Me desperté y vi a Dougie dormido, me acerque a el y le bese dulcemente en la nariz, no quería despertarlo, me puse una sudadera y baje a la cocina.
-Yo: Dios, puñetero Jones, vaya borracho -le miro riendo y le tapo con una manta, sigo andando hacia la cocina- ¡AAAAUCH, JODER QUE DOLOR! -grito saltando y cogiéndome el pie- Assh, me he cortado con esta puñetera botella, ya me imagino quien la ha dejado -me miro el pie y llevo un cristal clavado- Aj, dios que dolor -intento sacar el cristal- Au, au, au, esto no me lo puedo sacar yo ni de coña, aish joder como duele -se me escapa una lágrima-
-Harry: Eh, eh, eh, ¿quién se supone que esta gritando tanto a estas horas de la mañana? -llega con los ojos cerrado y dándose un masaje en la sien-
-Yo: Yo, es que no me ves -me intento levantar pero no puedo mantener el equilibrio y me caigo pero Harry me coge-
-Harry: Dios, ¿pero que te ha pasado, tanto bebiste anoche que aún te dura? -rie y al ver mi cara cambia completamente la expresión- Un momento, toda esta sangre... -mira al suelo y después mira mi pie- ¿Qué te ha pasado? Te llevo ahora mismo al médico eh -me coge en brazo rápidamente y tuerzo la cara con un gesto de dolor-
-Yo: Auch, Harry, por favor, cuidado... -aprieto los dientes fuerte y cierro los ojos-
-Harry: Perdona, perdona -anda despacio y abre la puerta- ¿Te has cortado con una botella? -me mira-
-Yo: Si, pensé que las habíamos recogido todas -suspiro y me limpio las lágrimas-
-Harry: Venga no llores, que ahora mismo llegamos -me sienta cuidadosamente y cierra la puerta del coche, va hacia el otro lado corriendo y sube, arranca, me mira- Ahora cuando te lo quiten, te dolerá, tranquila, que estoy contigo eh, no te va a pasar nada, ¿vale? Si quieres insultar o cagarte en alguien hazlo en mi -rie-
-Yo: Gracias Harry decir que dolerá ayuda mucho -rio- Gracias, de verdad -suspiro y cierro lo ojos recostándome contra el asiento-
-Harry: De nada, tú tranquila, ya llegamos -cada vez le oído más bajo, me estaba mareando- Eh, no, no te duermas, vamos nada de mareos eh, abre los ojos, abre -me cuesta mucho abrirlos, el dolor me esta nublando la mente-
-Yo: Vale, vale, vale -abro lo ojos un poco y miro a mi alrededor-
-Harry: Ya hemos llegado, arriba -me saca del coche en brazo y va hacia el interior del hospital, habla con un enfermero y me dejan en una silla de ruedas sentada- Esta algo mareada...
-Enfermero: No te preocupes, ahora mismo te sacamos el crista, tranquila -tiene una voz que transmite tranquilidad, que alivio no me ha tocado un estúpido-
Llegamos a una habitación y me tumbaron en la cama con el pie en alto, el enfermero empezó a rajar.
-Yo: AAAAAAAAAAAAAH, ME CAGO EN PETER PAN Y EN LA MADRE QUE LO PARIÓ HARRY -le aprieto la mano fuerte clavándole las uñas-
-Harry: Lo sé, imagino -rie y se mira la mano- Eso me va a dejar cicatriz -se vuelve a reir y me mira- Venga, ya te queda menos, me aparta los pelos de la cara-
-Yo: Claro, como a ti no es al que le están sacando un cristal de la planta del pie -aspiro y espiro, el enfermero saca el último trozo- HAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRY TENGO HAMBREEEEEE -grito cerrando los ojos-
-Enfermero: Muy bien señorita, ha sido rápido, le hemos cosido y vendado, tendrá que venir a curárselo cada dos días, ya le he dado cita para pasado mañana, aquí tiene -me da un papel, pero Harry es más rápido y se lo guarda en el bolsillo- Por cierto tiene que mantener el pie en reposo, no haga movimientos bruscos y ponte zapatos anchos que no te presionen la herida, es todo, pasen un buen día -sonríe y sale de la habitación-
-Harry: Buena forma de canalizar el dolor, si señora -rie, me guiña un ojo y me mira sonriendo apretándome la mano, me ayuda a levantarme y me sienta en una silla de ruedas para llevarme hasta la salida, recorremos el camino en silencio hasta el coche, me sube despacio y me pone el cinturón-
-Yo: ¿En serio? Que guay -me siento recostándome contra el respaldo, se me escapan algunas lágrimas y aparto la cabeza para que no me vea-
-Harry: Eh, eh, no llores que te he visto, mírame -me coge la cara-
-Yo: No quiero jo -sorbo la nariz y hago fuerza con la cabeza-
-Harry: ¿Qué te pasa? -me mira y me limpia las lágrimas-
-Yo: Que me duele Harry -aprieto los dientes para no llorar- Pero no quiero llorar, no soy una niña pequeña -me miro el pie-
-Harry: Si te duele, puedes llorar, no pasa nada, no es malo, además solo te veré yo, tranquila, llora si quieres -rie y me abraza-
-Yo: Gra, gra, gracias -apoyo la cabeza en su pecho y lloro-
-Harry: Venga, ya está, no llores más, tranquila -me acaricia el pelo y me da un beso en la frente- Vamos a casa -se aparta y arranca saliendo del parking-
-Yo: Vale, tengo hambre y estoy cansada -rio y me apoyo en la ventana cerrando los ojos-
Me dormí por el camino no me entere cuando llegamos a casa, la verdad es que me puse muy nerviosa cuando ya paso todo y me puse a llorar, menos mal que no estaban los demás delante porque sino me habría muerto de la vergüenza y no quería que Doug me vea llorar ahí si que me moriría de la vergüenza -rio por dentro-