente.

—Mami, no vamos a ningún lugar, sólo queríamos caminar un poco.

—Señora, por favor perdónanos esta imprudencia, no se volverá a repetir—Digo con repudio

—Si es mi querido hijo, el bastardo de Danniel Manthrew. ¿Serás al fin un hombre e irás a ver como bailo al club?—Dice con una risa ebria—

—Lo siento, no podré ir.
 
Levanta la voz y toma un cuchillo entre sus manos apuntándolo hacia su garganta.

—¡Te juro pedazo de mierda que si no vas a verme hoy me mataré! —Dice soltando lágrimas, Típica acción para convencerme e ir a ese estúpido club a verla bailar desnuda y ver como hombres la tocan, asqueroso y traumante.

—Está bien.

Tomo fuerzas para pedirle permiso para ir a la escuela con Ollivia, que por cierto, está intentando retener las lágrimas.

—¿Podemos ir a la escuela hoy?—Digo nervioso.

—Tu si pequeño recogido, pero esta estúpida—Jala a Ollivia por su pequeño brazo, haciéndola soltar un pequeño grito de dolor, derramando las lágrimas que amenazaban con salir—Pequeña bastarda, irás al cuarto de castigo por ser tan cobarde, sólo eres una niña idiota.

Interrumpo, algo alterado digo

—¡Por favor no! Dame ese castigo a mi y deja a mi hermana en paz, por favor.

—No idiota, ella tiene que aprender a ser una mujer de verdad.

Ollivia asustada le dice a mi madre, que ya estaba decida a darle ese castigo horrible.

—Te prometo que no volveré a llorar, pero no quiero que esos hombres feos me toquen, te lo pido—Dice secando sus lágrimas de sus pequeños ojos—

—¡Idiotas! ¿Acaso no saben que hago esto por mantener a esta estúpida familia unida? ¡Ustedes no me agradecen nada de lo que hago! —Dice aún jalándole el brazo a mi hermana—Irán a la estúpida escuela, pero cuando regresen los dos tendrán un castigo.

—Te lo agradezco madre—Digo tomando a Ollivia en mis brazos.

—Váyanse, sólo me provocan dolor de cabeza.

Salimos por la puerta de atrás, Ollivia aún llora, y yo aún estoy asustado.

Llegamos a la escuela de Ollivia, me arrodillo para quedar a su tamaño.

—Prométeme que te portarás bien, trata de no enojar a mami la próxima vez. Si se enoja los hombres feos vendrán a por ti.

—Lo prometo Dani, ahora ve a tu clase, llegarás tarde y el profe gordo se va a enojar.

Río, esta pequeña tiene mucha imaginación. Le doy un beso en la frente y me alejo, diciéndole adiós con la mano.

Me coloco el gorro de mi sudadera, tratando de que nadie me reconozca, camino por el pasillo desapercibido y para mi mala suerte, Owen me reconoce, de imprevisto me quita el gorro, revelando mis horribles ojeras y el golpe de mi ojo que aún no había sanado.

—¡Danniel Mantrhew! Creí que habías muerto ya ¿No te bastó la golpiza que te dimos para que no te volvieras a aparecer por aquí?—Dice con su típico odio hacia mi.

—L-lo siento, no volveré a aparecerme por aquí, los dejo en paz.

Salgo corriendo lo más rápido que puedo, colocándome el gorro lo más rápido posible, no imagino lo que haría si me alcanzan. Por mi suerte, no me persiguieron, así que caminé tranquilamente a la escuela de Ollivia, sentándome en una banca alejada de todo el bullicio. Saco de mis bolsillos una pequeña libreta que robé a mi madre y un bolígrafo que encontré tirado en los sucios pisos de la escuela. Dibujo lo primero que se me viene a la mente. Una chica de tez no muy blanca, ni muy oscura, con el cabello ni tan liso, pero tampoco con el cabello rizado, sus ojos son marrones, tal como los de Ollivia. Ojalá pudiera conocer a alguien como ella, para que me saque de este maldito infierno, algún día buscaré a esta chica.

Hola, este es el primer capítulo de "Destinados" que la verdad me encanta como ha quedado, perdonen si no soy muy buena redactando, pero hago lo posible para que se entienda todo. Ojalá les guste.

Destinados Where stories live. Discover now