Can You Feel It | YanOne - YeoAn

9.

¿Para donde debería de mirar ahora? Aunque tratara de esquivar la mirada de Kino sobre la mía de alguna manera siempre terminaba cruzándomela. Seguia estático intentando buscar alguna excusa boba pero no iba a funcionar.

Mi aún novio falso se paro de la cama con dirección hacia mi, decidí dar pequeños pasos hacia atrás pero también debemos enfrentar las cosas que estaban por venir, sabía que nada bueno iba a salir de esto.

— ¿Yanan?

— ¿Si?

— Estoy esperando.

— ¿El qué?

— Que me des una respuesta.

— ¿Sobre que?

— Yanan...— dijo más cabreado.

— ¿Si?

— YAAA.

— Ay, perdón. No tienes porque gritar así.

— ¿Estuviste con YeoOne, verdad?

— Desperté en cama de un chico de la fraternidad de él si te soy sincero.

Creo que no hubiera sido tan convincente el decir eso pero con Kino nunca se sabe, seguro ni se lo cree.

— ¡¿Cómo que en la cama de alguien?! ¿De quién? ¡¿Estás loco?!

Uy.

— Tranquilo, tranquilo —movía mis manos en su dirección como signo de negación.

— ¡Como quieres que me tranquilice si me dices algo así!

— No era cualquier persona.

— ¿ Y quién era entonces?

Piensa un nombre, baboso, rápido.

— Hongseok.

— ¿Hongseok?

Bueno a nada.

Asentí y se limitó a asentir silenciosamente, borrando todo rastro dudoso de su rostro.

Se disculpó y dijo que tenía que visitar a su familia como lo hacía todos los fines de semana.

Me metí a duchar y me puse a cantar una canción un tanto pegadiza de estos tiempos.

Al salir las es vestirme y divide en el celular que tenía varias llamadas de mi mamá. Me preocupé un poco asi que se la devolví a ver qué ocurría.

— ¿Alo? ¿Mamá?

— ¡Yanan! Pensé que te había pasado algo  ¿Todo bien por allí? ¿No te has lastimado nada verdad?

Señora si supiera....

Conciencia....

— ¡Dios, mamá! más bien yo pensé que había pasado algo por allá.

— Oh no, nada pasó, perdón cielo.

— Esta bien, entonces ¿Por qué tantas llamadas?

— Oh, es verdad. ¿Te acuerdas de Elkie?

Elkie, como olvidarla. No mentía cuando decía que no tenía amigos en China, más por mi timidez y miedo al rechazo. Pero ella era igual a mí. Tener solo una amiga sentía que seria poco para decir que en ese entonces era una persona sociable. Por eso me auto califique como un " sin amigos ". A excepción por ella, nunca la vi como una amiga, era más bien como una hermana, más cuando sonreía. Mis papas la hacían recordar mucho a mi y cuando supo que me iría no me hablo por una semana, tanto así que me puse mal y cuestione entre sí no venir, pero sabía que mis padres estarían felices y ella lo entendió. Sabía que era una única oportunidad y no se debería desaprovechar.