salvada

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mi terror cesa cuando escucho el canto del gallo y "eso"como por arte de magia me libera, abro los ojos y una luz entra por la ventana, ¡vaya ha amanecido! El ambiente que sentía de terror es disminuido gracias a eso y a los sonidos que emite el camión de la basura, como desearía que su paso por el condominio hubiese sido hace un rato, me cuesta levantarme estoy realmente lastimada, como puedo me arrastro hasta apoyarme en el sillón y me subo a él, parece que un ejército me ha dado guerra, veo que ya funciona la electricidad pues el reloj eléctrico que está en la cocina da las 5:59 am, recostada ahí no me concentraba, intentaba encontrar alguna explicación a lo que sucedió hace poco, nunca en mi vida creí en ningún cuento paranormal, es más cuando veía mis películas favoritas de terror siempre me reía al final porque los escritores tenían mucha imaginación me repetía; si alguien me hubiese contado una historia como la que acabo de vivir no lo creería, pero me pasó, me pasó justo a mi, la mujer más incrédula de este mundo, ¿será que tanto estrés me estaba volviendo loca? No, pero no puede ser los dolores de mi cuerpo me hacen saber que todo ha sido cierto.

Miro el teléfono que está en la mesa de la esquina y dolorida lo alcanzo, notificó al trabajo que me he lesionado y que no asistiré, no cuento más detalles dudo que una persona en sus cinco sentidos pueda creer tal barbaridad; posteriormente llamo a mi novio Leonardo, tiene el nombre más lindo del mundo el solo pensarlo me hace sentir más tranquila se que es el único que puede escucharme y aunque crea que es loco cualquier cosa que le diga nunca me juzgará, lo llamó y para aliviarme aún más tiene de entretono una canción suave que me relaja
•Hola am.., -lo escucho decir no lo dejo terminar y nuevamente soy un mar de llanto- cielo, bebé ¿que ha sucedido? -me dice exaltado.

Intento respirar profundo y casi sin voz le digo que vaya por mi, que estoy lastimada, el asegura estar allí lo más pronto posible, transcurren veinte minutos y escucho su carro aparcar al frente, tiene llave no me preocupo en moverme, entra y mira el desastre asombrado, corre hacia mi, se hinca para quedar a mi altura y empieza a hacer Miles de preguntas que no puedo responder, y yo lo abrazo, lo abrazo como nunca; el responde y yo le beso el cuello, las mejillas, los labios; el se deja hacer pero su cara de preocupación es otra cosa, lo miro a los ojos y le digo sácame de aquí, me toma en sus brazos y me sube en el carro, yo me acomodo como puedo, se que quiere hacerme mil preguntas pero mi cara habla sola, me limito a decirle que me duele la pierna y la espalda pero que todo está bien, el asiente y arranca.

Llegamos al edificio donde vive, agradezco por el y por mi que vive en el primer piso, me ayuda de un lado y así subimos a su apartamento, al abrir la puerta me recoge en sus brazos me lleva a la habitación y yo me siento realmente aliviada , de estar ahí, de estar con el, se recuesta a mi lado y ya se que va a comenzar el cuestionario, ¡mi Dios! Tanto ha pasado que ni me he preocupado en cómo luzco, que obviamente debe ser un look fatal, no queria contarle así de directo lo que había pasado, o lo que yo creía que había pasado así que no lo mencioné, antes que preguntará me puse frente a él y le conté una historia un poco modificada , excluyendo el terrible ataque de "eso" y la experiencia paranormal.

Me miró serio, creo que conoce cuando estoy ocultando algo, el labio inferior hace un movimiento raro que me delata siempre que estoy nerviosa, yo me muerdo para evitar que se percate y mirándolo fijo le pido que invente una buena excusa y que por favor no vaya a trabajar, el sonríe me niega con la cabeza y yo le echo una mirada de las que lograría que Hittler desistiera de sus planes malvados, suelta una carcajada ya me conoce y sabe que estoy usando lo que el le dice "la táctica"
•cielo, no me atrevería a dejarte sola jamás y en ese estado menos -me besa la frente, saca su teléfono del bolsillo y sale de la habitación-

Yo lo miro ensimismada hasta que caigo en cuenta que estoy sola de nuevo, ¡rayos! Estoy paranoica, intento mirar por la ventana, y ver la piscina, al observar gente caminando por allí me calma, se que cualquier cosa puedo gritar y me escucharan, miro al frente y veo a mi guapetón sacando algo de la nevera y hablando por teléfono, yo me derrito, Leonardo y yo tenemos 4 años de relación y mi amor por el no ha disminuido en lo más minimo, lo amo cada día más, veo que gira hasta donde estoy me mira me guiña el ojo, lo veo venir, cuelga el teléfono y dice
•listo cielo ¿tienes hambre?¿quieres comer?¿necesitas algo?

Amo cuando me dice cielo, amo cuando me pregunta si quiero comer, aunque no se porque lo hace si mi respuesta siempre es sí respondo  y lo sabe; creo está esperando esa respuesta, pero que equivocado se encuentra esta vez con el sustaso que me lleve está madrugada lo menos que quiero es comer; respondo

•No, amor sólo quiero estar aquí acostada junto a ti.

Pone los ojos como platos, ¡vaya! Se nota que lo he sorprendido, me río y de un salto el esta en la cama; la risa se me borra, lo amaba hace un segundo y ahora lo quiero matar, se ríe apenado el sabe que me ha lastimado al saltar así, siento que me atropello un tractor.

•discúlpame -me dice-

Su gesto de preocupación me hace sonreír y ese tono de voz que sabe que me vuelve loca cambia mi molestia momentánea por ternura pura. Lo beso los labios y nos acomodamos abrazados, el comienza a acariciarme con la punta de los dedos el cabello, los brazos y logra su cometido, me quedo dormida plácidamente en esa tranquilidad que sólo me dan sus abrazos, su olor, su respiración.

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora