El desierto

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Hay una historia de la biblia donde se relata que el pueblo de Israel estaba siendo esclavizado por Egipto y con ayuda de un hombre de Dios llamado Moisés van al desierto a encontrar su tierra prometida, y aunque muchos se quejaron, sufrieron, se cansaron, y algunos murieron y no vieron la tierra prometida; Siempre estuvo la mano de Dios y nunca pasaron hambre. Aquí te voy a dar pasos de cómo salir de tu desierto hacia la tierra prometida.

En el desierto:

1.-Nos llenamos de dependencia y de fe: Cuando estamos en un desierto ¿Qué vemos? Arena, el sol en nuestra cara, pero agua en ningún lado. Como vas tu solo no hay nadie que te regale agua o te ayude a sobrevivir al menos y quedas en la deriva y eso pasa mucho en nuestras vidas: Estamos en un desierto y cuando estamos en ese desierto no hay nadie quien nos ayude, se van todas las personas que creías te ayudaban y todos tus satisfacciones no están, tu solo. Pero cuando te aferras a Dios él va estar aun cuando no este nadie, te va amar aun cuando nadie lo hace y te va a sacar de tu desierto a la tierra prometida que soñaste. Solo con el pasamos más fáciles las pruebas y nos ayuda en ese largo o corto camino.

2.-Sacamos a Egipto de nuestro corazón: Como dije Israel era un pueblo esclavizado por los egipcios, y a pesar de sufrir maltratos, rechazo y hasta repudio. A ellos los alimentaban bien, dormían en una buena cama, etc. Esto da a entender de que hay momentos en que tienes algo que te hace mal pero simplemente es muy difícil dejarlo, salir de nuestra zona de confort no es algo fácil pero sabemos que dejamos eso cuando; 1)Nos sacamos del corazón la cultura y costumbres que traemos, 2)Dejamos de adorar a otros dioses. Cuando aprendemos a dejar esas cosas, salimos de nuestra zona de confort y nos aferramos a depender de Cristo, nuestro corazón saca todas esas malas costumbres y supera a Egipto.

3.-Dios es tu provisión: Hubo una vez una persona que dijo esto "Yo no tengo nada, solo a Dios. Y sé que con Él lo tengo todo" y es cierto. Podrás perder hasta tu casa, pero si dependes de Dios, él te da una hasta mejor que esa. Tus sueños jamás serán frustrados porque el estará a tu lado y si tienes propósitos por cumplir, él te dará tantas fuerzas para que los cumplas como deseas que nunca se reducirán hasta que lo termines. Hay que aprender que sin el estaríamos totalmente en el suelo.

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Éxodo 19:5.


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