El sonido de las risas de sus amigos provocaba en él una sonrisa sincera que se encontraba reforzada por la cercanía de su mejor amigo. Tao nunca se separaba de él, siempre se acostumbraba a su paso, y nunca dejaba de darle conversación. Incluso ya se le había hecho costumbre rodear su brazo mientras caminaban el uno al lado del otro, hasta tal punto de que, cuando tenía que ir a alguna parte sin él y sin tener su brazo de apoyo, se sentía vacío e inseguro.
Y es que Tao se había convertido en su principal pilar, en aquella persona a la que podía entender con solo una mirada o una sonrisa. Su amigo nunca lo había abandonado, siempre lo había arropado entre sus brazos, sobre todo, en los años de instituto a los que tuvo que enfrentarse tras su accidente, unos años en los que recibió todo tipo de insultos y acoso de nparte de sus compañeros por su lesión.
Tao siempre le había dicho que estaba orgulloso de esa herida porque significaba que había conseguido sobrevivir a aquel fatídico accidente, pero su visión sobre sí mismo era una muy distinta, una visión por la que se había prometido a sí mismo no atar a nadie a él porque no quería que nadie estuviese a su lado por lástima y mucho menos quería casarse y hacer que una persona tuviese que cargar de un ¨lisiado¨ como él.
Faltaba tan solo dos meses para que comenzara el primer año de universidad, su primera experiencia universitaria tanto para él, como para Tao, quien había decidido repetir un curso a propósito para ir a la par con él y no dejarlo solo en el instituto. Esos recuerdos hicieron que echara su cabeza de forma dulce y con una gran sonrisa en el hombro de su amigo, el cual respondió con un tierno beso en su cabeza. Él levantó la cabeza para encontrarse con la penetrante mirada de su panda, quien le dio en la nariz de forma juguetona con uno de los dedos de la mano que tenía libre. De esa forma, comenzaron una guerra en la que SeHun intentaba impedir que Tao tocara su nariz y en la que Tao se esforzaba por llegar a su objetivo, aunque el juego terminó con sus dedos entrelazados, un enlace que los acompañó durante todo el trayecto.
Daba gracias de que sus amigos ya no se escandalizaran por la manera que tenían de comportarse el uno con el otro y es que, como le dijo LuHan, todos ya se habían dado cuenta de que, si no estaban juntos como pareja formal, es porque él lo había impedido. Eso era algo que lo había dañado en todo ese tiempo. Saber que Tao correspondía su amor le hacía la cosa mucho más difícil porque le parecía egoísta atar a su amigo a él para siempre. Tao podía ver ahora las cosas de una forma idílica, pero, en cuanto llevasen un tiempo como novios, estaba seguro de que se cansaría de él y de todas sus limitaciones, de sus miedos, incluso se asquearía en el momento en el tuviesen que tener intimidad, algo que él compartía desde que le pusieron la pierna ortopédica que le permitía caminar como si fuera una persona normal, aunque fuera con mucha menos rapidez que el resto de la gente.
- Un mes y medio.
- ¿Qué?- la dulce voz de su amigo lo trajo de vuelta a la realidad.
- La última vez que dormimos juntos fue hace un mes y medio-hizo un mohín triste-. Quédate hoy conmigo-suplicó con la mirada.
- No me mires así. Sabes que de esa forma no puedo negarte nada-agachó la mirada totalmente colorado por lo que le hacían sentir aquellos ojos felinos que lo dejaban hipnotizado siempre que se lo proponían.
- ¿Acaso no quieres dormir conmigo? Claro, has tenido suficiente con verme en estas tres horas, ¿no?-sabía que tanto el tono, como el gesto deprimido de su amigo eran una falsa, pero no pudo evitar que su corazón se estremeciese al verlo así.
- No te pongas así-acarició su rostro con extremada dulzura mientras su mirada intentaba transmitirle a Tao todo lo que sentía-. Me quedaré esta noche contigo y, si te apetece, podemos pasar mañana el día juntos-sonrió esperanzado.
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You know me inside out
FanfictionZi Tao hará todo lo posible para que su amigo, SeHun, le de la oportunidad que necesita para demostrarle que lo ama.