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Tenía que calmar mi dolor, recordaba la primera vez que me sentí así, el beso de Kino lo había provocado pero esta vez dolía aún mucho más fuerte. Mientras que varios alumnos se disponían a revelar sus fotografías yo seguís encontrándole en un estado de shock. Recuerdos de lo pasado minutos atrás hicieron volviera con el dolor que ya se iba poco a poco.

Besos y besos se escuchaban danzantes por la vacía habitación, nuestros gemidos combinados, separándonos de vez en cuando por falta de aire y cada vez que creía que iba a terminar el volvía a juntar nuestros labios una vez más, esas repeticiónes fueron como unas cinco veces.

Quería negarlo pero me encontraba excitado, tanto que temía que mi cabeza reaccionara antes que yo y me animara a hacer algo que no quería sólo por simple placer y peor aún, en un lugar público. Podíamos ser descubiertos en cualquier momento pero estaba seguro de que a él nada de eso le importaba con tal de un buen polvo como muchos le llaman.

El tenía novia, una no muy buena pero la tenía, hubiera soltado una palabrota pero me educaron bien. Me hacía sentir asqueado el que se estuviera besando conmigo y de seguro pensaba en ella, muchos pensamiento me vinieron a la cabeza, siguiendo con el porque hacía esto.

Cuando soltó “mejor que la primera vez” mis nervios aumentaron aún más y le pregunté el porque no me lo había dicho antes, sólo se limitaba a callarme con otro beso que acepte de mala gana.

Ahora estábamos en la misma habitación y esa tensión aún no se había ido, voltee sigilosamente y allí estaba el, seguía mirándome con ojos penetrantes, baje un poco la mirada sin ninguna intención alguna y antes de volverla hacia el frente, allí de encontraba su varonilidad de la misma forma que la mía, ¿Se estaba moviendo? Debía apartar mi mirada rápido antes de que me inspeccionará de la misma manera. Iba a volver s mi posición pero luego hizo unas de las que no entendía, y si hubiera preferido no entender.

Sus manos hacían una señal a su entrepierna, por suerte nadie miraba, el también se estaba cerciorándo de lo mismo, luego me señaló a mi y un susurro de una buena pronunciación que decía “tu ocasionaste esto, tu lo terminas ”, salió de su boca.

El timbre tocó y a la velocidad de la luz me dispuse a dejar el salón para dirigirme a mi habitación, tropecé con varios alumnos que no dudaron en soltar un “torpe” y a su vez reírse de mí.

Abrí la puerta y la cerré rápidamente, puse el candado, jale el puff de Shinwon y lo coloque allí y encima su pelota y luego un par de ropas y listo, eso bloquearía cualquier cosa para mi.

— ¿Que estas haciendo?. —un Shinwon ya sentado en la cama con los cascos es los orejas como la primera vez que lo fulmine se hallaba riendo ante mi intento fallido de bloquear una puerta. De mi solo salio un gritó por el susto que me había llevado.

— ¿Que que haces aquí?.—pregunté nervioso.

— Esta es mi habitación, ¿sera?.

— Si jeje.

— ¿De quien te escondes?

— ¿Yo? de nadie ¿Por que debería? ¿Debería esconderme de alguien? Jajajaja, no lo creo. ¿Oye y Wooseok?

— Tenías que mencionarlo.— dicho esto se tiro para atrás y ya estaba safado de cualquier pregunta más.

Tenía unos tres mensajes de Kino preguntando si lo había solucionado, nunca le di las respuestas y justo cuando iba a empezar a teclear tocaron la puerta.

— No habrás. — susurré para Shinwon que seguía mirándome raro, omitiendo me de dispuso a abrirla y me instinto me hizo ir debajo de la cama.

Can You Feel It | YanOne - YeoAnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora