Cuatro

16 1 0
                                    


Camino con la señora Foster, a decir verdad siento un poco de pena por aceptar tan fácilmente, pero necesito encontrar estabilidad y más que nada a Ollivia. La señora Foster me habla de cómo la pasaba en su juventud y la felicidad que tuvo cuando nació su nieta. Yo sólo puedo pensar en una cosa desde que esa maldita me dejó mal herido en medio de la nada, qué mas da, espero que Ollivia esté bien por lo menos, es lo que más deseo en esta vida.

Llego a la casa de la señora Foster y es una pequeña casa bastante rústica un poco alejada de todo el ruido de esta ciudad. Me quedo viendo a esta casa que según ella, ha pasado por muchas historias en la mayoría felices y yo la verdad solo hubiera deseado vivir en un hogar como este. Entro a la cada con la señora Foster y un olor  a sopa inunda todos mis sentidos.

—¡Cariño! ¿Ya haz llegado?—Comenta una voz un poco mayor.

—Si hombre, que ya voy—Dice colgado su bolso y su abrigo—Te tengo una pequeña sorpresa, Andrew.

De la cocina sale un señor bastante alto y la verdad el cansancio se nota en sus ojos, su cabello es ligeramente blanco igual que el de su esposa, veo felicidad en sus ojos y se acerca a mi lentamente.

—Clarisse querida ¿Quién es este muchacho?— Inquiere viendo a su esposa.

—¡Oh es verdad!—Se emociona bastante—Él es Danniel, Danniel el es mi esposo Andrew, tenemos casi 40 de casados—Veo a su esposo darle la mano y aún se puede ver que a pesar de los años, siguen amándose como el primer día.

—Mucho gusto, de verdad son una pareja muy linda—Digo apenado por la situación, nunca nadie había tenido un detalle así conmigo y es un poco extraño de su parte.

La pareja de ancianos camina hacia el pequeño recibidor que tienen, ubicándose en un sofá cada uno, me invitan a sentarme con la mirada.

—Te ves un poco, yo diría muy mal—Me dice apenado El Sr. Andrew—Quisiera saber nada más que la verdad—A decir verdad, me intimida mucho su mirada, creo que al final tendré que decirles.

Tomo aire, en verdad no le quiero mentir a unas personas tan buenas como ellos, pero me pondría en riesgo y a Ollivia.

—Uhm... —Balbuceo un poco nervioso—Me-me perdí de camino a casa y por la falta de agua y comida me desmayé y desperté en un lugar desconocido—Comento.

El Sr. Andrew se levanta de su asiento, camina hacia mí y me toma de los hombros viéndome muy intimidante, cosa que me hace querer salir corriendo de esta puta casa.

—Querida, creo que tenemos a un pequeño delincuente en nuestra casa—Dice viendo a su esposa.

Rápidamente la Sra Clarisse se levanta alterada y quita a su esposo de mi vista, hecho esto me levanto apenado directo a salir por la puerta. Pero la anciana me detiene con su voz.

—¡Danny! Perdona al irritante de mi esposo, es un paranoico respecto a esto, pero de verdad quisiéramos saber cuál es la verdad.

No soporto la tensión y dejo caer una lágrima, los ancianos me ven con lástima en sus ojos.

—No es fácil para mi contar algo que ha pasado muy rápido y todo el sufrimiento durante estos años...—Suspiro—Pero lo único que puedo decirles ahora es de que mi hermana está el peligro y quiero hacer algo.

******

Capítulo muy cortito ¡Lo siento! Este borrador lo tenía hace mucho y decidí continuarlo.

Destinados Where stories live. Discover now