Capítulo 12: Descontrol

23 1 0
                                    

Aparezco en el bar que frecuento con Michael y mi móvil suena una y otra vez, estoy tan enojada y dolida a la vez, que siento que no soy consiente de los pasos que doy. Antes de entrar escondo mi amuleto pues debido a su doble tono pueden deducir lo que soy, al entrar todos me miran sorprendidos y no conozco la razón, me adentro un poco mas y escuchó una voz proviniendo de mi amuleto "hic salis" pero aun no entiendo que idioma es.

-vaya, vaya mira a quien tenemos aqui, la voz despreciable de Casandra se escucha a mis espaldas.
-creí que te había quedado bastante claro que te alejaras de nuestras vidas, me dice señalando mi cara y yo hago un esfuerzo sobre humano por no matarla.
-y quien lo dice tu, prss, le digo en un tono despreocupado pues ella no me causa ningún temor.
- jajaja no ratita no lo diré  Yo sino el, señala hacia arriba y puedo ver a Eric de espaldas sentado en el barandal del segundo piso, -llevensela al sotano,dice con un chasquido de debos.
-Que!!, unos hombres enormes me sujetan y comienzo a forcejear y a tirar patadas como una demente pero en ese instante siento una botella de cristal golpear mi nuca para después caer al suelo.

Milagros:

Su móvil sale apagado, que voy hacer, debí haberle dicho antes que haré ahora, digo desesperada no se donde pueda estar y le podrían hacer daño.
-tranquilizate Milagros ya le encontrare, me dice Nat y no logro tranquilizarme.
-No me llames por mi nombre Nathaniel yo soy tu madre. Le digo molesta buscando un pretexto para reclamarle su insensatez.
-Ahora te llamas mi madre mientras me dejaste con mi padre y jamas supe de ti, me grita enojado y no le culpo.
-cuida tu tono jovensito, no conoces las razones y no pienso dartelas ahora, busca a tu hermana y hablaremos, AHORA!!, le grito sin piedad mi actitud autoritaria me ha hecho ser respetada en ambos mundos de la magia y por suerte con mis hijos igual.
-Cómo ordene la Sra. Toledo, me hace una reberencia que me molesta bastante pero no tengo tiempo para sus reclamos ahora.
-Milagros lo siento mucho, quieres una taza de café, Robert esta tan preocupado como yo pero asiento levemente y comienzo a recordar la conversación de esta mañana con Valeria y las lágrimas caen como río desenbocado.

Valeria:

Despierto aturdida y con un fuerte dolor de cabeza siento líquido recorrer mi espalda y deduzco que es sangre, todo esta tan oscuro que no puedo ver nada. Estoy atada de ambas manos y mis pies apenas tocan el suelo, con gran desesperación comienzo a tirar de la cuerda que sujeta mis manos causando me mucho daño pero continuo para liberarme, trato de usar mi magia pero es inútil, no funciona aquí. el golpeteo en el tubo de metal me delata y llama la atención de quien esta fuera de la habitación.

- mira quien ha despertado, dice un chico al que nunca había visto antes, su piel esta oscurecida y sus brazos tienen marcas negras y rojas, parecen tatuajes pero no estoy segura de lo que sea, se me acerca lentamente y el olor desagradable que emana de su cuerpo me provoca nauseas.

- que haces aléjate de mi, grito desesperada siento unas ganas enormes de vomitar.

-a la jefa le encantara saber que ya has despertado, roza su mano contra mi mejilla y lucho para evitar su contacto, mi acción parece causarle risa. Entre murmullos y carcajadas sale de la habitación dejándome una vez mas sola. 

Nuevamente se abre la puerta y entran dos vivoras negras como la noche y de rayas rojas, su cabeza es enorme y de su lengua chispoteaba un liquido amarillento, sus ojos rojos carmesi con una delgada linea en el centro,  causaban que un escalofrió aterrador  recorriera mi cuerpo. Me miraban y me observaban como si fueran a devorarme de un bocado pero solo vigilaban. Vuelvo a sacudirme tratando de soltarme, y en ese instante recuerdo mi amuleto, quizas si logro traer a la luz, ella pueda ayudarme.

-Vaya, vaya mira quien despertó, oigo a esa maldita mujer y interrumpe lo que tenia pensado hacer.

- Suéltame maldita arpía, grito enojada pero en control, no quisiera cometer un error que lamente toda mi vida.

Amor y Oscuridad #Wattys 2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora